ALTERNATIVAS

27 de enero de 2008

comisiones

Nuestro Vicepresidente de la República está encargado, una vez más, de coordinar el funcionamiento de una comisión que permita discutir la compatibilidad entre los textos de la nueva constitución, redactada por el MAS para su aprobación en la Asamblea Constituyente, y el de los estatutos autonómicos, escritos y aprobados por sendas asambleas departamentales, que son como una ensalada china, donde se arriman quienes han logrado obtener algún puesto de representación territorial o de gobierno en elecciones pasadas. Al Vicepresidente García le gusta presidir estas discusiones y ha demostrado capacidad para hacerlo, aunque los resultados alcanzados en ocasiones parecidas, no hayan sido tomados en cuenta y hayan quedado entre el anecdotario de propuestas e ideas que los bolivianos producimos cada día, para no hacer nada con ellas.



Esta vez la comisión le salió rana, porque en contra del disciplinado criterio vicepresidencial de discutir eso y nada más que eso*, algunos de los delegados prefecturales que parecen haber sido contratados “con pienso”, exigen discutir también la legalidad previa de la propuesta constitucional, porque –arguyen algunos, como yo mismo– entrar en los contenidos significaría aceptar la validez de un texto espurio, redactado fuera del ámbito constituyente y aprobado en dudosas condiciones de legalidad, que hasta ahora solo ha logrado dolor y luto entre los ciudadanos . Ese es el fondo del problema; lo demás son puro cantos de sirena para atraernos a una isla de promesas, donde los basiliscos, las hidras, los cíclopes y otros monstruos, esperan a los ciudadanos y sus instituciones para prepara la cena de sus amos medievales.



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El MAS quiere que alguien discuta un artículo, que se vote sobre algún otro en cualquier lugar, hasta lograr que se ponga ante “el soberano” la decisión de si aceptamos o no el texto espurio; ya se sabe, de gotita en gotita se produce el turbión. ¡Qué mejor que unos delegados prefecturales discutiendo el artículo tal o el cual, así sea para rechazarlos, cuando lo que el gobierno necesita es que alguien diga que vale la pena, así sea leer y opinar sobre un párrafo de esta huachafería, llamada por los masistas como un proyecto de nueva constitución!



En el momento en que el gobierno logre que sus opositores eventuales (comités cívicos y prefecturas de la luna media en fase creciente) se sienten a discutir sobre estos asuntos, habrá ganado parte de la batalla por imponer inescrupulosamente un texto viciado de nulidad a toda la población. Hay que advertir a quienes juegan el noble papel de oponerse a este abuso de poder, que en este temita no pueden equivocarse.



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* “proponer correcciones que garanticen el respeto al referéndum sobre autonomías departamentales y la compatibilización entre el proyecto de la nueva Constitución Política del estado y las distintas propuestas de Estatutos Autonómicos”, se lee en la carta enviada por el Vice a los prefectos, donde se exponen los motivos por haber suspendido y postergado la primera reunión de la comisión mencionada.

2 comentarios:

  1. Hemos llegado a una situación donde nos parece que los problemas políticos se resuelven politicamente aunque ello implique saltarnos la legalidad. El riesgo es que nos instalemos en la absoluta arbitrariedad, porque, finalmente, el pilar de la legitimidad es la legalidad y si ésta última no existe la legitimidad se va perdiendo gradualmente. ¿Alguien se imagina, por ejemplo, que en el famoso Pacto de la Moncloa español hubiesen arribado a acuerdos políticos al margen de la constitución y las leyes españolas? Es inimaginable, pero aqui es absolutamente aceptable y encima nos parece que los que alientan esta política de paralegalidad (el gobierno, pero tambien los prefectos y los partidos politicos) son verdaderos heroes de la política nacional. Si los bolivianos nos apegasemos a las normas las cosas serían más faciles, pero aqui queremos resolver una ilegalidad (la cometida por los constituyentes) con otra ilegalidad. Así nos va. Debemos ser conscientes que las leyes se cumplen o se cambian, pero no se ignoran y aqui todos las ignoramos.

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  2. Mi estimado Lorenzo... ¿dónde está la legalidad en un orden legítimo carismático o en uno tradicional?

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