El MIR ingresó a la Internacional Socialista (IS), como partido observador, allá por el año 1977 y gracias al apoyo del venezolano Carlos Andrés Perez y de Willy Brandt, líder del SPD alemán y en ese entonces Presidente de la IS, como parte de un esfuerzo mundial de los partidos progresistas por romper con el eurocentrismo que marcó a la IS desde su nacimiento a principios del siglo XX. Es así que una vez abandonado el marxismo el año 1958, el abanico de participantes se amplió mucho, dando cabida a socialistas democráticos, socialdemócratas, laboristas y, en la década de los setenta, el ingreso de organizaciones del post-colonialismo africano de los años 60, los movimientos de liberación nacional del llamado "tercer mundo".


Luego nos distanciamos Samuel y yo, y no lo volví a buscar más, ni él a mi tampoco, pero no abandonó la gestión, y con el apoyo de los socialdemócratas brasileños Unidad Nacional concluyó el trámite. Los felicité por ello.
Lo que hay que esperar es que no se repita lo del MIR, es decir, que Unidad Nacional exprese en Bolivia el espíritu que anima a la IS, que sería un gran aporte a la cultura política nacional, cada vez más populista, escurridiza y acomodaticia; sería maravilloso que un partido boliviano plantara banderas y dijera con claridad quién es y qué quiere. En eso la membrecía en la IS puede ayudar mucho. Empezaría por aconsejar a los militantes y adherentes de Unidad Nacional que lean la ultima Declaración de Principios de la Internacional, aprobada el año 1989; van a ver que no tiene desperdicio.
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