El modelo de intimidación y persecución a los opositores al Proceso de Cambio que lidera Evo Morales Ayma es el centro matricial de la red de extorsionadores y corruptores que viene (mientras no se desbarate) funcionando en el MAS.
¡Hacer la revolución cuesta caro! Hay que financiar un pesado aparato prebendal en el partido, a más de pagar tanto pedido que hace la población, siempre dispuesta a cobrar su apoyo político. Los dirigentes sindicales, vecinales, provinciales, gremiales, los movimientos sociales, en fin, “la movida popular” cuestan una barbaridad. De allí los recaudadores (funcionarios de poca monta que no se meten en los grandes negocios donde solo están los capos, como las adjudicaciones y compras, las carreteras, las nacionalizaciones, o las nuevas empresas estatales), que se encargan de reunir las chauchas para la revolución, el partido y los jefazos. Seis años para estos grupos son muchos años de acción y poder discrecional (pasa en todas partes), luego-luego se empoderan, se sienten protegidos, se creen invulnerables y empiezan a montar el negocito propio.
Para eso necesitan tres cosas: 1) el camino limpio de trabas legales, dejando que quienes deciden puedan imponer sus decisiones, para comprar lo que hay que comprar, para contratar lo que hay que contratar, para juzgar lo que hay que juzgar; 2) hay que empoderar a quienes ejecutan tales decisiones, otorgar funciones extraordinarias, poderes especiales, presencia indiscutible de la autoridad, para que nadie discuta, ni los directores, ni los asesores, menos los jueces, que si se oponen los destituimos de inmediato; y 3) hay que garantizar que los afectados no se quejen ni protesten, amedrentarlos y asustarlos a fondo, y desprestigiarlos como a los que más, anti-patrias, oligarcas vende-patrias, neoliberales, pro-imperialistas, a esos quien les va a creer. Ese es el centro del modelo y todo se ha hecho, siguiendo esa receta.
La razón estructural (porque esto no es entre buenos y malos, que los hay en todos sitios por igual) para que ocurra en el Estado Plurinacional y no hubiera pasado en La República, con anteriores gobiernos, es la matriz masista de represión política que se ha instaurado desde el partido de gobierno con vocación hegemónica de partido único. Imaginemos Terrorismo I y II, Gastos Reservados I y II, a los opositores, uno por uno, en fila india y por orden alfabético. Sin esta matriz, sin esta vocación de controlarlo todo y para siempre, jamás hubiera sucedido de este modo.
Debe haber sido de terror. Y continuará por ahora…
Habría que prenderle fuego a todos los políticos de Bolivia.
ResponderEliminar¿Y ponemos a gobernar a quienes? ¿A los militares, a los sacerdotes, a los sindicalistas? La consigna de "que se vayan todos, o en tu caso, "que se quemen todos" es francamente infantil. La democracia se sostiene sobre la base de los políticos gobernando y cumpliendo reglas de elección, alternancia en el poder, independencia y equilibrio entre poderes. No Roberto, no hay que quemarlos, hay que educar a las nuevas generaciones y reeducar a los que hay, hasta donde se pueda.
ResponderEliminarLas condiciones democráticas de institucionalidad, respeto a las leyes, transparencia en el manejo de la cosa pública e información libre y de calidad sobre las decisiones gubernamentales es hoy plenamente posible, y los bolivianos no somos de Marte, somos humanos como los gobiernos que si lo han logrado, en muchos lugares diferentes del mundo, de varias culturas y costumbres. Nosotros podemos hacerlo también, pero hay que trabajar y comprometerse para que eso suceda.