Estoy de acuerdo con los resultados MORI de la encuesta difundida por El Deber y otros medios de comunicación, aunque sea tramposa, al haber camuflado parte del potencial del NO en la categoría "Mi Voto es secreto", que ha distorsionado absolutamente los resultados.
Hace veinte días se informó a la opinión pública el resultado de otras encuestas que no fueron públicas, coincidentes con esta última, donde también quedaba claro que un 20% de los votantes definirán el resultado, porque un 80% ya decidió su voto. Es más, dijimos en ese entonces que esa decisión era "dura", porque la posibilidad de migración de un NO a un SI, o viceversa, es casi imposible. En esas encuestas el SI ganaba al NO con un margen relativo del 5%, que ha quedado ahora camuflado por el "mi voto es secreto", que es una patraña.
También dijimos que la característica más importante es que el 40% de votos que anteriormente decidieron por otras candidaturas que no eran Evo Morales, estábamos todos con el NO y que no se nos escapó nadie, mientras que de los que votaron por Evo ya habían migrado al NO por lo menos un 7%, y esto es relevante, porque permite medir las razones porque esos ciudadanos tomaron esa decisión.
La otra característica es que del 20% de indecisos, todos han votado antes por Evo Morales, y este es el dato fundamental. La gente que duda entre votar SI o NO, puede estar enojada, decepcionada, confundida o lo que se quiera, pero son personas que votaron y eligieron a Evo. Por lo tanto, no se ven afectadas por los estériles insultos que expresa la oposición al gritar que hay que votar NO para que Evo se vaya; los indecisos no quieren que Evo se vaya (a ver si se entiende esto, que es crucial para los próximos días), ESTÁN INDECISOS POR OTRAS RAZONES.
Los indecisos están indecisos por tres motivos, a saber, por la enorme corrupción, por la actitud despótica y egoísta de los dirigentes masistas incluido el Presidente, y porque intuyen que el bienestar económico no es más que un espejismo que pone a Bolivia en el mismo camino que Argentina o Venezuela.
A la inversa, los convence por el SI, la estabilidad que promueve el gobierno, diciendo que es igual a desarrollo e inversiones; y a la repetida pregunta, ¿después de Evo quién?, que tiene un enorme efecto sobre este grupo de votantes indecisos.
O sea que el referéndum se inclinará al NO, de acuerdo a que los indecisos crean más que el perpetuarse en el poder acrecentará la corrupción, volverá más déspotas a los gobernantes y llevará a que explote la burbuja y la economía entre en crisis. O al revés, si los masistas los convencen de que más allá de la corrupción y el abuso, lo que vale es la estabilidad para garantizar el futuro.
Si las campañas del NO, que por múltiples, inasibles, diversas, sin centralidad, ni jefaturas, se mantienen así, ciudadanas como son, y si Sanchez Berzain, Samuel Doria Medina, Tuto Quiroga y Manfred Reyes Villa, se callan la boca por treinta días, hay todas las condiciones de ganar.
Sigamos trabajando.
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