Samuel Doria Medina salió con una denuncia que devela la verdad sobre el Programa “Bolivia Cambia - Evo Cumple” y puso un dedo en la llaga. Han salido a refutarlo e insultarlo desde el mismísimo Presidente, el Vice, las y los ministros, gobernadores, alcaldes del MAS y varios parlamentarios; se ha armado un verdadero alboroto y sin embargo, ninguno de ellos ha respondido a las acusaciones sobre el uso arbitrario de esos dineros y la obscuridad de su destino.
El centro de gravedad del problema está en que durante años el gobierno venezolano entregó dineros para financiar actividades y obras que el gobierno boliviano requería con urgencia y quería realizar al margen de la ley, argumentando la necesaria celeridad, que burocracias y normas impiden en un Estado tan de trabas, como es el nuestro; había que hacer las cosas rápido. El resultado fue que esos recursos no formaron parte de los presupuestos nacionales y nadie sabe bien dónde fueron a parar y no se puede ejercer sobre ellos el correspondiente control de los aparatos del Estado con esas competencias. La denuncia es que con esa plata no presupuestada se hizo lo que a Evo Morales y sus seguidores les dio la gana, podría ser desde comprar los calzoncillos del Presidente o de su familia, construir escuelas, regalar canchitas, hasta comprar aviones o armas de guerra, y haberlas entregado a quienes ellos bien quisieron.
Y luego vino a saberse por boca del mismísimo Presidente del Estado plurinacional (como se hace llamar), que no solo Venezuela puso dinero en ese programa, sino también La China; es decir, como estos dineros no se han registrado en ningún sitio, como no constan en ninguna parte, es recién ahora que nos enteramos que no solo aportaron los venezolanos. Esa Caja Negra de salida y uso de dineros no conocidos y poco controlados, fue también una Caja Negra de entrada; si pudieron poner plata los chinos y no nos enteramos hasta ahora, otros pueden haber puesto plata también y no lo sabemos. ¿Qué tal si pusieron dinero los iraníes, con obscuros objetivos, coadyuvados así por su carísimo aliado sudamericano (lo que explicaría, por ejemplo, el por qué nos quieren tanto)? ¿Qué tal si se apersonó un grupo de mafiosos del narcotráfico trayendo unos milloncitos para que el gobierno boliviano hiciera algo a favor de alguien o de algo (desarrollar las condiciones o la tecnología de la transformación coca-cocaína, por ejemplo)?
Son conjeturas absurdas, lo sé, pero puestos a suponer y como están las cosas, podemos sospechar de cualquier cosa. El corolario es que el programa “Bolivia Cambia – Evo Cumple” fue una “Caja Negra” peor que la de Pandora, en la que durante mucho tiempo se podrán encontrar diversas cosas. ¡Felices aquellos que gusten de las sorpresas!
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