Me encantó la receta de siempre, puesta a marchar otra vez: lo de la red privada de corrupción y extorsión que presentó en “Diálogo en Panamericana” el analista (?) Hugo Moldis. Según él, son las viejas estructuras estatales que no terminan de morir, a pesar del proceso de cambio, las que se expresan a través de organizaciones y acciones de este tipo, circunscritas estrictamente al ámbito de iniciativas privadas de personajes siniestros, infiltrados (tan honestos y transparentes, los infiltraditos) al interior del gobierno de Evo Morales.
En lo personal, lo único creíble de toda esa idea, es lo de los personajes siniestros. Lo demás es un cuento chino para personas desinformadas, que cada vez son menos.
En el mismo programa radial, Julio Alvarado expresó su preocupación sobre que “se le vaya a echar tierra al asunto” y todo quede como los anteriores casos, donde operadores de poca monta han quedado pagando los platos rotos, mientras que los verdaderos organizadores y autores de la actividad delictuosa que parece estar conducida desde altas esferas del gobierno, queda intocada, para continuar conduciendo esta especie de mafia.
Comparto la preocupación y estoy casi seguro que así será, pero ‘piano piano, si arriva lontano’, ya la gente, las instituciones, los medios de comunicación, la comunidad internacional y así, todo el mundo, nos vamos enterando de que se trata realmente este gobierno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario