ALTERNATIVAS

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18 de diciembre de 2024

CARTA ABIERTA


La Paz, 18 de diciembre de 2024  

Señores

    Samuel Doria Medina 
    Carlos Mesa Gisbert  
    Tuto Quiroga Ramírez
    Luis Fernando Camacho Vaca
Presente.

CARTA ABIERTA

Estimados amigos:

Me dirijo a ustedes para felicitarlos por el histórico acuerdo que han alcanzado, un llamado a la unidad de la oposición democrática en Bolivia. Este esfuerzo, que busca consolidar un candidato capaz de encarnar los valores de la democracia, la libertad y la solidaridad frente al autoritarismo, el etnonacionalismo y la corrupción masista, es un hito que merece ser celebrado y reconocido por todas y todos los bolivianos que sueñan con un futuro más luminoso para nuestra patria.

Emprender este camino exige, más que voluntad, un empeño sincero, abierto y generoso. Es imprescindible que este esfuerzo supere las agendas personales para convertirse en un proyecto colectivo que abra las puertas de la igualdad a quienes deseen competir y participar. Solo así podrá cimentarse la confianza de la ciudadanía y germinar un verdadero compromiso con esta propuesta de unidad democrática.

Invito a todas y todos los bolivianos a sumarse a estos proyectos de unidad con fe y esperanza, sin descartar otros esfuerzos que puedan surgir desde diversos espacios políticos y sociales. Lo he dicho tantas veces que ya suena como un mantra: la verdadera unidad no nace de acuerdos entre cuatro o cinco dirigentes, por importantes que sean, sino de la convergencia de intereses de un Bloque Social que se ha unido en momentos cruciales de nuestra historia reciente. En 1952, para construir el Estado Nacional; en 1982, para rescatar la democracia; y en 2006, para integrar nuestras culturas, etnias y regiones en un solo tejido nacional. Ahora, el desafío es monumental: encontrar un modelo de desarrollo "a la boliviana" que nos guíe hacia la prosperidad.

Debo aclarar, no obstante, que estos procesos históricos han quedado inconclusos. Ni hemos logrado una institucionalidad estatal consolidada en todo el territorio, ni hemos construido una democracia con cimientos sólidos, ni la inclusión social ha llegado a abrazar a todos y todas. Estas tareas pendientes mantienen abiertas las heridas de nuestra sociedad, y resurgen como pulsiones latentes en todo momento, impidiendo el surgimiento de una ciudadanía plena y dejando a nuestra nación como un mosaico de comunidades con déficits en su cultura política democrática. Resolver estas carencias es el paso indispensable hacia el desarrollo.

En Bolivia, la unidad se ha forjado históricamente en procesos participativos, articulando las demandas de las mayorías. Esta unidad debe representar a nuestra nación en toda su pluralidad, reconociendo a sectores históricamente relegados y evitando caer en los extremos ideológicos. Es esencial dar cabida a nuevos liderazgos que incluyan a mujeres, jóvenes, minorías vulnerables y comunidades diversas, para renovar nuestra política y garantizar una representación legítima. Es aquí donde el pacto de unidad que Uds. han firmado frente a la nación, puede fortalecerse, comprendiendo e incorporando estas perspectivas esenciales.

Durante décadas, nuestro país ha estado atrapado en un vaivén de modelos opuestos: el fracaso del estatismo ha fortalecido corrientes liberales, y las desigualdades del mercado han devuelto el péndulo al refortalecimiento del estatismo, llevamos así casi cien años. Este ciclo, llamado del "Péndulo Catastrófico", ha sembrado inestabilidad económica, social y política, frenando nuestro desarrollo. Ahora le toca al liberalismo, que con su énfasis en el mercado, la propiedad privada y la inversión, se perfila como el camino más viable para superar las limitaciones que ha impuesto el masismo, pero que por sí solo no puede ofrecer una solución integral. Necesitamos un equilibrio que combine mercado y Estado, donde el primero genere riqueza y el segundo proteja a los vulnerables, garantizando educación, salud y oportunidades básicas.

Si algo falta en vuestro acuerdo, es frescura, es juventud, es renovación. Tras años de lucha y de defender los valores democráticos —algo que nadie puede negarles— existe el riesgo de quedarse atrapados en las alturas del liderazgo, lejos del latido cotidiano del pueblo. Este es, quizás, el mayor de los peligros. Encontrar esa fuente de agua fresca y cristalina, no contaminada por el pasado, es el desafío supremo para que este acuerdo de unidad se convierta en la brújula del futuro.

Desde mi humilde lugar de ciudadano, reitero mi compromiso férreo con este anhelo de unidad. La Cátedra Bicentenario, proyecto que tengo el honor de coordinar desde el Rectorado de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno y el Repositorio de la Memoria Democrática, ha convocado a casi dos mil profesionales de todas las universidades del país. Este espacio está preparado para contribuir con respuestas reales y viables a los problemas históricos y coyunturales de Bolivia, desde una perspectiva que combina la libertad del mercado con la solidaridad hacia los sectores más vulnerables.

La democracia no es solo un sistema político; es el espejo donde se refleja nuestro compromiso con la dignidad y los derechos de cada persona, sin importar sus diferencias.

Con un saludo cordial y los mejores deseos de éxito en esta empresa trascendental, quedo a vuestra disposición. 

Atentamente,

Julio Aliaga Lairana
Sociólogo y Politólogo
Presidente del Directorio RMDB
Coordinador de la CÁTEDRA BICENTENARIO

31 de agosto de 2018

¡Bolivia dijo NO!

La construcción del compromiso con las causas ciudadanas, habilitadas desde la Red, tarda largo tiempo en hacer masa crítica, pero cuando lo logra, es sustancial para  alcanzar resultados coherentes con las demandas ciudadanas.

Este sábado 1º de septiembre de 2018, en la ciudad de Sucre, nos vamos a encontrar cientos de activistas que trabajamos en y desde las Plataformas, los Grupos y Colectivos ciudadanos, detrás de una sola causa: La Democracia.

Nuestro objetivo es que se cumpla la ley y se respete el voto ciudadano, de tal manera que el sistema impida que Morales Ayma y García Linera se re-re-repostulen por cuarta vez, cuando la Constitución limita a dos los mandatos posibles.


Seremos bolivianos y bolivianas de toda laya y condición, de diferentes colores de piel, de culturas distintas, de religiones varias y de ideologías contrapuestas. Lo que nos une es el 21F y su consigna: ¡Bolivia dijo NO!

Triunfaremos si superamos los escollos que vamos a encontrar, cuestionadores de la convocatoria, protestas contra los que están en la testera, reclamos por hablar 30 segundos más, insistencia en saber qué es lo que está detrás de los organizadores… y todos los peros a los que nos obliga la desconfianza recurrente que nos tenemos los unos con los otros.

La consigna interna debiera ser: no podemos pedir lo que no sabemos dar; refiriéndonos a que todos pedimos unidad a los políticos, pero ahora que nos toca, tendremos que dar la prueba de que somos los ciudadanos los que realmente estamos capacitados para construirla.

Para ello, NADIE DEBE SALIR FUERA DEL 21F y el ¡Bolivia dijoNO! Si nos mantenemos dentro de ese círculo y cuidamos de no romperlo, terminaremos siendo amigos, aprenderemos a confiar los unos en los otros, y seremos invencibles.

Sobre esa base debiéramos lograr tres objetivos. Uno primero es una proclama al país, en una página, que diga quiénes somos y lo que queremos, y denuncie a Morales Ayma como un un tirano que quiere perpetuarse para siempre, a costa de la corrupción, la mentira, la violencia y la muerte, el empobrecimiento y el retraso de un país que merece encontrar un destino propio y digno entre las naciones.

También debemos ponernos de acuerdo en al menos una actividad nacional que muestre nuestro empoderamiento, y haga temblar los cimientos de un gobierno que en pocos meses más será delincuencial y no por la cocaína del Chapare, sino porque no cumple las leyes ni el mandato del pueblo soberano.

Y finalmente se debe elegir un grupo de coordinación que tenga la capacidad de hablar con las fuerzas políticas, para que una candidatura de unidad pueda, con nuestro apoyo, ganarle las elecciones al MAS, sea o no Morales Ayma el candidato. Podemos ganarle –pienso– en las urnas y en las calles.

Eso es todo. Pasado mañana podría amanecer diferente el país, si logramos hacerlo. A eso vamos.

9 de abril de 2016

NUEVE DE ABRIL

1952 es el año de la formación de la Bolivia contemporánea, que no moderna, porque Bolivia no alcanzó hasta hoy los mínimos necesarios para llamarse moderna. La Revolución Nacional del 9 de abril es el hito que sentó las bases económicas, políticas, sociales y culturales que perviven hasta nuestros días.


El populismo, eje de la ideología que se impuso como modelo dominante de pensamiento, no ha sido superado hasta hoy. Todos los gobiernos han sido populistas, los ha habido de derecha e izquierda, democráticos y autoritarios, pero en todo los casos ha predominado la tendencia de satisfacer y representar a lo “nacional-popular”, que sin ello, todo intento ha sido marginal y ha estado condenado al fracaso.

La economía, extractivista y monoproductora, ha prevalecido desde entonces, centrándose en la extracción de materias primas como los minerales y los hidrocarburos, siendo marginal todo intento de diversificación hacia otras áreas productivas y peor aún, los intentos de industrialización. Un péndulo, llamado catastrófico, ha movido cíclicamente el apoyo y el compromiso político, desde una visión estatista hasta otra privatizadora, con amplia gama de matices intermedios.

Políticamente han convivido tres formas de gobierno o regímenes, los unos autoritarios sostenidos y fomentados por las organizaciones corporativas y predemocráticas, sustancialmente agrarias; los otros democráticos basado en una aspiración moderna de partidos y aupada por una creciente clase media urbana; y un tercero dictatorial y militarista, que ha contenido momentos intermedios. La otra contradicción heredada gira del centralismo estatal hacia un nuevo tipo de Estado más bien autonómico o hasta federalista, en un ir y venir sin resolución aparente.

Socialmente somos una sociedad mestiza, racial y culturalmente, incapaz de reconocerse como tal. La búsqueda de identidad puso en el centro a “lo indígena” desde 1952, despreciando o haciendo a un lado nuestros rasgos culturales predominantemente occidentales (como categoría civilizatoria mundial) y fruto de un largo proceso sincrético multicultural. Hemos vivido como país escindido entre dos polos culturales, en una perversa dualidad neurótica entre lo que somos y no reconocemos y lo que queremos ser y no aceptamos (esto último sirve por igual para los blancos, los indios y todos los matices intermedios en el país).

Un problema no resuelto, también heredado desde 1952 es el de la independencia e idoneidad del sistema de justicia boliviano. Ninguno de los regímenes se planteó la posibilidad de una reforma de esta rémora institucional, que es uno de los principales problemas nacionales que no se pueden resolver sin un pacto general.

Sin embargo, durante 60 años hemos avanzado significativamente, nadie podría decir que la Bolivia de hoy es similar a la de 1952. Cuatro generaciones han pasado y aportado cada cual singulares experiencias acumulativas, hasta llegar a este resultado. Existe un modelo institucional democrático consolidado en el imaginario social, un mestizaje complejo y distinto al de los otros países latinoamericanos (lo boliviano existe), una clase media urbana que no termina de salir del peligro de retroceder a la pobreza pero que tiene el ímpetu necesario como para reproducirse y consolidarse como el actor, en términos de clases sociales, del futuro.

El mejor homenaje a la Revolución Nacional de 1952 es reconocer su valía, pero entender también sus limitaciones. Salir de estas últimas es el gran desafío. El clamoroso pedido de una alternativa al populismo etnonacionalista y autoritario que hoy nos gobierna no se construirá mirando al masismo (así solo lograremos una propuesta restauradora e inviable), sino mirando el conjunto del proceso, del cual el MAS es solo uno de sus peores hijos.

2 de diciembre de 2014

CAMINO A LA ALCALDIA

Luis Revilla lo tiene complicado en este su camino de reelección a la Alcaldía de La Paz, y si no lo hace muy, pero muy bien, terminará por regalársela al MAS, que ha de estar como un mastín hambriento, esperando atrapar el hueso que le vaya a caer de la mesa de los principales invitados.
La tiene complicada primero por la estructura del voto que lo sustenta. Gran parte de esa votación no es incondicional, opta por Revilla en las municipales y vota por Evo en las nacionales. Eso hace temer que si el candidato masista realiza una campaña que convenza a ese electorado de clases medias emergentes que votar por el MAS es mejor para La Paz, eventualmente podría llevarse una buena cantidad de esos electores a su lado. Para la agrupación de Revilla es más complicado, ese dato le indica que su campaña no puede ser confrontacional, directa y dura contra el MAS, porque puede dañar la sensibilidad de esos electores, tan importantes para cualquier triunfo. A la inversa, una actitud así parecerá tibia y poco comprometida con las clases medias tradicionales, más afectas a votar por alguien claramente enfrentado con el autoritarismo masista, como se demostró con Tuto estas últimas nacionales.

Y habrá contendores en los cuales pensar. Tremendos, duros y poderosos contendores los que UN y el PDC pondrán para frenar a Revilla, porque queda en la memoria la posibilidad que él encarnó de constituirse en la cabeza de una candidatura única de oposición, que se calificó en su momento como más apta y viable que la de Samuel o la de Tuto. Es decir, Samuel y Tuto, que se creen habilitados para las nacionales del 2019 van a hacer todo lo que sea necesario para frenar a Revilla, que aparece como el peor escollo a sus respectivas carreras presidenciales. ¡Si puedes eliminarlo ahora que es aún débil, mátalo ya!

El otro problema es “el síndrome sin miedo”. Por origen, por historia y por proyección, los seguidores de Juan del Granado, que son los mismos que rodean a Lucho Revilla, y él mismo, creen que el espacio de su pelea está en la disputa por la conducción del Proceso de Cambio (y no se equivocan, lo que me ha hecho pensar siempre que ellos están más en la vereda del autoritarismo que en la de la democracia), lo que los ha obligado a disputarle a Evo Morales un liderazgo que es imperturbable, y en cuyo empeño se han alejado de los sectores que podrían servir de mejor y más fiel sustento aunque eso significara cambiar de bando, por lo que son vistos como una rémora o un lastre por estar vinculados al pasado o con la derecha. En ese camino Juan y ahora Lucho guardan dentro suyo una tendencia al aislamiento, que ya los ha llevado al despeñadero.

Y finalmente la soberbia. Eso de creer que uno es el elegido, tan fácil en nuestra cultura de caudillos y jefecitos: ¡Ahora que el Chapulín se ha muerto… solo yo puedo ayudarlos!

19 de junio de 2014

¡LA UNIDAD POSIBLE!: ¿Y ahora qué?

Lo que veníamos predicando y necesitando sucedió. Samuel Doria Medina logró un acuerdo sustancial con Rubén Costas Aguilera, convirtiendo en realidad la consigna (parafraseando a Gandhi con lo del camino a la paz en India) que le soplara al oído mi amigo Walter Reyesvilla Méndez, el conocido Puka, hace como dos años atrás: “No hay camino a la unidad, la Unidad es el camino”. Luego matizamos y empezamos de arriba para abajo con lo de “la Unidad posible”, porque era impensable meter en una sola bolsa a todos los gatos, por muy democráticos que parecieran; dije: dos de tres hacen la Unidad. Y así nomás había sido.

Es necesario recalcar la renuncia de Rubén Costas (yo insistí que el mejor camino era el paso al costado y la emergencia de nuevos candidatos; Rubén estuvo a la altura), quien consciente de su imposibilidad de sumar el voto de occidente, supo dar paso a un costado para evitar la dispersión. Ernesto Suarez Zattori es un camba que por diversas razones se presenta como uno de los pocos líderes de oriente con capacidad de traspasar la cordillera y subir a Los Andes; desde luego que ha sido una buena decisión. Destacar la perseverancia de Samuel Doria Medina detrás de su consigna “dejemos que la gente elija”; no fue de la manera óptima, pero las encuestas mostraron que él es el dirigente opositor con mayor apoyo, su elección fue justa en ese sentido.

Porque como en ninguna otra elección anterior, de las que ganó Morales, hay un 25% de los y las bolivianos(as) dispuestos a concentrar su voto en un polo opositor. Es decir, con solo lograr que se consolide en el imaginario colectivo que ésta vez un contendor puede aspirar a arrebatarle el triunfo al oficialismo, así sea para una segunda vuelta, existirá ese importante porcentaje de apoyo de partida, es intención de voto duro y sobre eso se puede hacer mucho más.

Recordemos que una segunda vuelta se produce en dos ocasiones, si el ganador no alcanza el 50% y teniendo más del 40% no logra distanciarse del segundo en más de un 10% de los votos; o si el ganador no supera la barrera del 40% de la votación.

Hace dos años que Evo Morales mantiene una intención de voto del 40%, más-menos uno o dos, a pesar de que ha hecho todo lo que podía hacer, presentándole al país cosas tan espectaculares como inútiles, por ejemplo traer las motos del Dakar por 19 horas a territorio nacional, o colgar en el espacio sideral un satélite que nadie sabe bien para qué sirve, o lo de la G17-China+Evo, que fue un carísimo carnaval que pasó por Santa Cruz dilapidando dinero; y no se mueve, sigue zapateando y levantando polvo en el mismo lugar, un 40% más menos uno. Sus posibilidades de crecer están directa y proporcionalmente vinculadas a que la ciudadanía considere que alguien puede derrotarlo.

Este momento de intersubjetividad sustentable puede alcanzarse las próximas semanas gracias a la Unidad Posible, la fuerza electoral de un arco de unidad que va entre el liberalismo y la derecha democrática, hasta el progresismo de centro y el socialismo democrático.

Quedan dos cosas por hacerse en el corto plazo. A saber:

La Convergencia de Unidad Democrática (que así le han llamado, con buen criterio) debe alcanzar una Masa Crítica de apoyo, sumando adhesiones de unos y otros a gran escala, de la manera tradicional, añadiendo expresiones grupales e individuales desde los medios de comunicación y en las calles, junto a la expresión de apoyo desde las redes sociales, que orienten un clima de imparable desarrollo. Si eso sucede se logra una "bola de nieve" que crece por si sola.

Y la lista de candidatos que acompañen la dupla Samuel – Ernesto. No olvidemos que un punto de inflexión para la caída de popularidad de Tuto Quiroga o Manfred Reyes Villa, que en elecciones pasadas quisieron ser los contendores que polarizaran el voto, se produjo con las listas de candidatos a diputados y senadores; el impacto “más de lo mismo” fue devastador en el pasado. Puede volver a suceder, la importancia de elegir el corro de los y las acompañantes será crítica la próxima semana. Como nunca los portadores del mensaje serán el mensaje, o sea que ahora la coalición de Convergencia de Unidad Democrática debe tomar en cuenta este consejo, la idoneidad de los candidatos en las listas deberá ser probada, la consecuencia y honestidad de los candidatos pesará tanto o más que la unidad alcanzada.

¡A tener cuidado!

7 de junio de 2014

Unidad política y Control electoral

El próximo 14 de julio inscribimos candidatos. Ese es el día y tiene 24 horas, es decir, como nos pasa cada vez, hasta las 23:55 seguiremos esperando que el Candidato de la Unidad y la Democracia se inscriba, para enfrentar este caudaloso derroche irresponsable del dinero público, la ineficiencia de las instituciones gubernamentales, el crecimiento sin límites de la burocracia estatal, la mega-corrupción que ha penetrado todos los aparatos estatales, la inseguridad ciudadana, la caída en picada de la calidad de la educación, el narcotráfico cuyo ramaje se ha extendido de manera orgánica entre los y las gobernantes, el mentado autoritarismo, la centralización y concentración del poder, la dependencia de poderes alrededor de la voluntad omnímoda del jefazo, la paralización de las autonomías regionales y el autogobierno, el culto a la personalidad y el caudillismo… en fin, el combo plurinacional que está ahogando las posibilidades productivas y creativas que hacen al desarrollo de cualquier país y que los bolivianos no podemos ver, porque hay mucho dinero circulando frente a nuestros ojos.


¡Insisto, luego existo!: Solo una candidatura de unidad que cubra como un paraguas y sin complejos el arco político-ideológico entre el liberalismo y la izquierda democrática, puede lograr enfrentar con resultados óptimos el apoyo que ha conseguido el clientelismo, la prebenda y el patrimonialismo, cuya cultura de la corrupción y el engaño arropa al gobierno de Evo Morales Ayma. Sin candidatura de unidad, todo esfuerzo será vano, ya que la falta de esperanza y perspectiva ciudadanas dispersarán el voto, impulsarán la abstención y dejarán sin opciones a quienes esperamos emprender una gran batalla.


Si Rubén Costas y Samuel Doria Medina no se ponen de acuerdo, no solo la historia deberá juzgarlos. Nosotros, los ciudadanos que tenemos esperanza en la grandeza de miras de quienes nos representan, sabremos aquilatar el tamaño de su egoísmo y no dudaremos en exigir que se entierren en el basurero de la historia (como se dice). Así como se hará campaña por apoyarlos si hay unidad, se vomitarán sus nombres si priman los intereses particulares sobre los democráticos. ¡No tienen derecho a hacernos eso!


Si alguno de ellos piensa que puede ganar polarizando, quiero recordar dos dificultades. El que pudiera polarizar, como lo hicieron antes Tuto Quiroga o Manfred Reyesvilla es el gobernador cruceño Rubén Costas, porque ocupa ese espacio político y representa a esa votación, de una ciudadanía fundamentalmente restauradora, es decir es la derecha democrática, pura y dura; pero no tiene acceso al voto en los departamentos andinos, está limitado a los amazónicos; no puede subir los Andes y él lo sabe. Samuel, en cambio, se presenta y se jacta de ser un centro progresista (hasta pensamos en un momento que pudiera incorporarse a la socialdemocracia internacional), con ese rostro difícilmente podrá convocar al voto restaurador, si este mantiene desde oriente otra candidatura. No habrá polarización, no habrá un polo de atracción. Perderemos como en la peor guerra la oportunidad de pelear un parlamento equilibrado, de lograr una segunda vuelta presidencial, lo perderemos todo, salvo los cuatro dispersos diputados que puedan ganar cada uno de estos estériles candidatos por separado.


De Juan tenemos que dejar de hablar, a estas alturas con apenas 4% de apoyo, no le suma sino le resta a Rubén, no hay posibilidades de un acuerdo suyo con Samuel, y solo quedará marginal y matará a su partido, como sucedió en Sucre y en el Beni. Que vaya solito a quitarle unos cuantos votos paceños al MAS.


El otro asunto a considerar es el fraude electoral. Lo que estoy advirtiendo son las claras condiciones que lo hacen posible. Sobre el Tribunal Electoral pesa la desconfianza, porque ha quedado claro que está parcializado y es obsecuente a los designios y maniobras de los gobernantes interesados en prorrogar a como dé lugar su permanencia en el poder. Junto a ello, el control que ejercen sobre los poderes legislativo y judicial, hacen posible la intervención solapada para manipular y cambiar el voto y los resultados de la votación. Si a esto sumamos la falta de compromiso con los valores democráticos y el absoluto desprecio hacia la voluntad popular que se expresa en las urnas, no me cabe dudas de que se recurrirá al fraude, o a lo que se tenga que recurrir, para alcanzar la mayoría necesaria, ahora y mañana.


Por eso es imprescindible organizar el control y la observación electoral, construyendo un acuerdo de las instituciones, organizaciones y grupos con capacidad de denunciar la manipulación del voto. Hay que esforzarse por conocer el obscuro interior del padrón electoral, que ahora es un Secreto de Estado y sobre el cual pesas interrogantes de fondo. Hay que organizarse para dar a conocer la inequidad del uso de recursos, públicos y privados, que están al servicio de la campaña de los partidos, lo mismo que para seguir en detalle la votación en cada recinto electoral y transparentar el escrutinio. Finalmente, hay que contar con recursos para una verdadera auditoría electoral una vez concluida la votación y conocido los resultados.


Unidad y control. En eso estamos.

21 de abril de 2014

ESTO ESTÁ COMPLICADO

Como el momento está caliente y se viene un intenso debate sobre qué hacer y qué no hacer desde la oposición en Bolivia, muchos ciudadanos podremos aparecer como contradiciéndonos en lo que proponemos; por eso quiero aclarar mi posición, para que a todos mis amigos y seguidores (en Feisbuc y Tuiter –digo– no en la política, donde más bien tendré muy pocos) sepan por qué digo lo que afirmo.

1. En la dispersión y desencuentros actuales, apoyo la articulación electoral de un Polo de Unidad posible dentro del arco ideológico que va desde el liberalismo hasta el socialismo democrático, incluyendo las vertientes locales de nacionalismos e indigenismos mientras sean democráticos. De no cambiar estas circunstancias, el líder mejor posicionado es Samuel Doria Medina, con menos de un 15% de apoyo, pero los otros están aún peor. Por ese motivo le apoyo en sus esfuerzos por construir un referente de unidad. Ceteris paribus lo seguiré apoyando, a pesar de los errores que comete.

2. La posibilidad de un acuerdo, al margen de Samuel, que unifique a Rubén Costas con Juan del Granado es un avance sustancial en el camino por agregar el voto ciudadano. De darse, la tarea será exigirles a los tres que se incorporen a una alianza conjunta y que peleen allí sus candidaturas. No pueden existir dos o tres candidatos que reivindican la Unidad. Si no se ponen de acuerdo y mantienen candidaturas separadas (lo que dará paso a que Tuto, Jaime Paz, Adriana Gil y cualquier otro se postulen también con legítimo derecho), yo me iré a mi casa y llamaré al voto en blanco y la abstención, porque los candidatos no dan la talla.


3. Si por obra de alguna divinidad inspirada, la propuesta de renuncia de los tres posibles candidatos se tomara en cuenta, y los tres cedieran sus limitadas aspiraciones, para que un tercero, renovador, joven, no contaminado, apareciera en el escenario, trayendo aire fresco; a no dudarlo, apoyaría la propuesta.

Tomo como ejemplo la dupleta que algunos proponen entre Luis Revilla y Ernesto Suarez (se pueden pensar otras combinaciones) que nos puede llevar a un momento fundacional, de contarse con el renunciamiento y apoyo de Samuel, Rubén y Juan. Semejante hecho marcaría una nueva etapa. Electoralmente significaría una gran batalla, una segunda vuelta electoral y la posibilidad cierta de victoria, o controlar una de las cámaras (el Senado) y el equilibrio democrático y la fiscalización parlamentaria.

Significaría un liderazgo renovador para interlocutar en nombre de la ciudadanía y articular un posible movimiento democrático en el cual subsumir (idealmente) los pequeños partidos que hoy nos disputamos pigricias. Podría (ya que hablamos de utopías) promocionar una bancada de senadores notables, donde Samuel, Juan, Rubén, Victor Hugo, Carlos y otros fueran útiles como ningunos otros al pueblo, la democracia y la patria.

A un esfuerzo así nos sumamos todos; el país tendría un futuro cercano, donde sea posible la democracia frente al autoritarismo, la institucionalidad frente al populismo, la producción y el desarrollo frente al rentismo, la modernidad superando lo vetusto que pervive como un atavismo insuperable del pasado entre los bolivianos.

La Unidad no es solo de siglas, es de proyectos y eso dá para escribir más largo. Pero no puedo dejar de mencionar que la corrupción, la iniquidad de la justicia plurinacional, el narcotráfico, el contrabando, la inseguridad ciudadana, la desinstitucionalización etatal y un largo exétera de problemas, solo pueden ser enfrentado y solucionados desde un centro de unidad poderoso. Existen las bases y las condiones materiales para un acuerdo de la ciudadanía, esperemos estar a la altura y no desperdiciar semejante momento.

10 de abril de 2014

EL MIR SE REÚNE (diez años después)

Jaime Paz Zamora decidió avalar que un grupo de amigos suyos, militantes del que fuera el Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR), se auto-convoquen en nombre del viejo partido, con listas cerradas, para encontrarse este sábado (12.04.2014) en la ciudad de Cochabamba y discutir qué hacer. No me han invitado y por ello no iré, pero tengo un par de cosas por decir al respecto.

Primero: Es una reunión que llega tarde. Diez años tarde, porque debió hacerse pasado el fatídico 2003, cuando todo se cayó y vino luego la pérdida de la personería jurídica que nos mandó al ostracismo y que dejó a cada quién, como “gallina sin guato” a expensas de su propio destino, haciendo y deshaciendo por nosotros mismos lo que bien se podía, durante una década.

El esfuerzo realizado por recuperar la personería perdida es digno de elogio, pero se hizo también años después de lo que correspondía. Un falso concepto patrimonial subyace al problema; se pensó que no importaba el tiempo y que cuando el Jefe "tocara el pito" todos estaríamos detrás, dispuestos a cumplir designios. El MIR queda como un sentimiento enraizado en los corazones de miles de militantes aguerridos, pero se esperó demasiado, dejando que la fuerza acumulada se perdiera entre la bruma de la nostalgia, que nos acompaña a todos.

Segundo: No sé si es momento para ajustar responsabilidades, o tendrá que dirimirlas la historia. Me queda claro que hay cargas pendientes, por ejemplo, por qué no se permitió (y se saboteó) la candidatura de Hormando Vaca Díez el año 2005, decidida por unanimidad en el Encuentro Nacional de ese año en La Paz, lo que obligó al MIR a no presentar candidatura presidencial en esas elecciones; o por qué no se pagaron las multas devengadas de semejante fracaso y se dejó que la personería del partido se fuera al garete y dejara de existir.

Tercero: Un encuentro de militantes no puede hacerse solo entre las listas de amigos que se han elaborado después de diez años de vacaciones. Solo faltaría que quienes se reúnan, a la vieja usanza, decidan auto-nombrarse una Dirección Nacional “transitoria”. Una reunión de estas características debiera convocarse abierta, sin restricciones y sin tapujos. Si no, será solo un encuentro entre viejos amigos, carentes de fuerza y compromiso con la nación, porque si hay un mirista en cada rincón, todos debieran tener el derecho a la palabra.

Cuarto: ¿Cuáles son las líneas de trabajo y qué se va a discutir?

Como la recuperación de la personería jurídica y la sigla es algo imposible de lograr, hay quienes dicen que se debiera encontrar cobijo en otras siglas vigentes. ¿Para qué? ¿Para intentar relanzar una candidatura en las elecciones del 2014? Parafraseando: “Ya estamos demasiado viejos para hacer el ridículo”; un 5% que podría lograrse con esfuerzo sería un triste final para semejante organización que pretendió ser histórica. La única salida en conjunto, con Jaime Paz a la cabeza debiera ser sumar las filas de la Unidad Posible, sea cual sea el candidato de un encuentro entre dos miristas, Juan del Granado y Samuel Doria Medina y, desde otra vertiente democrática, el Gobernador cruceño Rubén Costas. Toda otra decisión sería meter ruido y perjudicar la difícil alternativa de unidad democrática que apenas se está construyendo y que nadie sabe si se logrará hacer.

Otra opción sería que otra vez el MIR emerja sin candidatura. Replegadose en lo regional y fortaleciendose desde ahora para participar en las elecciones del 2015. Como gustó siempre a Jaime Paz, ir desde las regiones a la nación, lo que permitiría medir los liderazgos regionales y fortalecerlos en cada departamento, para reencontrarse con una agrupación renovada. Esa es una salida digna, pero deja de lado, por razones de edad, a los viejos dirigentes que son quienes convocan esta reunión. La ventaja sería el dejar hacer a cada quien lo que considere fructífero durante las elecciones del 2014, reavivando presencia y liderazgo, allá donde sea factible y útil a la democracia y al bien común.

Finalmente está el entrismo al MAS. No van a faltar propuestas de entrar y participar del Proceso de Cambio. Imagino los argumentos, que no son baladí: siempre planteamos y quisimos lo mismo, venimos de cuna socialista y fueron nuestros ideales, si hubiéramos tenido la oportunidad hubiéramos decidido políticas parecidas, pero no se pudo. Mitad verdad y mutad mentira, si hay algo que ha marcado al MIR y su generación, ha sido el compromiso con la institucionalidad democrática; no se puede entender la cultura democrática y electoral del pueblo boliviano sin el MIR de hace tres décadas atrás. Ese es un patrimonio contradictorio con cualquier tesis de entrismo a las filas populsitas del autoritarismo etnonacionalista y centralista del MAS.

Todo intento de argumentar que la presencia de los miristas dentro del “Proceso de Cambio” podría ayudar a reconducir y democratizar este proceso es una careta para recuperar una pega y hacer algún negocio. Sería una vergüenza. Finalmente la mitad de lo que fue el MIR está ya en las filas del MAS; basta mirar las actuales autoridades y ver a los muchos compañeros de antaño; si ese es el camino, dejemos que cada cual decida hacerlo, nadie sujeta a nadie y si alguien cree que colaborando con el MAS puede ser de gran ayuda, que vaya y jure, a estas alturas no sería una sorpresa para nadie.

19 de marzo de 2014

TRILOGIA

Hace años que vengo repitiendo, como un loro y sin cansarme, que la trilogía dell narcotráfico, la corrupción y las organización de mafias, vinculadas (los tres) orgánicamente al MAS y a la burocracia estatal masista, serán la tumba del Proceso de Cambio y de sus líderes. Un botón para ejemplo de lo que fueron advertencias varias, cuando el año 2009 denunciábamos "El Contenido de Clase del estado plurinacional", utilizando un lenguaje tradicionalmente marxólogo: "Solo falta que se encuentren los tres, la burocracia corrupta, el narcotráfico y las mafias sindicales, que se conozcan bien, que se den cuenta que sus intereses son convergentes. Que se organicen..."


Y no es que "la historia nos esté dando la razón", es que hemos visto muchas veces la misma película y sabemos cómo acaba. La literatura latinoamericana ha descrito esto de Evo desde diferentes ángulos y con diferentes matices, hasta con lujo de detalles, revisemos Señor Presidente, Yo El Supremo, El Otoño del Patriarca, La Fiesta del Chivo... y cuantas otras más. Todas empiezan igual y todas terminan igual. No estamos descubriendo nada que esté alejado de la memoria de los pueblos latinoamericanos.


Hormachea ahora y enseguida Sosa han disparado los detalles escabrosos de la corrupción, la extorsión, la falta de ética y escrúpulos para gobernar. De las mafias ya sabemos y es cosa de averiguar un poco más, el prebendalismo y la clientela asomada a los balcones de los llamados "movimientos sociales" que son en realidad grupos masistas, más o menos organizados, que sustenta efectivamente al gobierno y que son y serán capaces desde perseguir personas chicote en mano, hasta bloquear instituciones, o "tomar las armas", según requiera el proceso, a cambio de prebendas, pegas, becas, concesiones varias, a cambio de dinero.


Queda por develar con ese detalle y valentía (mis respetos a Carmen Eva Gonzalez) la relación orgánica y el entretejido que hay entre el gobierno y el narcotráfico. Creo que con los personajes que han empezado a "cantar" (junto a algunos otros que el proceso degradado irá expulsando) se puede reunir información suficiente, y hacerla pública para asustar a todos, a los bolivianos primero y de allí a la Casa Blanca o el Palacio de la Moncloa, pasando por Itamaratí, que alguito tendrán que opinar sobre semejantes temas, así lo hagan entre bambalinas.


Y al pueblo de Bolivia. A quienes me dice preocupados que esto no servirá para nada porque no cambiará el voto, quiero decirles que no importan tanto lo que cambie del voto masista, fundamentalmente campesino, suburbano, falto de información y alejado del conocimiento y la educación modernos; ellos tienen razones suficientes para seguir votando por Evo y hay que saber reconocerlo. Pero lo que si importa es el remezón en las ciudades, grande y pequeñas, no para conseguir más o menos votos (ese es un problema de los candidatos y espero que hagan sus tareas bien), sino para cuestionar el destino patrio, el de cada uno de nosotros y el de nuestro hijos y los que vendrán después. En un país como el que Evo y su pandilla están construyendo, hay muy poco futuro para construir el bien de todos.


Estamos de corrupción, inseguridad y cocaína, hasta el cuello y esperando que "no hagan olas". Lo que sobran son billetes y ese es como el opio de este pueblo, en este momento.

4 de febrero de 2014

A LOS COMPAÑEROS DE UNIDAD NACIONAL y EL FRENTE AMPLIO, Y A LOS AMIGOSDEMÓCRATAS

Señores
SAMUEL DORIA MEDINA
RUBÉN COSTAS AGUILERA
La Paz, 4 de febrero de 2014

Ha llegado el momento de las decisiones. Las elecciones generales están próximas y la ciudadanía mira expectante lo que vaya a suceder con las candidaturas y propuestas que se hagan desde la oposición democrática en el país. Está claro –cristalino como el agua– que de no presentarse una candidatura unida y fuerte, con capacidad de concentrar el voto y no dispersarlo, el populismo autoritario que encabeza Evo Morales ganará sin dificultades, estableciendo además una distancia lo suficientemente grande como para acentuar los rasgos abusivos de un régimen despótico y de un caudillo, que tras una tercera victoria podría convertirse en un tirano.

Solo una propuesta acordada entre Samuel Doria Medina y Rubén Costas Aguilera puede evitar que esto suceda. Por separado ambos no son nada, podrán disputar un tercio del electorado, debilitándose el uno al otro y dejando a la democracia sin bastión y sin defensa. Juntos podrán convocar a la esperanza y al apoyo activo y comprometido, porque juntos harán posible una “gran pelea” democrática. Y muchos de los que ni siquiera iríamos a votar si campea la desunión, podríamos ser fieros combatientes y conquistar una segunda vuelta. La propuesta no puede ser “quitarle los dos tercios a Evo” porque eso no moviliza sino a nosotros mismos.

La unidad no es solo una necesidad electoral, es una propuesta de futuro. Hay muchos asuntos que solo podrán resolverse uniendo a los bolivianos. La corrupción, el narcotráfico, la inseguridad ciudadana, la ignorancia, el aislamiento internacional (por mencionar unos pocos) son monstruos que en el pasado se han “comido” gobiernos enteros; actualmente están haciendo lo mismo con Evo Morales y el MAS, que ya no pueden recuperarse por sí solos. Se necesita la convergencia de todos y todas para solucionar estos gravísimos problemas por encima del sectarismo partidario y aún de las idelogías.

Ninguno de ustedes puede pensar que es “el otro” quien debe subirse al carro. Samuel no le puede pedir a Rubén que se incorpore al Frente Amplio. Rubén no le puede pedir a Samuel que jure a los Demócratas. Es una responsabilidad de ambos construir juntos una alternativa para todos. ¡Ese es el Imperativo Insoslayable del momento! Sino la historia los recordará como líderes que por motivos personales y egoístas no supieron estar a la altura de sus responsabilidades y el pueblo “los escupirá de su boca”. Y a nosotros también, quienes formamos parte e influimos en sus respectivas organizaciones.

Ahora, que ha llegado el momento de las decisiones, espero que este pedido les toque y los conmueva. Que los haga caminar por donde debemos ir juntos y por donde deben guiarnos. Y que nos hagan tomar ese camino a todos los militantes, simpatizantes y adherentes de ambas organizaciones, quienes debemos exigir en el seno de las mismas, Unidad, Unidad y Unidad; todo lo demás es un suicidio.

Fraternalmente:








Julio E. Aliaga Lairana
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"Somos hijos de la buena fortuna, el azar es un poco nuestra ley. Pero nosotros debemos planificar el azar, intentar el arduo montaje de la suerte; porque si dejamos el azar al azar, entonces sí, lo planifica el adversario". (Sobre un texto de Mario Benedetti)

18 de diciembre de 2013

RECAPITULANDO

Algunos creerán que esta historia empezó cuando a Ostreicher lo tomaron preso, le embargaron los bienes, le robaron el arroz y quisieron quedarse con su dinero para repartírlo entre algunos villanos, seguros como estaban de que se trataba de un miserable gringo por el cual no reclamaría nadie. Esa ha de ser parte de la cotidianidad del masismo y su singular forma de mirar el mundo (cosmovisión se llama) y hacer su revolución, por la que deben haber pasado unos y otros, y que dios nos libre de que nos suceda a cualquiera de nosotros, porque nadie se va a enterar siquiera. ¡Quien tuviera un amigo poderos como el Embajador Sean Penn!
La historia empezó cuando este actor llegó a Bolivia, la segunda vez, no invitado por Evo que ya lo había nombrado su Embajador, para defender a la Madre Tierra, promocionar la quinua y para devolverle el mar a Bolivia en ese entonces cuando se negociaba con Chile. Llegó enviado por la comunidad judío-norteamericana para ver qué pasaba con ese hermano que se fue a meter allá tan lejos y descubrió en la cárcel de Palmasola, con sus propias palabras, “el tipo de salvajismo humano que sólo imaginamos en pesadillas”. Entonces salió a la luz pública lo de los abogados masistas extorsionadores que actuaban desde la mismísima Presidencia plurinacional y el Ministerio de Gobierno; se descubrió que le habían sacado dinero a todos los dirigentes de la oposición, en filita y a cambio de nada, según la lista de Terrorismo I y Terrorismo II, de Gastos Reservados I y Gastos Reservados II; hasta que se metieron con Ostreicher aplicando la receta, apareció Sean Penn y obligó a parar.

Ahora se ha escapado el “cuerpo del delito”, lo ha hecho en una operación profesional y de su huida se hablará en la cronología del heroísmo fantástico de los norteamericanos por la libertad, durante mucho tiempo. Puede ser que filmen una película que rompa taquilla y que muestre a Evo Morales no como el libertador de los indiecitos del mundo, sino como un émulo de Idi Amin Dada, cercando a su país con una muralla de hierro de la cual es necesario escapar. Así de exagerados son en Hollywood haciendo sus películas.

Lo que me queda a mi es la frace lapidaria: “el tipo de salvajismo humano que sólo imaginamos en pesadillas”. Los bolivianos no parecemos darnos cuenta, porque estamos acostumbrados desde mucho tiempo atrás, como les pasa a los pueblos de cultura autoritaria, crueles con los de abajo, serviles con los de arriba. Y no darnos cuenta es la mejor manera de vivir adormilados, estancados sin desarrollo, votando por alguien como Evo Morales y militando en el proceso de cambio que promete desde hace ya una década el MAS.

11 de diciembre de 2013

El IMPERATIVO INSOSLAYABLE

Después de haber accedido a diferentes encuestas sobre los futuros resultados electorales, no me cabe la menor duda que la necesidad de un acuerdo entre Samuel Dorian Medina y Rubén Costas Aguilera, entre el Frente Amplio y el Movimiento Demócratas, es el Imperativo Insoslayable del momento. Nuestra tarea, estemos donde estemos, es confrontar a las bases y los dirigentes de ambas organizaciones para que lo materialicen. La ciudadanía necesita un regalo de navidad, sería un acto de sobrevivencia (en primer lugar), de fortalecimiento democrático, la recuperación del ánimo ciudadano y una esperanzada señal de futuras victorias.


La opinión pública y los líderes de esas y otras organizaciones, posiblemente involucradas, deben tomar conciencia y saber, que de no hacerlo, tendrán que cargar sobre las espaldas la responsabilidad de consolidar en Bolivia lo anti-demócrata de un régimen corrupto, populista y racista, que de autoritario pasará a ser una tiranía.


Un arco democrático que vaya desde el liberalismo-social al socialismo-democrático puede cubrir una propuesta ideológicamente compatible con la coyuntura, atractiva para nuestros vecinos y el mundo, útil para quienes queremos desarrollar nuestras actividades en libertad, con seguridad y posibilidades de futuro. Un programa que exprese esa identidad y que vaya más allá de la coyuntura, que se distancie del modelo masista en términos de utilizar productivamente el dinero apoyando y aventajando el trabajo y el esfuerzo de los productores y trabajadores, formalizando (en la medida de lo posible) las relaciones económicas y desarrollando el aparato productivo nacional, en vez de chauchitar nuestra riqueza, como lo hace actualmente el gobierno plurinacional.


Un programa que pueda encarar una lucha frontal contra el narcotráfico, la corrupción y el contrabando, y las mafias que se han organizado alrededor de esos temas, cobijadas desde el poder estatal; que otorgue credibilidad a políticas sobre Seguridad Ciudadana para la población y Seguridad Jurídica para las empresas pequeñas y grandes; que encare la tragedia que vive la Justicia con una Reforma Judicial pendiente que le otorgue la independencia que requiere y le devuelva una carrera meritocrática sobre la experiencia probada y la honorabilidad de los jueces; un Estado que recupere la Independencia de los Poderes, reconstruya las autonomías regionales y municipales, que logre un verdadero y justo pacto fiscal devolviéndo a las regiones no solo su dinero, sino su capacidad para gobernarlo y adminístralo en beneficio propio, restableciendo el equilibrio político y el contrapeso para frenar los abusos; que coloque a las FF.AA. en su lugar como corresponde a un estado Democrático y Pacifista. Pero y sobre todo, que concentre el esfuerzo nacional en la Educación. Educación, educación y más educación, debiera ser el lema, para que los populismos no nos vuelvan a ocurrir nunca.


Para lograr esto no hay un solo camino de unidad, hay varios.


La Unidad Posible se basa en la construcción de un polo de atracción, que a la altura de las circunstancias, es el Imperativo Insoslayable del que hablé al principio, y que se sustenta en un acuerdo electoral entre Samuel Doria Medina y Rubén Costas Aguilera, lo encabece quien lo encabece, con la diferencia de que el techo de voto negativo de Rubén es más alto que el de Samuel (por el voto colla difícil de penetrar en la coyuntura desde una candidatura oriental-conservadora, menos permeable que el voto camba a una propuesta de occidente), lo que le da a Doria Medina una ventaja considerable. Ellos deben decidir cómo se elije y la propuesta de unas internas, pareciera la más acertada.


De darse esta convergencia, en la que se podría amparar con facilidad, a más de una propuesta de unidad política, otra de convergencia campo-ciudad, occidente-oriente, indios-mestizos-blancos, fortalecidas por la incorporación de las clases medias urbanas, progresistas y democráticas en sí mismas; a muchos otros nos les quedaría sino sumarse. Por ejemplo a Juan del Granado y ni qué decir, tutos, jaimes, manfredos, adrianas, felixs, mallkus, y toda la gama de personajes que quieren reavivar candidaturas, tendrían que sumarse, so pena de quedar marginales, ser una molestia  y salir sobrando.


Pero existe una posibilidad de que esto no suceda. Que los dirigentes (como un resabio filtrado desde el pasado) no estén a la altura de este Imperativo Insoslayable y no puedan acordar entre ellos. Entonces habría que volcar los ojos a la nueva generación. Si Samuel y Rubén no pueden, queda el resquicio y el tiempo para que sus seguidores asuman el reto y por eso yo tuiteaba ayer (para el enojo de algunos amigos) que habría que repensar la Unidad y que la construyan gente como Suarez, Revilla y Chapetón, por decir algunos nombres, entre otros que también se me ocurren.


Otra alternativa son los outsiders. Las encuestas dicen que una candidatura de unidad con nuevos nombres, con candidatos ideales, sería muy atractiva. Una candidatura de otra especie (una candidatura especial), que utilice herramientas y estrategias del nuevo siglo, una candidatura no analógica, sino digital (en el sentido cultural de la palabra) podría ser también un remedio para la dispersión y falta de alternativas que parece contener la fuerza de la democracia frente a la pobreza del autoritarismo. Quienes promueven esta idea hablan de Samuel, Rubén, Victor Hugo, Carlos Mesa y otros de esa talla y peso en el Senado, equilibrando desde el legislativo el poder del presidencialismo que dejaría de ser incontestable. A mi no me parece mala idea.


Una, dos y tres opciones de Unidad, en ese orden. Nuestra tarea ciudadana es impulsar, dar a conocer, comentar, escribir, presionar. Los y las líderes de los partidos democráticos y grupos de presión deben saber que esto es lo que reclama la gente, y que de no hacernos caso en este IMPERATIVO INSOSLAYABLE su memoria quedará convertida en un escupidero de la historia.

9 de noviembre de 2013

CUENTAS PLURINACIONALES

He leído un folleto del Ministerio de Relaciones Exteriores sobre la “rendición de cuentas” del Estado plurinacional. El impreso recuerda que en la primera reunión de gabinete allá por el 2006, se tomó la decisión (falaz y demagógica, a la vista de los resultados y la actual "austeridad") de rebajar los sueldos de los funcionarios de jerarquía, como señal de “transparencia y honestidad”. También hace un recuento sobre la historia de la “rendición de cuentas” en Bolivia, empezando en Tiahanacu y el Incario, cuando casi no era necesaria –reza el cuadernillo– porque se gobernaba en comunidad, permitiendo la participación de todos; hasta la fatídica llegada de los españoles, cuando todo se corrompió y los pueblos fueron apartados del gobierno, que quedó en manos de truhanes y porquerizos –eso ironizó yo–. También hay un párrafo dedicado a la República donde se afirma que todo siguió igual que en la colonia.

Hasta la llegada de Evo Morales inaugurando el proceso de cambio (con mayúsculas en el impreso) que aparece pretenciosamente como una nueva era, aunque sea bajo algo así como un retorno a la supuesta participación y transparencia precolombina, que se sintetiza -según la Cancillería- en sendas reuniones programadas entre masistas y representantes obsecuentes de sus movimientos sociales, donde una autoridad describe los maravillosos logros alcanzados, se hacen preguntas (el folleto describen qué tipo de preguntas deben hacerse), se firma un acta y ya está. Esa es la rendición de cuentas.



Más allá de las dudas sobre la veracidad de las afirmaciones del ”todo tiempo pasado fue mejor”, que se basa en la trilogía paraíso-infierno-paraíso de la teleología del sentido común contemporáneo, con la que se pretende engatusar a la gente, está la soberbia reiterada de creer que el proceso de cambio ha inaugurado una nueva era de felicidad.

Pero lo grave es la mentira. Si se quiere fiscalización y transparencia existen herramientas digitales que dan la posibilidad de poner a disposición pública no solo los datos, sino los procedimientos burocráticos en las instituciones de gobierno, que son el alma de las políticas que rigen a las naciones. Una sería suficiente para mostrar la buena intención, pero no, este es uno de los gobiernos más cerrados y que menos acceso permite a la información sobre lo que sucede dentro de los aparatos estatales.

Debo destacar (si visitamos la página web del Ministerio de Relaciones Exteriores) que existe un archivo de importantes documentos publicados en Cancillería, que dan cuenta de decisiones e investigaciones realizadas, pero en ningún caso de los datos y la descripción de los procesos, y menos interactivos para la participación ciudadana, como exigen las demandas contemporáneas en las redes distribuidas.

La alternativa es dejar de prometer y empezar a hacer; un partido y un candidato con futuro, debieran construir ahora esas herramientas adaptadas a Bolivia y ponerlas a funcionar, con los datos y procesos que se pueda disponer, mostrando cómo, cuando cambie el gobierno (cambia, todo cambia) y el MAS deje el poder, se constituirá un régimen verazmente transparente y abierto al control ciudadano, desde las redes distribuidas que el Internet está demostrando que sí funcionan.

24 de octubre de 2013

APOLO

No sé muy bien qué sucedió en Apolo. Las noticias son confusas y las acusaciones variadas, pero la muerte y las heridas de tantos compatriotas cumpliendo su deber es algo que indigna y que debe castigarse.

Me queda claro que con el mismo racero debiera tratarse a los cultivos de coca excedentaria e ilegal que proliferan en el Chapare, que igualmente van a parar a la elaboración de cocaína y que están defendidos por las federaciones de productores de coca en ese territorio de nadie.

Si se miran México y Honduras (para dar dos ejemplos destacables) la violencia generada por el narcotráfico es superior y más dañina en los territorios dedicados al tránsito de la droga, que aquellos dedicados a la producción de la coca o su elaboración en cocaína. En Bolivia, desgraciadamente, se siembra, se produce y somos tránsito. La violencia es y será creciente e inevitable.

De no procederse con igualdad de acciones frente a la coca excedentaria del Chapare, y mientras nuestro Presidente del Estado plurinacional continúe presidiendo las seis federaciones de productores, se podrá argumentar protección y encubrimiento, sea justa o mentirosa esta aseveración.

Más aún, las acciones anteriores, como la expulsión de la DEA, la denuncia del tratado de Viena de 1961 contra el tráfico y comercialización de estupefacientes, muestran un país interesado en proteger y promover la droga. Ya he mencionado que la penetración orgánica de los intereses vinculados a la coca en las instituciones gubernamentales es una realidad que otorga “contenido de clase” (como dicen los marxólogos) al Estado plurinacional boliviano.

Mientras esto siga así, se podrá argumentar que todo esfuerzo por destruir los cultivos ilegales solo en otras partes del país y no en el Chapare, no es sino parte de una guerra interna por controlar los mercados ilegales de la producción y tráfico. Una pelea entre mafiosos.



Ya lo escribí hace mucho tiempo, años atrás, cuando todo esto empezó: el narcotráfico y la corrupción son y serán el veneno que va a destruir las buenas intenciones que enarboló en su momento el gobierno del cambio. Corrupción y narcotráfico son fuerzas poderosas, más fuertes que Evo Morales, solo un acuerdo nacional entre todas las fuerzas vivas y activas de la política puede parar esta amenaza, y Evo Morales no puede ya encabezarlo, porque ha lastimado de muerte la confianza y el dialogo entre los políticos del país.

26 de septiembre de 2013

DE ALTERNATIVA SE TRATA

¿Cómo que no hay una agenda alternativa a la perspectiva que nos dejan ocho años de gobierno populista y autoritario? La historia no se detiene y menos cuando un pueblo toma conciencia de su realidad, asume su responsabilidad ciudadana, entiende su lugar y rol en el mundo global, se pone de pie y comienza a caminar.

Hasta aquí … hemos guardado un silencio bastante parecido a la estupidez

Hay problemas que el MAS ya no puede solucionar, ni siquiera prometer. El narcotráfico ha penetrado las raíces del proceso por una relación orgánica, no interrumpible, con los productores de coca-cocaína, cuya siembra se ha extendido a todo lugar. O la corrupción, que ha invadido las instituciones, ahora que a nadie le sorprende que ningún funcionario se mueva sin la respectiva coima; más aún en instituciones tan importantes como la Justicia o la Policía, que han logrado dar el salto al amedrentamiento y la extorsión, consolidando verdaderas mafias.

Los problemas son más grandes que Evo Morales y requiere la fuerza de un acuerdo nacional que él ya no puede convocar.

La paradoja marítima, mirando el Pacífico y los mercados del Asia, por la que Bolivia expresa cada día su vocación, y sin embargo se han construido todos los escollos posibles para no poder lograrlo. Y otro asunto que no se puede resolver con este equipo gubernamental es el tema autonómico regional, acorralado por una comprensión sesgada y racista, que privilegia los derechos originario/indígeno/campesinos frente a las ciudades, la cultura rural frente a la cultura global, y nos encierra con barrotes de ignorancia y atraso, dignos de siglos atrás.

El otro gran tema: los hidrocarburos que ya no hay. El actual régimen se ha beneficiado de de una larga saga que instaló a Bolivia como una potencia gasífera en la región, iniciada durante la Guerra del Chaco y la Revolución Nacional en 1952, continuada por Banzer que abrió las compuertas con Brasil, Paz Zamora que cerró los contratos, Goni que construyó la infraestructura, y Hormando Vaca Diez que recuperó de las transnacionales el pago de utilidades e impuestos; para que llegaran Evo, sus muchachos y la "nacionalización" (figurada, porque cuando se nacionalizan los recursos naturales, el Estado se apropia de las plantas productoras, no del gas; en 1952 se nacionalizaron las minas, no los minerales) y dilapidaran el dinero de los bolivianos. No hay hidrocarburos plurinacionales y se están terminando los neoliberales. Superar este problema sin cambiar las limitantes constitucionales y aplicar otro modelo de producción que acorte los plazos entre inversión y extracción es algo que tampoco puede hacer el actual gobierno, atrapado entre sus propias normas, y obligado a prostituirse si quiere nuevo gas dentro de ocho o diez años (en menos tiempo es imposible), evadiéndolas.

No se ha invertido en la mentada “industrialización, o se ha hecho tan mal, que no funciona; no vale la pena reiterar la lista, pero se podría hacer: el acero del Mutún, el litio de Uyuni, el plomo de Karachipampa... y podríamos seguir. No hay una sola experiencia al margen del capitalismo estatal, clientelar, corrupto y depredador, que muestre un atisbo de modelo alternativo de producción, y por tanto de organización social más equitativa o igualitaria, como se nos prometió. El MAS es un “bluff”, el MAS no ha hecho nada en el campo de revolucionar el viejo modelo de acumulación.

Frente a tales temas, la recuperación de la democracia, el retorno a la libertad, el fin del etnonacionalismo autoritario (emulando fascismos), la revalorización del conocimiento, la productividad y del trabajo intelectual, junto a la recuperación de una mínima capacidad de gestión administrativa en las instituciones estatales y paraestatales, son importantísimas, pero son un detalle trillado que ha comprendido y embandera la oposición en su conjunto. No me preocupan tanto.

Me preocupa, en cambio, quién lo pueda hacer. ¿Samuel,  Rubén, o Juan? parecen dar la talla, han logrado subir al podio de la preferencia electoral. Pero no se les escucha aún con una propuesta alternativa de futuro, sino preocupados sustancialmente porque Evo se vaya, y eso no es una propuesta alternativa. Si el plan de gobierno que se propone es que “Evo se vaya”, no vamos a llegar muy lejos. Y ellos tres están atrapados eventualmente por entornos, los unos sin vínculos orgánicos con las instancias vivas de la sociedad, los otros conservadores y restauradores, y los demás, empeñados en competir con Evo el liderazgo del “proceso de cambio” y redireccionarlo, lo que les resta credibilidad.

Por eso es necesaria la convergencia, la integración de las pocas virtudes que sí hay, por eso el camino a la Unidad, que cada uno de ellos pregona a su manera. Pero para lograrlo, ninguno de los tres les puede pedir a los otros que se suba a “su proyecto”. Por lo menos dos, sino los tres, tienen que encontrarse como iguales, hablar entre iguales y concertar una alternativa programática con los grandes temas, cerrar un acuerdo y ponerse a caminar. Un eventual tercero y los otros aspirantes a candidatos más pequeños tendrán que subirse a ese carro, para sobrevivir, o marginalizarse y desaparecer. Entonces sí estaremos viviendo otro momento.


Nos guste o no nos guste, esto es lo que hay hasta el momento. O lo tomamos o continuaremos permitiendo y protestando el prorroguismo del MAS

No importa tanto el candidato (ese es un problema que tienen que resolver ellos), nos debe importar construir alternativas, mejor si la posible, la viable, a la que debemos apoyar para que se construya ya.

13 de septiembre de 2013

HUELGAS CONTRACENSALES

El paro que paralizó la ciudad de La Paz, protestando contra los resultados del Censo trucho 2012, y la huelga de hambre que iniciará Santa Cruz de la Sierra en unos días más, por el mismo motivo, no son solo una denuncia contra lo pésimamente organizado y administrado que estuvo tan importante medición estadística (la más cara de entre todos los censos realizados en la historia boliviana) y el nivel de incapacidad que tiene el actual gobierno nacional para comprender y decidir sobre el futuro de nuestra compleja realidad sociodemográfica. Lo que muestra también esta insatisfacción generalizada es el fracaso de las políticas de distribución del ingreso nacional vía el IDH, que se ha develado, ahora si, como lo dijimos desde un inicio: insostenible.


A nadie se le ocurre pensar que una protesta como la que se ha iniciado el pasado miércoles 12 de septiembre, va a variar los resultados del Censo, ya que como en pocos casos frente a las protestas, estos no son negociables. Lo negociable son los ingresos que recibirán los municipio, las gobernaciones y las universidades, porque si se implanta una política o se realizan cambios en la estructura financiera de los estados, serán para crecer, en épocas de bonanza como la actual, y no para achicarse y volverse cada día más pobres, como parece ser el caso.


Como el gobierno masista ha organizado las cosas, todo depende del precio del gas y otras materias primas. Da angustia pensar que de estancarse los precios o, peor aún, de disminuir en el próximo futuro, la variable de ajuste sean los ingresos subnacionales o institucionales, sin que el gobierno central sacrifique nada a su costa, cuando debiera ser al revés.


El centralismo autoritario, que solo confía en sí mismo, y no delega la responsabilidad en los gobiernos departamentales o municipales, está poniendo en entredicho el desarrollo nacional y el bienestar de la población. Han transcurrido ocho años desde que se inició el “proceso de cambio” y no hay ninguna base certera de industrialización o fortalecimiento de los sectores productivos que cambien el destino aciago de nuestro país, o su cultura rentista, patrimonial y clientelista.


La construcción de una alternativa pasa por ahí. Por la ruptura definitiva del centralismo y la apertura de las puertas, así caigan los muros, que otorgue no solo el dinero que debe repartirse entre la población, sino la confianza en que los sujetos departamentales y locales tengan la capacidad de invertir y recrear la producción desde la base social, premiando a la ciudadanía industriosa, en desmedro de los sectores menos productivos y comprometidos con el desarrollo nacional, como hasta ahora.

1 de agosto de 2013

NO CREO

No creo en los resultados del Censo trucho 2012.


Las diferencias entre los resultados preliminares y los oficiales hacen pensar que estos han sido acomodados a las necesidades electorales de los futuros candidatos oficialistas, porque está claro que los recientemente presentados le quitan pesos y responsabilidades en la distribución de los escaños en diputados, que de otra manera los iban a desfavorecer, o por lo menos meter en un buen lío. No hay que olvidar que a más de un claro favoritismo por los departamentos que tradicionalmente votan con mayor facilidad al populismo, hay una abusiva sobrerepresentación campesina que "da calambre".


Y si esto es así, también podríamos dudar de otras acomodaciones destinadas a planificar políticas consecuentes con los intereses gubernamentales. Los autores tendrían que reconocer que sus datos son al menos dudosos. Tanto dinero gastado en vano, para tan magros resultados.


No creo en los resultados del Censo 2012 y no solo porque hayan tardado tanto en prepararlos, por un  tiempo suficiente para manipular los datos, sino porque nuestros gobernantes no tiene escrúpulos ni problemas éticos a la hora de manipular y cambiarlos con el solo objetivo de perpetuarse en el poder, porque su Revolución plurinacional así lo necesita. Baste de ejemplo los datos que habitualmente proporciona el INE que están siempre acomodados, como los de la inflación, mentirosos como ellos solos. Y si no, no hay datos, porque este gobierno sobresale por ello, por ejemplo, desde el año 2006 han desaparecido los informes sobre los presupuestos ejecutados, nadie sabe ni puede saber, cuánto se gastó, cómo se gastó ni en que.


No creo en los datos del Censo trucho por la calidad técnica del trabajo. Porque ha sido mal organizado, mal programado, se ha trabajado sobre una cartografía obsoleta, los coordinadores y agentes censales no han sido capacitados y se ha improvisado el llenado de las boletas. No creo en esos resultados porque el sistema automático de lectura no ha sido confiable ni para sus autores y se han tenido que escudriñar y acomodar los resultados manualmente y luego a la inversa, llamando a la desconfianza de sus propios organizadores. Tampoco se realizaron las pruebas poscensales de validación que cualquier censo exige en el mundo, para ser creíble.


Esta mezcla de incapacidad y dolosa mala voluntad no puede dar buenos resultados. Tendremos que repetir el Censo de una manera limpia y profesional, será dentro de diez años, cuando los incapaces e inmorales dejen el poder y el país se libere de semejantes tropelías.


Mientras tanto ya sabemos del Instituto Nacional de Estadísticas. INE - IPSP, vamos a llamarle


Por el momento, es legítimo, exigir explicaciones.

24 de julio de 2013

LOS TALONES DE AQUILES

El talón de Aquiles…, los dos talones de Aquiles…, los tres… Nuestro Aquiles plurinacional resultó ser un ciempiés, actor principal en esta película populista, cuyo final conocemos, porque la hemos visto varias veces, en nuestro país o el continente. Puede tardar, pero siempre termina de la misma manera.

Empezamos con los hidrocarburos, subvencionando el diésel y la gasolina, no solo con los mil millones de dólares al año que tenemos que poner los bolivianos para lograr combustibles baratos (que para eso se nacionalizó y no para otra cosa), sino que las grandes inversiones en exploración y perforaciones nuevas pueden darse por perdidas, ya que ninguna compañía va a invertir cuando el precio del producto está limitado por razones de Estado. A eso hay que añadir que los precios preferenciales que pagan Brasil y Argentina por nuestro gas están artificialmente indexados a los precios en alza del petróleo, mientras que en el mercado internacional el gas cuesta menos de la mitad y con tendencias a la baja. ¿Cuánto aguantará esa artificial bonanza?

Con los minerales otro tanto. La inseguridad sobre la propiedad de las minas espanta a los inversores más audaces, mientras el Estado tan plurimúltiple como se presenta, se dedica a subvencionar sueldos de una planilla engordada a pulso en la mina (Huanuni) con menor productividad en el continente, o a subvencionar también, vía las exención de impuestos, a los segundos menos productivos (los cooperativistas), pero que significan muchos votos para mantener este nefasto conducir de las riendas gubernamentales. Y a los que mantienen un nivel elevado de productividad y eficiencia se los castiga como a ninguno, con impuestos, obligaciones, falta de protección, invasión de tierras, etc.

Finalmente el pan. ¿Quién en el país va a invertir en plantar trigo, cuando el precio está de una u otra manera controlado hacia la baja, para permitir un pan barato todas las mañanas? ¿Cuál de los panaderos va a seguir funcionando a plenitud e invirtiendo para ganar cada vez menos? Vamos a cerrar las panaderías para dedicarnos al contrabando de lo que podamos traer desde la China, que acá todo se vende porque hay liquidez en el mercado del dinero. Y en vez de trigo vamos a plantar coca.

Y así va el MAS, creyéndose más. Y detrás de él vamos todos, votando y reeligiendo al Jefazo que tanta suerte nos trae. Seguimos siendo uno de los paises más inequitativos del continente, con los privilegiados de siempre, con algunos otros ricos más ricos, y con los pobres y las clases medias en cada vez peores condiciones.Eso si y también como siempre, con el apoyo de los banqueros, con el apoyo de los grandes constructores, con el apoyo de los megacomerciantes. Y de los contrabandistas. Y de los narcotraficantes.



¡De victoria en victoria!
¡Hasta la derrota final!
¡Patria o muerte!
¡Venceremos!

10 de julio de 2013

CONDUCTORES

Nadie pone en duda que la actitud de algunos países europeos con relación al vuelo de retorno del Presidente Morales fue al menos desgraciada. Tampoco se duda de las muestras de solidaridad y apoyo sinceros de propios y extraños que provocó dicha situación, obligando hasta a los más indiferentes a pronunciarse en favor de una exigencia necesaria: explicaciones y disculpas, para pedir lo menos.

Pero expresiones como las del Presidente Maduro en Venezuela, advirtiendo que en represalia, si el Presidente del Gobierno Español se animara a sobrevolar su avión por esos cielos, sería obligado a aterrizar y se le requisaría la nave en busca de drogas y del dinero que roba desde su gobierno, no parecen venir al caso; eso sí, son exageradas y fuera de contexto.

Utilizo ese ejemplo para no repetir las tonterías que se han dicho en nuestro país, desde acusaciones de rapto hasta incriminar de terroristas a gobiernos tradicionalmente amigos, hasta expresiones de los más hondos complejos, como afirmar que esto se debe a que se trata de un indígena, como si esos racismos pesaran realmente, más allá de la imaginería de nuestras autoridades en Bolivia.

Los dirigentes políticos de los gobiernos de la ALBA han competido en decir sandeces, a cada cual más elevadas de tono, como dándose cuerda los unos a los otros, llegando a estados de excitación tales, que no hubiera sorprendido a nadie que alguno de ellos, para ganar medallitas frente a los demás, terminara por expulsar una o varias embajadas.

Los pueblos, azuzados por semejantes ímpetus, han de creer como verdad estas afirmaciones, parecidas más a un sainete de vodevil que a la responsabilidad de dignatarios, conductores de pueblos y naciones. Y deben sentir que se les sentó la mano, incluso días después, cuando seguimos dale que dale con el asunto, como en una cantaleta inacabable, mientras que en el España, Francia o Italia ya dieron vuelta la página y cerraron el tema, pues tienen otros asuntos que atender, a más de dar explicaciones a un par de exacerbados brabucones.

Personajes que además no tienen el valor moral para representar semejante bochorno, luego de que el Brasil mostrara que iguales o peores cosas se hacen con aviones extranjeros que visitan territorio boliviano. ¿Con qué cara le reclaman a alguien, cuando saben que ellos mismos cometen las mismas imprudencias y groserías con otros Dignatarios de Estado?

El caso es que en foros internacionales, acostumbrados al exquisito hacer de las más altas diplomacias, las expresiones vertidas correspondían más a una charla de camioneros en un bar nocturno de tránsito en un cruce de caminos, que a un sitio donde los representantes asisten a solucionar problemas. En fin, cada quien da de lo que puede dar, y como dice el viejo decir «quod natura non dat, Salmantica non prestat»

Y así estamos.

28 de junio de 2013

LAS TAZAS SUCIAS

Cuando el presidente Morales se queja porque una Jefa de Protocolo no obedeció su orden de recoger las tazas de café y envió a un auxiliar a que lo hiciera (lo comentó en su último discurso en Cancillería, en medio de la denuncia de los infiltrados), criticándola con un “quién se cree”; lo que demuestra es el irrespeto a la formación, el conocimiento, la profesionalidad, el rol de cada quien en las instituciones. Si el argumento para estos casos es que todos somos iguales y debemos cumplir los mismos roles, sin importar el lugar que ocupa cada cual en un determinado momento, uno podría preguntarse llevando el argumento a sus extremos, por qué el Presidente no recoge las tazas de café por sí  mismo.

Las cosas se han mezclado de tal manera que hoy por hoy es difícil entendernos porque nos hemos hecho un “chenko” en estos asuntos. En nombre de la descolonización no podemos, por ejemplo, despreciar un concierto para piano escrito hace unos siglos por Wolgang Amadeus Mozart y valorarlo igual que una saya popular, porque para escribir el viejo concierto se habrá necesitado algo que la copla popular no precisa, que es un piano. Detrás del piano hay siglos de conocimiento humano, de estudio y trabajo acumulados por generaciones, mientras en la copla no, aunque esta última sea tan representativa o hasta más gustosa y linda que la del complejo pentagrama. Ese cúmulo de conocimiento sintetizado en una partitura es el que le da ventaja y hace que la sinfonía se escuche hoy en los teatros del Japón, Sudáfrica, Australia o Bolivia, lo mismo que en la ciudad de sus orígenes. El  mismo concepto debe aplicarse a la Democracia, un sistema de libertad e igualdades nacido en otras latitudes, pero valedero para la humanidad entera.

Y no estoy otorgándole mayor valor musical a ninguna de las dos obras. Estoy reconociendo lo único que otorga valor a los objetos y hechos: el trabajo, que no es un desgaste de energías físicas solamente, sino la capacidad de poner uno sobre otro, como los ladrillos de una casa (isntitución tras institución), el conocimiento humano correspondiente a una cultura y poder conservarlo. No hay culturas mejores ni peores, todas son iguales, pero algunas han logrado construir los pianos, y las ruedas, y las catedrales o palacios (vale para el voto universal, los cangresos parlamentarios, la independencia judicial, etc.), mientras que las otras no, y saber aquilatar (no valorar) las diferencias para aprovecha lasmejores opciones, debiera ser una condición significativa de la grandeza del poder, para coadyuvar desde él, al desarrollo de los pueblos.

Evo Morales hace mal uso del poder, porque no entiende que la Jefa de Protocolo no está ahí para levantar la taza de café (seguramente en su casa ella levantará y lavará las tazas que sean necesarias) que ensuciaron Su Excelencia y sus invitados, y que es justo que se niegue y envíe a hacerlo a quien le corresponda, y no es porque se le “caigan los anillos”. El día en que los evos entiendan eso (que no los hace ni me hace a mí, ni más ni menos socialistas), podremos entendernos.