ALTERNATIVAS

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13 de febrero de 2021

EMPATÍA

La capacidad empática de las personas consiste principalmente en "ponernos en los zapatos del otro". Y eso está fallando abruptamente entre los líderes de la sociedad política y los de la sociedad civil y los de la sociedad a secas.



Los líderes en la esfera política navegan en su propia burbuja, solo miran lo que dicen sus congéneres de especie y lo que se muestra de ellos en la esfera mediática de los grandes medios y ahora de las redes.
Los líderes de la sociedad civil han perdido el sentido del bien común en la medida, que estos sólo puede expresarse en y desde la esfera política; el bien común es poco accesible desde las organizaciones corporativas o las instituciones de la sociedad civil, que responden, unos y otros, a intereses privativos de grupos o asociaciones. Por eso son civiles y no políticos.
Y la sociedad a secas está conformada por las y los ciudadanos, que en el caso de nuestras sociedades, no todos han alcanzado las condiciones de ciudadanía, sino que se limitan a ser avecindados, no conocen sus derechos y menos intentan saber y cumplir de sus deberes; hay ahí una falencia de marras, que cuelga como un pesado lastre al desarrollo nacional. Es una deuda pendiente del Estado con la sociedad.

29 de marzo de 2020

ESTADO Y MERCADOS ¿Otra vez?

La pandemia del coronavirus ha puesto de relieve, una vez más, la tensión entre Estado y mercado en el mundo entero. Esta reflexión no tiene carácter localista, entiéndaseme bien, no vayamos a cometer la injusticia de juzgar este pequeño texto desde la coyuntura nacional boliviana, aunque sirva también para aportar en la deliberación interna.


La tensión se expresa puntualmente en el recurso social a un Estado fuerte, que tenga la capacidad para administrar la crisis y sus impactos, no solo controlando el cumplimiento de las normas que se dicten en cada país, sino garantizando la atención a todas y todos los ciudadanos, sobre todo los más pobres y necesitados, al tiempo que, garantice la circulación de los bienes necesarios para asegurar la sobrevivencia de la gente.

Sucede que los liberales del mundo consideran (y está bien desde su perspectiva, pero no es suficiente) que el aporte del mercado en esta crisis se sintetiza en la entrega de alcohol en gel, barbijos, guantes y así, hasta respiradores y unidades de terapia intensiva. Ese es nuestro aporte, escriben, proclaman y reiteran desde la defensa a ultranza de “la mano invisible” que a estas alturas nos sirve tanto como a cualquier manco; a tiempo que esperan la contraparte desde la seguridad social, la rebaja de los servicios, la subvención de parte del trabajo no esencial recluido en los domicilios de sus trabajadores.

Pero cuando se les toca el bolsillo, cuando se les pide que sigan pagando trabajadores que no producen por algunos días, o que no se los despida de nóminas y planillas, a ver cómo sobreviven; cuando se les dice que la banca va a dejar de cobrar unos meses capitales e intereses, entonces sí que el mercado solicita subvenciones y grita por el rol del Estado y se siente aliviado cuando los jefes de gobierno decretan la inyección de miles de millones para paliar esos problemas. Sino, previenen a gritos sobre la desestructuración de la producción y el empleo.

En resumen, el aporte es que compremos barbijos y respiradores. El mentado aporte empresarial es multiplicar la capacidad de producción para atender a tantos. Y van a abaratar los precios y mejorar las ayudas hasta los confines del planeta, con artículos de primera, segunda y quinta, más caros y baratos según los puedan pagar en cada lugar del mundo.

¡No es así! Así no vale. Aquí el aporte lo ponemos todos y todas, sin que importe dónde se ubica cada quien en el sistema productivo. Los que menos tienen con menos y los que más tienen con todo lo posible, que ha de ser bastante, como corresponde. La justicia y los equilibrios democráticos exigen hoy la participación y corresponsabilidad de todos y todas para salvarnos de esto, y si los estados no pueden solos, el sistema empresarial tiene que poner de su parte, como en cualquier economía de guerra, porque en ello estamos.


Otra es la reflexión sobre los efectos políticos de la pandemia. Eso vendrá después, porque tampoco podemos permitir que la necesidad de estados fuertes y eficientes, devenga en fortalecer los populismos autoritarios que pululan por todos los rincones en desmedro de las democracias liberales, que son la fuente de la convivencia pacífica y el desarrollo económico en los países de occidente.

2 de febrero de 2018

PASO A PASO... CAMINANDO

La reciente encuesta de Página Siete aclara en mucho el panorama. Primero porque no figura Carlos Mesa cuyo nombre distorsiona los resultados si es verdad que no se va a presentar, y segundo, porque muestra que si bien la intención de voto para Morales Ayma baja, baja y baja, al otro lado no hay nadie que realmente suba, suba y suba. El 30% de Costas y Doria Medina (sumados) no es sino una distribución de quienes desde la oposición preferirían votar por Mesa y ahora se ven obligados a escoger por otro.

Entre que votarían por algún otro y el no sabe/no responde suman 34% y ganan la elección. Esto reafirma la percepción de un tercio azul, otro tercio opositor y otro tercio de indecisos, para redondear en bruto y trabajar en consecuencia. Yo sostengo que un 20% va a votar, sin importar quien sea, por aquel que demuestre que realmente puede enfrentar a Morales Ayma con un mínimo de posibilidades de éxito. El resto es a conquistar, estamos hablando de un 50% del electorado.

Hace tres años que vengo explicando a quien me quiera oír, la importancia de reconstruir un relato que rivalice con el desgastado discurso etnonacionalista del MAS, que ha mostrado vigencia hasta ahora, representando el sentir de los sectores más pobres y marginales de la sociedad boliviana.

Porque para ser alternativa se necesitan al menos cuatro cosas, a saber: a) Una organización política vigente jurídicamente, con los papeles en orden, y organizada territorialmente; b) Un liderazgo fuerte, a tiempo que carismático; c) La narrativa que explique lo que somos y señale futuro, y un programa de gobierno, sintético, fácil de comprender y actualizado; y d) suficiente dinero para encarar el desafío.

Ahora que las agrupaciones ciudadanas, las plataformas y los colectivos han tomado protagonismo y demostrado que al masismo decadente se lo puede frenar y vencer, aparece la necesidad del RELATO. Veo circulando en las redes no solo esa preocupación, sino intentos de estructurar semejante narrativa, pero hay tres problemas casi insuperables.

El primero es que ninguna agrupación, plataforma o colectivo ciudadanos tiene personería jurídica que los habilite a participar en las futuras elecciones; por lo que tendrán que enfrentarse, a la hora de armar candidaturas, con las cerradas expresiones de los partidos existentes, que si bien están dispuestos a hacer hasta lo imposible por contener nuevas adhesiones, difícilmente pueden mantener en su seno expresiones tan disimiles y cambiantes como las de los grupos ciudadanos, como lo han demostrado hasta ahora.

Segundo, porque la estructura orgánica de los partidos responde a la mentalidad analógica del centralismo democrático, que no da espacio a la organización ciudadana, que con mentalidad de una red distribuida, se autoconvoca por causas, afinidades e intereses. Cuanto más se fortalece la estructura sectorial de los partidos en desmedro de su organicidad territorial, menos democrático resulta su funcionamiento, y las cúpulas de siempre terminan dominando la estructura y no representando a nadie. Sabedores de ellos, o intuyéndolo, los ciudadanos se niegan a compartir el espacio de representación que han conquistado en las calles.

Y tercero, porque no hay relato alternativo posible si no está arraigado a la historia del país, en lo más profundo de sus raíces. Todo relato nacional tiene que explicar lo que estamos viviendo empezando desde la colonia, siguiendo por la República y aterrizando en la ensalada plurinacional. Los colectivos y las plataformas no tienen esa posibilidad, son entidades nuevas que, repito, se organizan alrededor de causas, afinidades y/o intereses muy concretos.


Cuatro son las cosas que hace un partido político para ser tal. Recoge las demandas de la población y las convierte a un programa de gobierno, y organiza la representación política de la sociedad en el espacio estatal para expresar y conseguir esos fines. Finalmente, OTORGA SENTIDO al conjunto del quehacer social, señala una meta, muestra una dirección, esboza un camino; hace lo que necesita y no tiene la oposición democrática, para pasar de pura oposición a ser una alternativa. Pero es condición para ello el gozar de credibilidad suficiente, sería difícil enlazar el colegio médico con una propuesta que incluya una nueva política de hidrocarburos, por ejemplo.

Esas cuatro cosas no pueden hacerse desde un grupo de vegetarianos, o la promoción de bachilleres de un colegio, o desde un sindicato. En el momento en que se quiere encarar este desafío desde un grupo o una asociación civil, esta se convierte necesariamente en un partido o agrupación política, pero al no tener personería y validez jurídica, el momento de los quéhubos se convierte en nada, como si no existiera.

Lo que toca hacer ahora es eso, pero desde un partido político. ¿Podrán las anquilosadas estructuras analógicas de los partidos entender esto y actuar en consecuencia? Hay que mirar. Hay que busca. Hay que intentar. No dudo que se puede lograr. Hay que prepararse para dar el salto.

2 de septiembre de 2017

UNA REGLA ESTÚPIDA

Ante la estúpida regla que establece que NINGUN CANDIDATO ni organización política pueden hacer campaña para las elecciones judiciales del próximo 3 de diciembre, quiero aclarar tres cosas:

1. Es una regla estúpida porque gracias a ella nadie se entera de quienes son los candidatos, ni por qué lo son, ni qué pretenden, ni a qué se comprometen en tanto ganaran. Por lo tanto solo sabremos lo que ya sabemos, que son masistas elegidos por la cúpula del MAS gracias a su mayoría en la Asamblea Legislativa plurinosequé. Tampoco sabremos lo que podrán hacer con la justicia, salvo una cosa que no pueden dejar de hacer, que es apoyar la re-re-re-re.

2. Como ningún candidato se va a resignar a no ser conocido y a estar impedido de promover su nombre para conseguir votos y ganar (ya que se inscribió sabiendo que esto era una elección), se darán modos para burlar la estúpida regla, o sea que los especialistas que saben cómo hacerlo desde las redes del Internet deben estar contentos porque tendrán trabajo. Es una ventaja si alguien los contrata porque sabiendo que es algo oculto no hay que dar factura por ello.

3. Que la ciudadanía está impedida de promover el voto nulo es un hecho, está en la ley, y así fue también el 2011 cuando experimentamos con esto por primera vez. No se puede convocar o publivcitar un “¡Vote Nulo!” pero si se puede decir “¡Yo votaré NULO”, o “Mi Voto será NULO!”. Eso no es propaganda, no es publicidad, no es promoción de nada, es el aviso individual que todos tenemos derecho de contarles a nuestros amigos cómo vamos a votar, y tenemos también la obligación a decir por qué hemos tomado esa decisión. Así hay que organizar el trabajo ciudadano.

10 de marzo de 2017

LA INTERNACIONAL SOCIALISTA EN BOLIVIA

El MIR ingresó a la Internacional Socialista (IS), como partido observador, allá por el año 1977 y gracias al apoyo del venezolano Carlos Andrés Perez y de Willy Brandt, líder del SPD alemán y en ese entonces Presidente de la IS, como parte de un esfuerzo mundial de los partidos progresistas por romper con el eurocentrismo que marcó a la IS desde su nacimiento a principios del siglo XX. Es así que una vez abandonado el marxismo el año 1958, el abanico de participantes se amplió mucho, dando cabida a socialistas democráticos, socialdemócratas, laboristas y, en la década de los setenta, el ingreso de organizaciones del post-colonialismo africano de los años 60, los movimientos de liberación nacional del llamado "tercer mundo".

El MIR hizo carrera en la Internacional Socialista, pasó de partido observador a miembro pleno y su líder, Jaime Paz Zamora llegó a ser durante años Vicepresidente de la Internacional, y tuvo participación exitosa en varias gestiones internacionales, como en los casos de la OLP en solidaridad con Palestina, y con el pueblo saharaui, en la República Árabe Saharaui en el Sahara occidental, donde estuvo presente incluso bajo el fuego y las amenazas de la guerra.

Yo le le critiqué al MIR que recurriera a la solidaridad de la IS y la recibiera (porque la Internacional Socialista fue fundamental en la construcción de la Democracia en Bolivia gracias al MIR), pero nunca luciera con claridad sus principios frente a la sociedad boliviana. El MIR dentro del país era un aguerrido gallo, pero no el puño y la rosa de la Internacional. Vale el detalle de que fue la Juventud Mirista que publicó en su momento el primer documento que tenía en la contratapa una rosa socialdemócrata (aunque anaranjada y azul, y con el puño izquierdo), lo que me mereció una regañina a la que no le dí importancia alguna, porque yo soy un socialdemócrata.


Cuando el MIR dejó de existir, Bolivia se quedó sin representación en la IS, que no podía mantener entre sus miembros a un partido que no existía, perdiendo así un espacio de apoyo y solidaridad internacional. Fue en ese tiempo que fui a hablar sobre el tema con Juan del Granado y con Samuel Doria Medina, en el entendido de que sus organizaciones cumplían ambas los requisitos para postularse y recuperar para el país el espacio que se había perdido. A decir verdad Samuel agarró la idea mejor que Juan, y me permitió iniciar los trámites frente a la Secretaría General en Londres (el pasaje lo pagué yo, que tenía que ir a Madrid por otros motivos). El Partido Socialista Obrero Español y su Secretaría de Relaciones Internacionales jugaron un gran papel en ese tiempo y debo agradecer a compañeros tan importantes como amigos, por el apoyo que me brindaron en esas gestiones.

Luego nos distanciamos Samuel y yo, y no lo volví a buscar más, ni él a mi tampoco, pero no abandonó la gestión, y con el apoyo de los socialdemócratas brasileños Unidad Nacional concluyó el trámite. Los felicité por ello.

Lo que hay que esperar es que no se repita lo del MIR, es decir, que Unidad Nacional exprese en Bolivia el espíritu que anima a la IS, que sería un gran aporte a la cultura política nacional, cada vez más populista, escurridiza y acomodaticia; sería maravilloso que un partido boliviano plantara banderas y dijera con claridad quién es y qué quiere. En eso la membrecía en la IS puede ayudar mucho. Empezaría por aconsejar a los militantes y adherentes de Unidad Nacional que lean la ultima Declaración de Principios de la Internacional, aprobada el año 1989; van a ver que no tiene desperdicio.


19 de diciembre de 2016

SIN LEY

Cuando era niño (y de esto hace ya mucho tiempo) vi una película de Disney que me impactó por ser la historia de un ser fantástico y tierno: Dumbo, un elefantito volador. En esta película hay una canción que repite algo así como "y yo nunca vi, ni espero ver, a un elefante volar". Con la imaginería de un niño yo inventaba seres fantásticos vi ni espero ver...


Uno de los seres que nunca esperé ver, es un Presidente, quien al tomar posesión jura, por Dios y por la Patria y todos los héroes habidos y por haber el "cumplir y hacer cumplir" la Constitución y las leyes, afirmar, embriagado de poder e hinchado de adulo, que no hay que respetar la ley, porque si la respetara no "podría llegar a nada"... Es decir, el Primer Mandatario es un perjuro, hace un llamamiento público a delinquir, hace apología del delito.

Mientras la mitad del país sufre falta de agua potable por la desidia e eficiencia gubernamental, mientras la economía se debilita cada día y la estabilidad se mantiene recurriendo al crédito y al ahorro, mientras caen las exportaciones y crece el déficit de la balanza de pagos, y crece también el déficit presupuestario dedicado a construir palacios, comprar alfombras persas y mantener aviones de lujo para que vuelen Alvaro y Evo, el Congreso del MAS que ha pagado la movilización de siete mil personas, debate y se concentra exclusivamente en la re-re-re-re del primer tapón para el desarrollo y la renovación política del país.

Me impresiona que haya sido por unanimidad; que nadie se haya levantado para decir que no estaba de acuerdo, que en medio de tanto dirigente, representantes de grupos e instituciones sociales, entre tanta gente de la cual dependen decisiones que nos pueden afectar a todos, no haya ni uno, ni una, que levante la voz para protestar contra semejante abuso e iniquidad delincuencial.

Pero no me sorprende, cada quien es como es, cree y valora en la vida lo que le enseñaron sus padres, lo que aprendió entre sus primeros amigos, lo que le obligaron sus necesidades... y como lo he repetido a lo largo de estos diez últimos años, ninguno de nosotros podía esperar que la imprescindible y necesaria inclusión indígena y la construcción del "todos somos iguales ente la ley" se hiciera con la delicadeza que teatralizaría un grupo de lores ingleses haciendo política. Lo que se dice y se hace en el MAS y desde el MAS es lo que ellos pueden hacer, y ese es el motivo por el que estoy absolutamente seguro que no hay correctivos posibles, le van a meter nomás hasta hundirnos a todos en el fango de la división, la desconfianza, el descrédito, la mentira y al final de los finales, el retorno a la realidad de pobreza y desamparo de que nunca hemos salido realmente.

Lo que me sorprende es que hayamos llegado tan al límite en nuestra querida Bolivia, que exista una agrupación política que en su Congreso Nacional y en boca de su máximo líder, diga que hay que violar las leyes y queden impunes. Eso se susurrará por lo bajo en una reunión de noche, entre una pandilla de bandoleros dispuestos a asaltar un banco, o preparando el alijo para enviar cocaína en el próximo vuelo a Caracas...

Así no se construye país, así se organiza una banda de facinerosos...

No respetar las leyes significaría, por ejemplo, no pagar impuestos; pero si alguien llamara a defraudar al 20% de la población que sostenemos con nuestros trabajo los sueldos de la burocracia masista, al día siguiente estaríamos acusados, con cuatro fiscales a la puerta y posiblemente recluidos en las cárceles, por la desgraciada suerte de nos ser masistas y contar así con la gracia de Dios, que es la condición para decir y hacer lo que se quiera y pasar impune ante todo fiscal o juez que debiera acusarlos y juzgarlos.



La mitología de Hollywood guarda una extensa cinematografía dedicada a sociedades sin ley, donde el orden se mantenía a balazos entre probos policías y una caterva de rufianes que querían hacer de las suyas. Cuando escucho a Morales Ayma decir lo que dice, me imagino que está avizorando una sociedad sin ley, donde solo él mande y ordene en nombre de los buenos, y donde nos agarremos a balazos en las calles para mantener su gloria.

La única ventaja que se le otorga a la democracia y a la posibilidad de buscar construir un tiempo donde sea posible un destino común para todos los bolivianos, es que la angurria de poder, la necesidad de mantenerse en la silla presidencial para evitar que se conozca lo que hicieron con la confianza y el dinero de los bolivianos, está a la vista de todos, dentro y fuera del país; queda claro que los masistas son seres "capaces de matar su a su propia madre, para asistir al baile de los huerfanitos".

13 de diciembre de 2016

BUFONADAS

A veces nos gustan cosas que dicen o escriben otros. A mi me gustó lo que dijo ayer Tuto Quiroga refiriéndose al Congreso del Movimiento al Socialismo que se llevará a cabo en un par de días más en Montero, Santa Cruz. Le preguntaron a Tuto su opinión sobre las resoluciones que podría tomar este Congreso partidario, fundamentalmente la idea de proclamar a Evo Morales Ayma como candidato del MAS para las próximas elecciones generales el año 2019.

Tuto me pareció brillante, resumo lo que dijo: El MAS puede decidir lo que quiera en su Congreso, por ejemplo puede proclamarme a mi (refiriéndose a él mismo) como Presidente de la Conferencia Episcopal, o a Evo Morales Ayma como Presidente de la Asociación Boliviana de Fútbol, o -agrego yo- a mi amigo Puka Reyesvilla como próximo Papa. El Congreso del MAS goza de plena libertad para hacerlo, otra cosa es que pueda llevar a la realidad esa decisión; mientras tanto, decisiones así solo serían bufonadas para divertir (o distraer) al público.


Desde ya que ni la Asociación de Fútbol, ni la Conferencia Episcopal, van a reconocer ni aceptar semejante decisión, porque los candidatos proclamados están inhabilitados para postular a dichos cargos, y si quisieran hacer de este imperativo una realidad tendrían que intervenir desde el gobierno y por encima de la ley la iglesia o el fútbol. Ni que decir con el papado, a mi amigo Puka no le queda otra que aceptar que nunca será Papa (Rómulo I, se hubiera llamado), por mucho que ningún Congreso lo proclame, antes hay que ser cura, obispo y cardenal, no hay opción, estamos inhabilitados para dirigir los destinos de la cristiandad.

Igual con la Presidencia del Estado, Morales Ayma y García Linera están inhabilitados para candidatear, el pueblo boliviano ha puesto las reglas, de manera democrática y por mayoría, intentarlo sería ir contra la soberanía que reside en el pueblo según la Constitución, las costumbres ancestrales y hasta el sentido común. Es hora de cambiar de candidatos, es hora de cambiar de administradores, es hora de renovar las ideas. Y esta decisión es sabia.

Los grandes problemas de la nación, a saber, el relanzamiento de la economía en crisis, la corrupción, el narcotráfico, la inseguridad, la reforma de la justicia trucha, la superación de los de por si bajos (ahora bajísimos) niveles de la educación, requieren de un Acuerdo Nacional. De todos estos asuntos o salimos juntos los bolivianos o no salimos; el verdadero daño producido por Morales Ayma contra el país ha sido el dividirnos, el resaltar las diferencias y los odios, el agudizar las contradicciones, el acrecentar el egoísmo, hasta llevarnos al borde mismo de ser un estado fallido como nos consideran ya en el mundo y la región. Ese es el pecado masista.

Una solución a ese problema y la alternativa a semejante estropicio político e institucional, solo puede construirse reorganizando desde la base misma el relato de nuestra existencia como país y como pueblo. La decisión de impedir e imposibilitar la re-re-repostulación de Morales Ayma a la Presidencia es una determinación de carácter trascendente para abrir las puertas de un futuro que hoy pareciera estancado para el conjunto del pueblo boliviano, para los que son conscientes de ello y para los que no.

15 de noviembre de 2016

LOS CUATRO PILARES

La oposición en Bolivia tiene cuatro pilares que la sustentan, pero ninguno de ellos sirve (por si solo) para construir una alternativa al etnonacionalismo autoritario que preside Morales Ayma y cuyo único objetivo es perpetuarse en el poder, a como de lugar.

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Están los restauradores, que sueñan con volver a la República como ellos la conocieron (olvidando que hay varios tipos de repúblicas) y en la que seguramente gozaban de algunos privilegios hoy perdidos; este grupo es el más disperso de todos porque no tiene un liderazgo visible que los represente, pero están fundamentalmente incrustados en el Movimiento Demócrata y Social que lidera el Gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas. Rubén no puede subir la cordillera y crecer en Los Andes, no porque sea camba, sino porque en occidente no hay resquicio ni posibilidad alguna para un discurso restaurador.

Doria Medina se esfuerza por ocupar el lugar del "supuesto saber" como le llaman los psicoanalistas al lugar que ocupa el analista; un sitio para alguien en quien confían los demás porque creen que puede intervenir y solucionar los problemas, porque su legitimidad se basa en que dice saber todas las respuestas. Doria Medina y su entorno están convencidos que cuando se agudice la crisis económica los bolivianos vamos a buscar a quien pueda ayudarnos y lo encontraremos a él, guardando las recetas, las fórmulas econométricas y listo para salvarnos.

Hay otra tendencia que es la polarizadora, que plantea que cansados de tanta mentira, corrupción, ineficiencia, desigualdad social, injusticia, abusos, etc., al profundizarse el rechazo al actual gobierno y su deseo de perpetuarse al infinito, los bolivianos vamos a buscar en las antípodas del régimen algo totalmente distinto, que si pastor de cabras el uno, licenciado de Harward el otro. De allí proviene el duro discurso de Tuto Quiroga, quien confía que en esa búsqueda, nadie mejor que él para habitar y trascender desde las antípodas.

Luis Revilla es el mejor posicionado de los renovadores. Ellos consideran que este taponamiento político tiene que acabar algún día. El año 2005 los candidatos eran Doria Medina y Morales Ayma, el 2010 los candidatos eran Morales Ayma y Doria Medina, el 2014 (adivinen ustedes) los mismos dos y algún tercero menos importante. Morales Ayma y Doria Medina se han convertido en los tapones que impiden la renovación, tanto en el oficialismo como entre la oposición, y ambos tienen (desgraciadamente) las condiciones materiales para seguir taponeando el futuro. Los renovadores consideran que esto debe terminar ahora y que el 2019 nos puede brindar la dicha de ver otros rostros y nuevas propuestas.

El problema de estos cuatro proyectos (que en otras circunstancias podrían ser a cada cual mejores) es que son incapaces de generar una propuesta y un relato alternativos, porque están anclados y viven todos los días del puro enfrentamiento contra el gobierno masista. Ninguno de ellos está dispuesta a reconocer rasgos positivos en el gobierno que encabeza Morales, toda su existencia está condicionada y depende de pelear contra Morales Ayma, sin resquicios para pensar, al margen del cocalero déspota y tiránico, en el futuro del país. Todos hacen política para bajar a Evo del trono, para apurar su derrota definitiva, y eso no es una alternativa.

Aclaro que es el régimen masista el principal culpable, porque desde el primer día ha roto todo dialogo y ha envuelto al país en su visión predemocrática, falta de dialogo, incapaz de mirar de frente a los ojos de los otros y hablar de igual a igual. Eso ha generado un ambiente denso, ha impuesto una forma adversa al relacionamiento político, que nos ha retrocedido como país al siglo XIX, sin opciones.

Quien logre romper el sino opositor podrá alzarse con el liderazgo del futuro, pero nadie sabe cómo. A mi se me están ocurrido algunas ideas...

19 de abril de 2016

UN PERFIL EQUIVOCADO

Escucho al diputado Borda en Dialogo en Panamericana y me doy cuenta que para el MAS el Defensor del Pueblo es innecesario. Borda lo confunden con un defensor de los Derechos Humanos. El Defensor del Pueblo no es un defensor de los Derechos Humanos (que también), sino un defensor del cumplimientos de la ley y de las normas frente a los abusos y atropellos del Estado.

Este concepto ha de ser difícil de comprender desde el populismo autoritario, porque ellos confunden el Estado con el pueblo, lo mimetizan, por lo que será inútil defender al pueblo de si mismo.

El error es de concepto y marca la diferencia entre democracia y autoritarismo. El gobierno de Morales es autoritario, porque considera que el Estado es la encarnación institucional del pueblo, cree que estar al servicio del Estado es lo mismo que estar al servicio del pueblo, que es el mérito más importante al que puede aspirar todo ser viviente. Al contrario, si criticas al Estado, estás automáticamente atacando los intereses del pueblo.

El estado es una maquinaria burocrática que defiende intereses que le son propios, que pueden ser cercanos o no a los intereses de la ciudadanía, pero que habitualmente tienden a proteger los intereses y derechos de unos en desmedro de los de los otros. A esa finalidad vista en su devenir histórico los marxistas le llaman "el contenido de clase del Estado"; una clase social se realiza a través del Estado, haciendo suya la historia.

En el caso del Estado plurinacional de Bolivia, ese contenido empieza a hacerse visible. Y esa visibilidad nos muestra lo imperioso de la tarea del Defensor del Pueblo, frente a un Estado cuyo contenido de clase está más ligado a la realización de los interesas de los productores de coca del Chapare y sus derivados, que a los industriosos burgueses de Santa Cruz, o los emprendedores de El Alto.

De un Estado mafioso, como expresa con preocupación la propia Iglesia Católica en Bolivia, si hay razones para defenderse.

14 de abril de 2016

ELIGIENDO AL OMBUSDMAN

El problema para organizar la candidatura a Defensor del Pueblo en Bolivia es que esta pasa por una decisión de la Asamblea Legislativa, donde uno de los partidos tiene una mayoría suficiente (2/3) como para imponer sus candidatos sin consultar ni concertar con ningún otro.

También está la calidad de los senadores y diputados que deciden la designación. Me refiero a los valores expresados por cada uno de los representantes devenidos en electores, que no condicen con los que presupone la responsabilidad del Ombusdman; el ejemplo más claro es el valor que el conjunto le otorga a la formación personal y académica de los candidatos… es de entender.

Para evitar que los mejores profesionales o activistas de los derechos humanos o la defensa de los más humildes esquive la convocatoria, el Estado debiera actuar como cuando lo gobernó una dictadura y establecer un Servicio Civil Obligatorio; un sistema que obliga a aceptar las designaciones a las que ningún ciudadano pueda negarse.

Pero como el régimen debe mantener la careta de “democrático”, los ciudadanos interesados deben postularse voluntariamente para ser evaluados y electos. ¿Alguien cree que en estas condiciones, algún ciudadano que reúna las condiciones y credenciales que lo conviertan en un postulante idóneo y ejemplar, se va a presentar? Puede ser que veamos a personas interesantes, más con una actitud testimonial que con expectativas serias.

Usted, ciudadano o ciudadana que está leyendo, ¿se pondría a disposición de un grupo que lo vaya a evaluar por sus acciones u opiniones si no son obsecuentes con la rapiña del régimen, cuando sabemos que la calificación depende de la aceptación o no de una rosca masista corrupta que defiende el secreto de sus fechorías?

Y suponiendo que nos eligieran, para cubrir y disimular la parcialidad de los asambleístas, ¿pasaría Usted por el sainete de tener que explicar asuntos que los examinadores ni entienden, ni les interesa saber, porque por consigna previa, emana en sinuosos lupanares, ya saben por quién tienen que votar y elegir en consecuencia?

Si alguien cree que esto no es una afrenta a la dignidad de las personas y ciudadanos con condiciones para competir por semejante encomienda como es la de Defensor del Pueblo, que vaya y se presente. Para él o ella, mis mejores deseos.

6 de abril de 2016

EL DEFENSOR DEL PUEBLO

El Defensor del Pueblo, está deformado en su concepción boliviana por la visión ultraestatista del equipo político que gobierna Bolivia. Ellos conciben el Estado como el todo que contiene al conjunto de la población y así lo dicen: "el Estado es el pueblo".

De esa manera el Defensor del Pueblo se convierte en un funcionario dentro del Estado que defiende los derechos de la gente, sus derechos universales, sus derechos humanos. No goza de ninguna autonomía, porque el concepto parte del principio que es el Estado en su conjunto que cumple cion esa labor, siendo el Defensor un funcionario operativo que ejecuta esa encomienda.

Y no es así. El Ombudsman (que es su nombre germano de origen) tiene por finalidad defender a la ciudadanía de los abusos del Estado, de cualquier Estado. El Defensor del Pueblo no es un defensor de los Derechos Humanos, eso somos todos, en el Estado o fuera de él. Para ello debiera gozar de total independencia y aunque sus resoluciones no sean de obligatorio cumplimiento, su fuerza moral las hace ineludibles; para ello se requiere una personalidad consensuada entre todos, elegida entre todos y respetada por todos.


El Defensor del Pueblo tiene como tarea el evitar que el Estado y su poder trasgreda los derechos ciudadanos y que cumpla la ley constitucional sin aplicarla en su propio beneficio y en desmedro de los derechos e intereses de las personas. Esa es su función, sino, es innecesario.

28 de julio de 2015

UNA ALTERNATIVA DE PODER

Ayer han sido dispuestos al público reveladores datos sobre la disminuida capacidad de la China para seguir creciendo su consumo de materias primas, y con esto, la caída de los precios a niveles que no se veían en años. Entramos en una etapa o ciclo de precios bajos y de ingresos bajos, para todos los países que como Bolivia dependen de dos o tres productos. Ha llegado el tiempo de las vacas flacas.

Y como repetía el sociólogo belga Guy Baijot, cuando decrecen los ingresos y hay menos dinero para repartir suceden dos cosas inevitablemente en los países de escaso desarrollo relativo (vaya nombrecito) o subdesarrollados, para utilizar un léxico obsoleto. Dos cosas, en todos los casos. La primera es que en el bloque de poder, articulado por las élites poco productivas de sectores y grupos sociales que medran del Estado, se empiezan a desprender los descontentos, porque ya no consiguen lo que quieren o no acceden a los privilegios que se les habían otorgado en momentos de bonanza.

La segunda, es que en el "pueblo" (utilizo este nombre siempre para diferencias a los que mandan de los mandados, el pueblo es siempre un algo contra el poder) emergen también los descontentos que hasta ahora se habían mantenido quietos y callados, porque les llegaba algo de las migajas al caer de la mesa de los poderosos, o porque la intimidación o la represión, los tenían obligados. El descontento en el pueblo empieza a hacer olas.

El resultado es el encuentro entre los descontentos que bajan con los descontentos que suben, y ese encuentro es el que produce la posibilidad de un Bloque Social de Poder Alternativo. El discurso es  el mismo cada vez, los que bajan reclaman eficiencia, modernidad, transparencia, honestidad; los que suben exigen justicia social, igualdad, mejores oportunidades, inclusión, respeto y dignidad. El plato está servido.

Solo en ese momento se le puede pedir a la oposición la articulación de un discurso diferenciador y alternativo, y solo en ese momento los nuevos actores pueden superar a los viejos y desgastados políticos. Otra cosa es como conjugar el discurso emergente, en este siglo donde lo digital y la abundancia ha reemplazado a lo analógico y su cultura de la escasez; esa amalgama compleja es la que debe nacer los próximos años, en Bolivia y en América Latina, porque un grupo importante de países estamos viviendo lo mismo.


23 de enero de 2015

EL RITUAL DE TIAWANAKU

La República, la Nación, el País, son conceptos que pueden contenernos a todos los habitantes y estantes de un determinado territorio. El Estado no, ningún Estado.

El Estado es una maquinaria, un conjunto de instituciones y/o aparatos burocráticos, cuya función principal es permitir y legitimar el gobierno de unos sobre otros. Quienes logran (legítimamente o ilegítimamente) apoderarse de ese conjunto de aparatos, adquieren la capacidad de tomar decisiones que otros tienen que acatar. Por eso, cuanto más democracia mayor reparto multipartidario del poder estatal, y cuanto menor, más concentración y centralización alrededor de un solo grupo. El discurso populista narra esta apropiación disponiendo y machacando la idea de que el Estado populista es el pueblo. Desde la vereda ciudadana, a esos grupos se le llama oligarquías o nomenklaturas, en Bolivia los conocemos de siempre, les llamamos “roscas”.

Cuando el gobierno boliviano pasó de ser el de una República, a ser la rosca del Estado plurinacional (yo le llamo en sorna pluritutifrutico, porque no me creo eso de la nación cultural) selló contra la ciudadanía la condición de súbditos desplazados del poder, y dejó a la sociedad (la sociedad civil y la sociedad a secas) a merced de las decisiones de quienes tutelan el Estado. Para justificar semejante arbitrariedad, el poder se autocomplace y regodea asegurando que “el pueblo” es quien domina y gobierna el Estado. Para que eso sea creíble es necesario un relato mítico que explique los orígenes y el destino de esa apropiación estatal. El mito está creado, la gente repite y cree (parcialmente al menos) esta fábula.


Por eso la lucha política en Bolivia se desarrolla fundamentalmente en el terreno de lo simbólico, a pesar de que la articulación de las alianzas con los grupos que asemejan representar la diversidad social sea pragmática y gire alrededor de demandas concretas y no de naturaleza cosmogónica e ideológica. Esta paradoja se produce porque la intermediación entre el Estado plurinacional y la sociedad está circunscrita a la relación entre el gobierno y los “movimientos sociales” que son entidades corporativas, por lo que su cohesión está signada por la capacidad de cada uno de ellas de alcanzar objetivos materiales, por su participación espuria en el reparto del excedente concentrado en las arcas del Estado.

Eso explica la necesidad recurrente de retorno a las wiphalas, cuando ya parecían olvidadas y poco tienen que ver con el discurrir cotidiano del modelo desarrollista y extractivitas, clientelar y patrimonial, remozado por el MAS estos últimos diez años. De vez en vez, una cada año, el relato mítico busca encarnar un paradigma, el paraíso prometido de los cristianos, la sociedad sin explotados ni explotadores de los marxistas, la llegada del tiempo del Pachacútuec incaico.

Imaginemos un sueco, o un canadiense, joven, buscando horizontes que la crisis del paradigma democrático occidental parece ya no ofrecerle, y de pronto, en lontananza, divisa a un indio sudamericano que le habla de Jerónimo o Toro Sentado, o de los mapuches del sur, los lapones nórdicos, de las tribus en Borneo, o de los zulúes del África; ligando toda esa llamativa marginalidad digna del Buen Salvaje rusoniano a un llamado a detener la destrucción del planeta tierra, al equilibrio con la naturaleza, al encuentro de cada quien consigo mismo, como copiado de un manual New Age. Cualquiera gastaría tres mil dolaracos en confeccionar un traje para tan singulares eventos, incluido el cetro; y muchos más dolaracos aún para desenterrar a los amautas ocultos en todos los rincones de la tierra y completar los extras de la película. A pesar de ser un cuento, una patraña vil y mentirosa, como han sido todas esas quimeras a lo largo de la historia humana, hay que reconocer sus pretensiones y cuán lejos pretenden llegar. En el Estado pluritutifrutico no cabemos todos, pero en el mito sí.

Con semejante batería, sin contestación relevante al frente, los masistas seguirán haciendo lo que quieran, en beneficio propio y de los cuatro amiguetes que les quedan, durante varios años más. ¡Felicidades!

16 de noviembre de 2014

SIN SITEMA DE REPRESENTACIÓN POLITICA

Roger Cortez dijo en “Dialogo en Panamericana” que pasadas estas últimas elecciones y vistos los resultados, la intermediación entre la ciudadanía y el sistema político nacional se ha roto o ha desaparecido. Yo estoy de acuerdo con él: Hay un solo y único partido que mantiene la capacidad de representar las demandas populares (que es una entelequia carente de definición) y no así las ciudadanas, que no cuentan ya con ningún mecanismo institucionalizado de expresión eficiente, que permita trasladar las exigencias o reclamos al espacio de decisión política, que pueda convertirlas en acciones y políticas públicas, en beneficio del bien común. Todo ha quedado en manos de un intérprete solitario y la rosca palaciega que lo circunda, que por sus características ideológicas y de intereses grupales, no tiene capacidad ni de escucha, ni de otorgar sentido, y menos de representarlas a la hora de la gestión gubernamental.

Los partidos políticos (salvando al MAS, que por otras razones no puede) se han anquilosado alrededor de minúsculos grupos burocratizados, donde es imposible sobresalir por el trabajo, las ideas o las iniciativas de los pocos militantes que los conforman, sino por el lugar que cada quien ocupa en un imaginario escalafón, en manos de tres o cuatro dirigentes entusiasmados por el pequeño poder que ostentan, que ponen y sacan, premian y castigan a su antojo. Ellos no son conscientes de esa su triste realidad, creen que el voto electoral avala sus acciones y son incapaces, por ello, de mirar más allá de su entorno y llegar donde están las ideas, las demandas, las iniciativas… que han quedado fuera de los partidos, entre una ciudadanía desvalida, que no cuenta con sistema político para representarse.

El desafío entonces es reconstruir el sistema de intermediación política, pero si los partidos se han convertido en mecanismos obsoletas para ello, ¿cómo poder hacerlo?


En tiempos de las redes distribuidas, insertos en el mundo digital de la abundancia, hay que dar un salto de la cultura analógica a la nueva cultura, la digital. Se trata de una nueva manera de pensar y actuar que debemos empezar a poner en práctica, porque se ha perdido el tiempo de las quejas, ahora hay que buscar soluciones. Se trata de construir herramientas que logren canalizar efectivamente la intermediación perdida, y reconstruirla. Se trata de organizar para el conjunto de la sociedad y sus requerimientos políticos, un espacio que permita visibilizar las demandas ciudadanas de manera horizontal y carente de artificiales liderazgos impuestos por el voto, pero incapaces de incidir en las decisiones trascendentes.

A eso me voy a avocar. A construir esas herramientas. Mi objetivo será cerrar el año 2015 con ellas funcionando y con la capacidad de visibilizar y representar las demandas ciudadanas dispersas frente al poder político, desde fuera del sistema, porque el sistema no existe.

¡Manos a la obra!

5 de julio de 2014

RECORDS EN LA RED

El Blog de Carlos y el Feis de Samuel


Habrá que recordar estos días de campaña para saber cuán importante es la Red (con mayúscula) para la información que se transmite desde la Política (también con mayúscula) hacia los ciudadanos y las ciudadanas. Valga decir que hasta ahora, seguidores más y seguidores menos, todos los políticos importantes en Bolivia tienen un lugar en la Red; sobresales las redes sociales, donde no falta nadie, salvo Evo, el inefable.

Destaca y desde lejos Samuel Doria Medina, porque ha logrado batir un récord de visitantes (que no es lo mismo que visitas, un visitante puede haber visitado una misma página cientos de veces). Su página en Feisbuc (Facebook en inglés) ha superado los 100.000 “me gusta”, convirtiéndolo en el político y candidato boliviano que intenta comunicarse con sus electores sin intermediaciones, que es la característica esencial en la web.


Al mirar el Feis de Samuel uno puede apreciar que hay detrás de la pantalla o el smartphone un trabajo profesional, realizado desde alguna empresa especializada, lo que le da una gran ventaja estética, es una página excepcionalmente bien presentada, aunque eso provoca también algunas desventajas. La primera es la moderación (del moderador); solo se ven los comentarios “buenos”, los que alientan y hablan positivamente del candidato, dejando pasar a veces alguna crítica tenue, para equilibrar. El otro problema es lo muy bien trabajado de la página, que le quita espontaneidad, porque está claro que Samuel no tiene tiempo para diseñar y desarrollar algo tan agraciado.

El objetivo de un candidato en las redes distribuidas es conseguir que su sitio se convierta en un lugar de "swarming", que concentre alrededor suyo el debate ciudadano, que aprovecha su posicionamiento en la red, para convertirlo en lugar de encuentro, discusión y decisiones. Así se han construido la más de las veces las ciberturbas que han conmovido al mundo y que tanto bien le hacen a las democracias contemporaneas, mostrando que hay diferentes caminos para renovar y democratizar la política, siempre tendente a la oligarquización partidaria.

Carlos Mesa en su blog (que no debiera ser punto com, sino punto net) ha logrado 450.000 visitas (que no es lo mismo que visitantes), lo que lo convierte en el blog más importante de entre los que hacen opinión, con una influencia innegable sobre la Opinión Pública. Carlos fue siempre un comunicador de vanguardia, desde la televisión con su programa “De Cerca” que mirábamos todos los que nos apreciábamos de saber y estar al día en algo, hasta este su blog, cuando el debate público trasciende de la televisión a las redes de manera inevitable.


En Tuiter (Twitter en inglés) ambos personajes encabezan la lista de los más seguidos en Bolivia, lo interesante es que ambos gozan en ese espacio de la espontaneidad que tienen los que trinan de verdad. Si alguien quiere comunicarse con Samuel o con Carlos, solo tiene que “trinar” (poner un tuit dirigido a ellos, @SDoriaMedina o @carlosdmesag) porque tengo comprobado que ambos leen los tuits y los consideran; más les vale (y este es un consejo para todos) porque como los tuits no pueden borrarse desde el lado del receptor, es bueno pensar en ellos y responderlos o aclararlos a tiempo. En Tuiter, ambos personajes son una delicia, para diferentes gustos, es verdad, pero son hasta el momento, lo mejor que tenemos.


Lo digo porque en el “mundo de la abundancia”, que es el mundo de la Red, donde hay todo lo que uno quiere al alcance de la mano y basta buscarlo en Google para encontrarlo a raudales, el que algunas personas nos hayamos detenido cuatrocientas cincuenta mil veces para leer a Carlos, o que cien mil personas diferentes hayamos marcado como a un preferido el Feis de Samuel, es un éxito de comunicación indudable. Será central en la campaña política que se avecina, sobre todo en el caso de Samuel Doria Medina que es un candidato con posibilidades.

10 de abril de 2014

EL MIR SE REÚNE (diez años después)

Jaime Paz Zamora decidió avalar que un grupo de amigos suyos, militantes del que fuera el Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR), se auto-convoquen en nombre del viejo partido, con listas cerradas, para encontrarse este sábado (12.04.2014) en la ciudad de Cochabamba y discutir qué hacer. No me han invitado y por ello no iré, pero tengo un par de cosas por decir al respecto.

Primero: Es una reunión que llega tarde. Diez años tarde, porque debió hacerse pasado el fatídico 2003, cuando todo se cayó y vino luego la pérdida de la personería jurídica que nos mandó al ostracismo y que dejó a cada quién, como “gallina sin guato” a expensas de su propio destino, haciendo y deshaciendo por nosotros mismos lo que bien se podía, durante una década.

El esfuerzo realizado por recuperar la personería perdida es digno de elogio, pero se hizo también años después de lo que correspondía. Un falso concepto patrimonial subyace al problema; se pensó que no importaba el tiempo y que cuando el Jefe "tocara el pito" todos estaríamos detrás, dispuestos a cumplir designios. El MIR queda como un sentimiento enraizado en los corazones de miles de militantes aguerridos, pero se esperó demasiado, dejando que la fuerza acumulada se perdiera entre la bruma de la nostalgia, que nos acompaña a todos.

Segundo: No sé si es momento para ajustar responsabilidades, o tendrá que dirimirlas la historia. Me queda claro que hay cargas pendientes, por ejemplo, por qué no se permitió (y se saboteó) la candidatura de Hormando Vaca Díez el año 2005, decidida por unanimidad en el Encuentro Nacional de ese año en La Paz, lo que obligó al MIR a no presentar candidatura presidencial en esas elecciones; o por qué no se pagaron las multas devengadas de semejante fracaso y se dejó que la personería del partido se fuera al garete y dejara de existir.

Tercero: Un encuentro de militantes no puede hacerse solo entre las listas de amigos que se han elaborado después de diez años de vacaciones. Solo faltaría que quienes se reúnan, a la vieja usanza, decidan auto-nombrarse una Dirección Nacional “transitoria”. Una reunión de estas características debiera convocarse abierta, sin restricciones y sin tapujos. Si no, será solo un encuentro entre viejos amigos, carentes de fuerza y compromiso con la nación, porque si hay un mirista en cada rincón, todos debieran tener el derecho a la palabra.

Cuarto: ¿Cuáles son las líneas de trabajo y qué se va a discutir?

Como la recuperación de la personería jurídica y la sigla es algo imposible de lograr, hay quienes dicen que se debiera encontrar cobijo en otras siglas vigentes. ¿Para qué? ¿Para intentar relanzar una candidatura en las elecciones del 2014? Parafraseando: “Ya estamos demasiado viejos para hacer el ridículo”; un 5% que podría lograrse con esfuerzo sería un triste final para semejante organización que pretendió ser histórica. La única salida en conjunto, con Jaime Paz a la cabeza debiera ser sumar las filas de la Unidad Posible, sea cual sea el candidato de un encuentro entre dos miristas, Juan del Granado y Samuel Doria Medina y, desde otra vertiente democrática, el Gobernador cruceño Rubén Costas. Toda otra decisión sería meter ruido y perjudicar la difícil alternativa de unidad democrática que apenas se está construyendo y que nadie sabe si se logrará hacer.

Otra opción sería que otra vez el MIR emerja sin candidatura. Replegadose en lo regional y fortaleciendose desde ahora para participar en las elecciones del 2015. Como gustó siempre a Jaime Paz, ir desde las regiones a la nación, lo que permitiría medir los liderazgos regionales y fortalecerlos en cada departamento, para reencontrarse con una agrupación renovada. Esa es una salida digna, pero deja de lado, por razones de edad, a los viejos dirigentes que son quienes convocan esta reunión. La ventaja sería el dejar hacer a cada quien lo que considere fructífero durante las elecciones del 2014, reavivando presencia y liderazgo, allá donde sea factible y útil a la democracia y al bien común.

Finalmente está el entrismo al MAS. No van a faltar propuestas de entrar y participar del Proceso de Cambio. Imagino los argumentos, que no son baladí: siempre planteamos y quisimos lo mismo, venimos de cuna socialista y fueron nuestros ideales, si hubiéramos tenido la oportunidad hubiéramos decidido políticas parecidas, pero no se pudo. Mitad verdad y mutad mentira, si hay algo que ha marcado al MIR y su generación, ha sido el compromiso con la institucionalidad democrática; no se puede entender la cultura democrática y electoral del pueblo boliviano sin el MIR de hace tres décadas atrás. Ese es un patrimonio contradictorio con cualquier tesis de entrismo a las filas populsitas del autoritarismo etnonacionalista y centralista del MAS.

Todo intento de argumentar que la presencia de los miristas dentro del “Proceso de Cambio” podría ayudar a reconducir y democratizar este proceso es una careta para recuperar una pega y hacer algún negocio. Sería una vergüenza. Finalmente la mitad de lo que fue el MIR está ya en las filas del MAS; basta mirar las actuales autoridades y ver a los muchos compañeros de antaño; si ese es el camino, dejemos que cada cual decida hacerlo, nadie sujeta a nadie y si alguien cree que colaborando con el MAS puede ser de gran ayuda, que vaya y jure, a estas alturas no sería una sorpresa para nadie.

19 de marzo de 2014

TRILOGIA

Hace años que vengo repitiendo, como un loro y sin cansarme, que la trilogía dell narcotráfico, la corrupción y las organización de mafias, vinculadas (los tres) orgánicamente al MAS y a la burocracia estatal masista, serán la tumba del Proceso de Cambio y de sus líderes. Un botón para ejemplo de lo que fueron advertencias varias, cuando el año 2009 denunciábamos "El Contenido de Clase del estado plurinacional", utilizando un lenguaje tradicionalmente marxólogo: "Solo falta que se encuentren los tres, la burocracia corrupta, el narcotráfico y las mafias sindicales, que se conozcan bien, que se den cuenta que sus intereses son convergentes. Que se organicen..."


Y no es que "la historia nos esté dando la razón", es que hemos visto muchas veces la misma película y sabemos cómo acaba. La literatura latinoamericana ha descrito esto de Evo desde diferentes ángulos y con diferentes matices, hasta con lujo de detalles, revisemos Señor Presidente, Yo El Supremo, El Otoño del Patriarca, La Fiesta del Chivo... y cuantas otras más. Todas empiezan igual y todas terminan igual. No estamos descubriendo nada que esté alejado de la memoria de los pueblos latinoamericanos.


Hormachea ahora y enseguida Sosa han disparado los detalles escabrosos de la corrupción, la extorsión, la falta de ética y escrúpulos para gobernar. De las mafias ya sabemos y es cosa de averiguar un poco más, el prebendalismo y la clientela asomada a los balcones de los llamados "movimientos sociales" que son en realidad grupos masistas, más o menos organizados, que sustenta efectivamente al gobierno y que son y serán capaces desde perseguir personas chicote en mano, hasta bloquear instituciones, o "tomar las armas", según requiera el proceso, a cambio de prebendas, pegas, becas, concesiones varias, a cambio de dinero.


Queda por develar con ese detalle y valentía (mis respetos a Carmen Eva Gonzalez) la relación orgánica y el entretejido que hay entre el gobierno y el narcotráfico. Creo que con los personajes que han empezado a "cantar" (junto a algunos otros que el proceso degradado irá expulsando) se puede reunir información suficiente, y hacerla pública para asustar a todos, a los bolivianos primero y de allí a la Casa Blanca o el Palacio de la Moncloa, pasando por Itamaratí, que alguito tendrán que opinar sobre semejantes temas, así lo hagan entre bambalinas.


Y al pueblo de Bolivia. A quienes me dice preocupados que esto no servirá para nada porque no cambiará el voto, quiero decirles que no importan tanto lo que cambie del voto masista, fundamentalmente campesino, suburbano, falto de información y alejado del conocimiento y la educación modernos; ellos tienen razones suficientes para seguir votando por Evo y hay que saber reconocerlo. Pero lo que si importa es el remezón en las ciudades, grande y pequeñas, no para conseguir más o menos votos (ese es un problema de los candidatos y espero que hagan sus tareas bien), sino para cuestionar el destino patrio, el de cada uno de nosotros y el de nuestro hijos y los que vendrán después. En un país como el que Evo y su pandilla están construyendo, hay muy poco futuro para construir el bien de todos.


Estamos de corrupción, inseguridad y cocaína, hasta el cuello y esperando que "no hagan olas". Lo que sobran son billetes y ese es como el opio de este pueblo, en este momento.

18 de diciembre de 2013

RECAPITULANDO

Algunos creerán que esta historia empezó cuando a Ostreicher lo tomaron preso, le embargaron los bienes, le robaron el arroz y quisieron quedarse con su dinero para repartírlo entre algunos villanos, seguros como estaban de que se trataba de un miserable gringo por el cual no reclamaría nadie. Esa ha de ser parte de la cotidianidad del masismo y su singular forma de mirar el mundo (cosmovisión se llama) y hacer su revolución, por la que deben haber pasado unos y otros, y que dios nos libre de que nos suceda a cualquiera de nosotros, porque nadie se va a enterar siquiera. ¡Quien tuviera un amigo poderos como el Embajador Sean Penn!
La historia empezó cuando este actor llegó a Bolivia, la segunda vez, no invitado por Evo que ya lo había nombrado su Embajador, para defender a la Madre Tierra, promocionar la quinua y para devolverle el mar a Bolivia en ese entonces cuando se negociaba con Chile. Llegó enviado por la comunidad judío-norteamericana para ver qué pasaba con ese hermano que se fue a meter allá tan lejos y descubrió en la cárcel de Palmasola, con sus propias palabras, “el tipo de salvajismo humano que sólo imaginamos en pesadillas”. Entonces salió a la luz pública lo de los abogados masistas extorsionadores que actuaban desde la mismísima Presidencia plurinacional y el Ministerio de Gobierno; se descubrió que le habían sacado dinero a todos los dirigentes de la oposición, en filita y a cambio de nada, según la lista de Terrorismo I y Terrorismo II, de Gastos Reservados I y Gastos Reservados II; hasta que se metieron con Ostreicher aplicando la receta, apareció Sean Penn y obligó a parar.

Ahora se ha escapado el “cuerpo del delito”, lo ha hecho en una operación profesional y de su huida se hablará en la cronología del heroísmo fantástico de los norteamericanos por la libertad, durante mucho tiempo. Puede ser que filmen una película que rompa taquilla y que muestre a Evo Morales no como el libertador de los indiecitos del mundo, sino como un émulo de Idi Amin Dada, cercando a su país con una muralla de hierro de la cual es necesario escapar. Así de exagerados son en Hollywood haciendo sus películas.

Lo que me queda a mi es la frace lapidaria: “el tipo de salvajismo humano que sólo imaginamos en pesadillas”. Los bolivianos no parecemos darnos cuenta, porque estamos acostumbrados desde mucho tiempo atrás, como les pasa a los pueblos de cultura autoritaria, crueles con los de abajo, serviles con los de arriba. Y no darnos cuenta es la mejor manera de vivir adormilados, estancados sin desarrollo, votando por alguien como Evo Morales y militando en el proceso de cambio que promete desde hace ya una década el MAS.

9 de noviembre de 2013

CUENTAS PLURINACIONALES

He leído un folleto del Ministerio de Relaciones Exteriores sobre la “rendición de cuentas” del Estado plurinacional. El impreso recuerda que en la primera reunión de gabinete allá por el 2006, se tomó la decisión (falaz y demagógica, a la vista de los resultados y la actual "austeridad") de rebajar los sueldos de los funcionarios de jerarquía, como señal de “transparencia y honestidad”. También hace un recuento sobre la historia de la “rendición de cuentas” en Bolivia, empezando en Tiahanacu y el Incario, cuando casi no era necesaria –reza el cuadernillo– porque se gobernaba en comunidad, permitiendo la participación de todos; hasta la fatídica llegada de los españoles, cuando todo se corrompió y los pueblos fueron apartados del gobierno, que quedó en manos de truhanes y porquerizos –eso ironizó yo–. También hay un párrafo dedicado a la República donde se afirma que todo siguió igual que en la colonia.

Hasta la llegada de Evo Morales inaugurando el proceso de cambio (con mayúsculas en el impreso) que aparece pretenciosamente como una nueva era, aunque sea bajo algo así como un retorno a la supuesta participación y transparencia precolombina, que se sintetiza -según la Cancillería- en sendas reuniones programadas entre masistas y representantes obsecuentes de sus movimientos sociales, donde una autoridad describe los maravillosos logros alcanzados, se hacen preguntas (el folleto describen qué tipo de preguntas deben hacerse), se firma un acta y ya está. Esa es la rendición de cuentas.



Más allá de las dudas sobre la veracidad de las afirmaciones del ”todo tiempo pasado fue mejor”, que se basa en la trilogía paraíso-infierno-paraíso de la teleología del sentido común contemporáneo, con la que se pretende engatusar a la gente, está la soberbia reiterada de creer que el proceso de cambio ha inaugurado una nueva era de felicidad.

Pero lo grave es la mentira. Si se quiere fiscalización y transparencia existen herramientas digitales que dan la posibilidad de poner a disposición pública no solo los datos, sino los procedimientos burocráticos en las instituciones de gobierno, que son el alma de las políticas que rigen a las naciones. Una sería suficiente para mostrar la buena intención, pero no, este es uno de los gobiernos más cerrados y que menos acceso permite a la información sobre lo que sucede dentro de los aparatos estatales.

Debo destacar (si visitamos la página web del Ministerio de Relaciones Exteriores) que existe un archivo de importantes documentos publicados en Cancillería, que dan cuenta de decisiones e investigaciones realizadas, pero en ningún caso de los datos y la descripción de los procesos, y menos interactivos para la participación ciudadana, como exigen las demandas contemporáneas en las redes distribuidas.

La alternativa es dejar de prometer y empezar a hacer; un partido y un candidato con futuro, debieran construir ahora esas herramientas adaptadas a Bolivia y ponerlas a funcionar, con los datos y procesos que se pueda disponer, mostrando cómo, cuando cambie el gobierno (cambia, todo cambia) y el MAS deje el poder, se constituirá un régimen verazmente transparente y abierto al control ciudadano, desde las redes distribuidas que el Internet está demostrando que sí funcionan.