El talón de Aquiles…, los dos talones de Aquiles…, los tres… Nuestro Aquiles plurinacional resultó ser un ciempiés, actor principal en esta película populista, cuyo final conocemos, porque la hemos visto varias veces, en nuestro país o el continente. Puede tardar, pero siempre termina de la misma manera.
Empezamos con los hidrocarburos, subvencionando el diésel y la gasolina, no solo con los mil millones de dólares al año que tenemos que poner los bolivianos para lograr combustibles baratos (que para eso se nacionalizó y no para otra cosa), sino que las grandes inversiones en exploración y perforaciones nuevas pueden darse por perdidas, ya que ninguna compañía va a invertir cuando el precio del producto está limitado por razones de Estado. A eso hay que añadir que los precios preferenciales que pagan Brasil y Argentina por nuestro gas están artificialmente indexados a los precios en alza del petróleo, mientras que en el mercado internacional el gas cuesta menos de la mitad y con tendencias a la baja. ¿Cuánto aguantará esa artificial bonanza?
Con los minerales otro tanto. La inseguridad sobre la propiedad de las minas espanta a los inversores más audaces, mientras el Estado tan plurimúltiple como se presenta, se dedica a subvencionar sueldos de una planilla engordada a pulso en la mina (Huanuni) con menor productividad en el continente, o a subvencionar también, vía las exención de impuestos, a los segundos menos productivos (los cooperativistas), pero que significan muchos votos para mantener este nefasto conducir de las riendas gubernamentales. Y a los que mantienen un nivel elevado de productividad y eficiencia se los castiga como a ninguno, con impuestos, obligaciones, falta de protección, invasión de tierras, etc.
Finalmente el pan. ¿Quién en el país va a invertir en plantar trigo, cuando el precio está de una u otra manera controlado hacia la baja, para permitir un pan barato todas las mañanas? ¿Cuál de los panaderos va a seguir funcionando a plenitud e invirtiendo para ganar cada vez menos? Vamos a cerrar las panaderías para dedicarnos al contrabando de lo que podamos traer desde la China, que acá todo se vende porque hay liquidez en el mercado del dinero. Y en vez de trigo vamos a plantar coca.
Y así va el MAS, creyéndose más. Y detrás de él vamos todos, votando y reeligiendo al Jefazo que tanta suerte nos trae. Seguimos siendo uno de los paises más inequitativos del continente, con los privilegiados de siempre, con algunos otros ricos más ricos, y con los pobres y las clases medias en cada vez peores condiciones.Eso si y también como siempre, con el apoyo de los banqueros, con el apoyo de los grandes constructores, con el apoyo de los megacomerciantes. Y de los contrabandistas. Y de los narcotraficantes.
¡De victoria en victoria!
¡Hasta la derrota final!
¡Patria o muerte!
¡Venceremos!
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