ALTERNATIVAS

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30 de octubre de 2019

AHORA o NUNCA

Hemos llegado a un punto crucial que señala el límite. O se llega a un acuerdo que pacifique el país, o tiramos leña al fuego y encendemos las hogueras para un incendio que algunos piensan definitivo. Y cuando digo algunos, me refiero a los talibanes de uno u otro lado, que creen desde ambos extremos que esto debe tener un desenlace más bien militar que político, imponiéndose una parte de las y los bolivianos sobre la otra, de manera incuestionable y definitiva.


Denuncio un racismo extremo, regionalismo fanático y el deseo de llevarnos a una guerra fratricida entre bolivianos y bolivianos. Los dogmáticos están a ambos lados, en el oficialismo y entre las y los opositores; si ellos se hacen con la hegemonía del proceso, vamos a vivir unos días muy amargos. Insto, en cambio, a reconocer que también en ambos bandos existen personas más dúctiles, mejor formadas, abiertas a escuchar al menos, y esos dirigentes debieran intercambiar criterios y tratar de impulsar acuerdos que sean útiles para todos. Ayudemos en esa dirección. Quiero el predominio de la política sobre la violencia.

El único acuerdo posible es recontar los votos y saber si hay o no segunda vuelta. La oposición debe poner condiciones que otorguen confianza en el grupo de auditores reclutados por la OEA entre especialistas electorales del continente. Esto implica también reconocer la validez de las elecciones pasadas y sus resultados. Aclarar que una treintena de especialistas tendrían que contar con mecanismos y la experticia para darse cuenta que las actas han sido manipuladas, cambiadas, cercenadas, mal copiadas… o lo que fuere. Existe material y condiciones disponibles para ello y los profesionales sabrán, ya que no pesa sobre ellos ni amenazas ni coerciones.

Si fruto de esa auditoria se descubriera ante el mundo que esto ha sido un monstruoso fraude, entonces será legítimo pedir anular las elecciones, pero no antes, no sin un veredicto confiable. Sin ello querer pasar por encima y desconocer los casi tres millones de votos que tiene el MAS es hacer exactamente lo mismo que ellos hicieron con el 21F, que está a la base del problema y es el pecado original. Pero de ello habrá que saldar cuentas en otro momento.

Esa opción, que viene tomando cuerpo, obliga a renegar de las elecciones, anularlas e intentar volver a fojas cero. Esto significa prorrogar a Morales Ayma más allá del 22 de enero del 2020 (estoy calculando un año al menos), porque es imposible en tres meses cambiar el Tribunal Electoral, construir un nuevo padrón, convocar a elecciones con todo el calendario que ello supone; a menos que alguien piense que morales se va a ir por la buenas y quede a cargo Linera o Salvatierra o Borda, que para el caso puede ser de Guatemala a guatepeor. ¿Una Junta Militar? ¿Un gobierno de notables escogidos en un Cabildo bajo la sombra del Cristo Redentor? ¡En esa sí que estamos todos locos!

Es ahora, ¡oh! -agoreros del desastre- podrían hacer que realmente fuera nunca.

28 de octubre de 2019

IMPOSSIBLE


BOLIVIA: Esto está muy difícil y puede generar un cuadro de violencia en poco tiempo más. Ninguna de las partes quiere ceder desde una postura que aplicada a ambos en discordia es mitad verdad, mitad mentira.

El gobierno del MAS, encabezado por Morales Ayma sostiene que ha ganado limpiamente las elecciones y que le lleva una diferencia al segundo de más de un 10%, lo que legalmente lo habilita sin más trámites para un cuarto mandato. Para demostrar ese hecho desafía a revisar los resultados electorales acta por acta y voto por voto, en una auditoría presidida por organismos neutrales de procedencia internacional. "Presenten una prueba de fraude" –dice Morales Ayma– y asegura convocar a una segunda vuelta en ese mismo instante.

Ni yo ni nadie le cree, porque el Presidente sabe que una segunda vuelta es su derrota, ya que, si bien las encuestas previas a las elecciones le daban una victoria en primera vuelta que podía culminar o no en un balotage, en segunda vuelta no hay encuesta que le otorgue la victoria, frente a Mesa Gisbert, el candidato que ha quedado segundo, con más de medio millón de votos de diferencia.


La tensión en las calles está subiendo, más aún cuando desde hoy, lunes 28 de octubre, los sectores campesinos y quienes apoyan a Morales Ayma en las ciudades, que estuvieron contenidos por el propio MAS para mostrar una imagen de tolerancia y tranquilidad, han recibido el permiso para movilizarse y empiezan a bloquear caminos y tender un cerco a las ciudades, lo que acrecienta las posibilidades de un enfrentamiento civil de imprevisibles consecuencias.

Mucho me temo que en la interna masista, los más radicales estén viendo la oportunidad que esperaban para resolver de un solo golpe la tensión acumulada en lo que ellos conciben como los quinientos años de colonialismo y opresión, buscando una victoria militar de una parte de la sociedad sobre la otra.

Al otro lado la oposición, donde se ha logrado que la ciudadanía que no votó por Morales y que quiere que este se vaya, tiene el convencimiento irreductible de que ha existido un escandaloso fraude y que sin recurrir ni a recuentos ni otras "argucias–repiten , la segunda vuelta debe ser convocada en este mismo instante. Para ello moviliza a las y los ciudadanos que bloquean calles, sorprende con manifestaciones  espontaneas que se repiten todos los días en uno y otro lado, que incluso tienen paralizado el departamento más importante del país que es Santa Cruz. "Aquí no se mueve una mosca –dicen– hasta que no esté asegurada una segunda vuelta".

La oposición (la democrática al menos) tiene razón en una cosa, y es que viene arrastrando el peso de un referéndum (21F de 2016) en el que ganó y que fue desconocido por una maniobra artera de los gobernantes, que reclamó el “derecho humano” del Presidente para postularse por cuarta vez e indefinidamente por encima de la Constitución y las leyes. Si no respetó los votos en el pasado no hay razón para pensar que respetará los votos del presente. Y están en lo cierto, porque Morales Ayma no va a ir a una segunda vuelta así tenga que incendiar el país para evitarlo.

Otras alternativas han surgido en el horizonte: NUEVAS ELECCIONES, claman quienes por haber quedado en tercer o quinto puesto electoral, no tienen nada que perder en una segunda vuelta que los dejaría a un lado. "Si hubo fraude hay que anular estas elecciones, porque hasta los curules de senadores y diputados están en entredicho". Tiremos para atrás y a empezar de cero. Esta postura está ganando adeptos todos los días. Los hay más radicales aún, quienes dicen que, si bien Evo Morales debe irse, también debe irse Carlos Mesa, y así se contaría con una carta de negociación que abriría además las puertas a una nueva generación que está pujando y reclama por que se le ha limitado su participación.


El gran problema es que todas esas propuestas son inviables, dado que no hay quien las acepte y menos quien las ejecute. Todos los poderes y las instituciones están copados por el MAS; eventualmente la ciudadanía puede paralizar las ciudades durante semanas, pero no hay Presidente, Asamblea Legislativa, Órgano Judicial, Poder Electoral, Defensor del Pueblo, Director de un Instituto cualquiera, Jardinero de Palacio... que escuche sus reclamos y actúen en consecuencia. La opción sería que la muchedumbre tire abajo las puertas e ingrese al asalto a Palacio, pero eso es imposible de imaginar porque no hay fuerza para ello, dado que Palacio está bien custodiado por las Fuerzas Armadas y las policiales, a más que esto tiene que solucionarse en libertad y democracia.

29 de marzo de 2019

LA ESTÁN CAGANDO MUCHACHOS

No me gusta escribir este tipo de cosas, pero si no las digo ahora me va a salir una úlcera del tamaño del un volcán, porque considero que estamos aún a tiempo de hacer mejor las cosas y lo pongo así, para que ellos reaccionen de buena manera, aunque casi es demasiado tarde. Aclaro que, como yo, muchos que pensamos lo mismo, vamos a trabajar por una candidatura como la de Carlos D. Mesa G., con o sin su permiso, porque la situación trasciende la buena o mala voluntad suya o la de quienes organizan su campaña. Este es un problema de todas y todos los bolivianos, o sea que no se me recientan, como suelen hacer, acostumbrados como están a mirar tan desde arriba.

Y es que, así como la caída de Morales Ayma en las encuestas se ha estancado en un 30% de intención de votos, el crecimiento de Carlos Mesa se ha estancado también en un 30%, quedando ambos empatados, lo que no es suficiente, dadas las circunstanciaras que impelían a construir una tendencia de concentración del voto ciudadano en una candidatura ganadora, porque el descontento del electorado oficialista esta vez sí lo hace posible; porque la apuesta era superar esa barrera, dado el buen gatillamiento del inicio de la campaña que lo mostraba como un potencial vencedor. Finalmente si en las anteriores elecciones Reyes Villa, Tuto Quiroga y Samuel Doria Medina se movieron en el rango de un 26 a un 29 por ciento, ¿cual es el mérito de Carlos Mesa si solo va a repetir esa votación?

Algo anda mal, muy mal.

El único motivo por el que la ciudadanía diversa y unida puede apoyar y concentrar su voto en una candidatura, en este caso la de Comunidad Ciudadana, es para sacar a Morales Ayma del poder y recuperar la Democracia en Bolivia, a sabiendas de que lo que se viene será un gobierno de transición, que lo único que podrá hacer será devolver la independencia a los poderes estatales, fortalecer las instituciones para que deje de imperar el capricho de un caudillo, respetar las leyes, meter a los corruptos en la cárcel y avanzar en un posible Acuerdo Nacional para enfrentar futuros temas que nos son trascendentales.

Contrariamente, la última orden interna en Comunidad Ciudadana fue que las plataformas aliadas deben autodestruirse, porque dentro de Comunidad Ciudadana no se aceptan corporaciones, ni gremios, ni sindicatos, ni nada de nada que quiera expresarse orgánicamente a su interior; aunque sí aceptan a las personas como individuos, uno por uno. Los dirigentes están preocupados, porque sus plataformas son antiguas, existían antes que Comunidad Ciudadana y les otorgan, mas que esta, identidad y cohesión a su trabajo. Yo me imagino a las plataformas, los sindicatos, los gremios, los movimientos sociales, las barras del fútbol, los clubes de amigos, las promociones de cursos en colegio, como gallinas sin huato, buscando otro corral donde los valoren, los acepten y los tomen en cuenta. "No queremos servir sólo de escaleras" -dicen-.

El país no va a juzgar a Carlos Mesa ni a su equipo porque tengan un maravilloso programa, ni por lo apuestos y bellas que son, ni por lo honestos que parecen, ni por los principios que proclaman. No los vamos a juzgar porque supieron mantener la naturaleza y pureza de su proyecto -como me han dicho alguno de ellos con las mejores intenciones; porque por mantener incolumne lo que piensa un grupito, pueden (podemos) perder las elecciones y repetir lo que nos ha venido pasando los últimos tres comicios generales. El país los va a premiar por intentar unirnos, sin exclusiones, a moros y cristianos, indios y blancos, jóvenes y viejos, hombres y mujeres, cambas y collas, conservadores de derechas e izquierdistas democráticos y hasta masistas descontentos y frustrados (que los hay y muchos), para votar por Carlos, para controlar el voto, para defenderlo contra el fraude que se viene preparando. Por eso los vamos a juzgar.

¡O sea que déjense de pendejadas, y pónganse a trabajar!

29 de enero de 2019

¿QUÉ SE NOS VIENE AHORA?

Pasadas las internas y puesto en evidencia el MAS y su esqueleto antidemocrático, y convencido de que hay una candidatura que se ha favorecido de las circunstancias hasta alcanzar 2/5 de la preferencia electoral, asegurando una segunda vuelta y por lo tanto su victoria, cabe pensar en los planes que el gobierno tendrá que activar para garantizar su re-re-re-re, que es lo único que verdaderamente le interesa.

Cuando el pueblo y el voto le dijeron ¡NO! el 21F, los masistas se reunieron para decidir cuatro vías para burlar el mandato popular y la ley. Hoy estarán haciendo lo mismo, tienen que tener un plan, solo que este no puede hacerse público, porque raya en la actividad delincuencial.

1. Deben eliminar al candidato con posibilidades de derrotarlos. Por el momento se llama Carlos Mesa Gisbert y nada parece poner en peligro la tendencia que lo ha instalado en ese sitio, desde el que puede disputar con Morales Ayma el 80% de la totalidad de votos a emitirse en octubre (5% blancos y nulos, 15% para los demás candidatos). Eso quiere decir inhabilitarlo políticamente, aunque no faltarán psicópatas que piensen que la "revolución" masista está por encima de todo y se pongan a planear en solitario salidas más contundentes.

Frente a esto hay que cuidar al candidato; jurídica y físicamente. Es tiempo de organizar sistemas de seguridad personal, equipo de abogados, inteligencia y contrainteligencia de campaña. Es un tema técnico, en ambos casos.

2. Van a preparar un fraude electoral de dimensiones bochornosas. El sistema boliviano de recuento de votos es muy bueno, de los mejores en la región y no hay tiempo ya para que lo cambien; el concepto de preclusión en mesa permite controlar la limpieza electoral, con la única condición de tener un delegado en todas y cada una de las mesas, capacitado para controlar la votación, el recuento, firmar y recoger el acta correspondiente y llevarla al centro partidario de control; porque (es necesario aclarar) solo los partidos pueden hacer control electoral.



Frente a esto, hay que organizar una enorme movilización, organización y capacitación ciudadana para el control. Hay que listar cuarenta o cincuenta mil personas, mayores de edad en lo posible, entrenarlas y que se hagan cargo mesa por mesa y recinto por recinto. Toda otra acción es testimonial, porque con conteos rápidos paralelos o con fotografías de los resultados, se puede denunciar el fraude, pero no defender el voto; para ello es necesaria la "copia original" (así se llama) del acta emitida en la mesa de votación. Es el único documento válido para este fin.

¡Eso es lo que tenemos que organizar entre todos! Dentro y fuera de los partidos, sobre todo de los que se perfilan ganadores, que de este asunto saben poco y tienen nula experiencia. Bien haría Samuel Doría Medina en aportar con eso, porque de lejos, es el que más sabe.

El 21F, cuando Unidad Nacional y el Movimiento Demócrata y Social se pusieron de acuerdo, lograron cubrir apenas un 78% de las mesas, aunque fueron eficientes recogiendo y concentrando las actas en los Tribunales Electorales Departamentales, lo que ayudó al buen control. Se filtraron -dicen- un 4% o 5% de actas alteradas justamente en ese 22% de sitios no controlados.

3. Si el Gobierno pluri no puede inhabilitar a su(s) más peligroso(s) competidor(es), ni logra organizar un bochornoso fraude, tiene que hacer lo necesario para que se suspendan o se posterguen las elecciones; bajo cualquier disculpa, inventando incluso los motivos. Pero sabe que ese escenario venezolaniza el país y coloca al tirano en evidente ilegitimidad, incluso antes de cumplir con el mandato que le permite gobernar hasta el 22 de enero de 2020.

Frente a esta posibilidad, hay que alertar desde ahora y en detalle, a las fuerzas democráticas dentro y fuera del país. A los países hermanos, principalmente a los que se han mostrado dispuesto a bloquear la dictadura de Maduro, que mirarán Bolivia, porque tendrán despierta la sensibilidad sobre casos parecidos, aunque los países que los sufran carezcamos de la importancia estratégica que sintetiza Caracas.

Dentro del país hay que hacer lo mismo, en las iglesias, los cuarteles, los sindicatos y hasta el propio MAS, que ha mostrado un inusual descontento interno que no podemos dejar pasar. Lo mejor, desde luego, sería un "motín a bordo".

4. Finalmente, si no logran inhabilitar, organizar el fraude, ni suspender las elecciones, les queda "perder como en la guerra" y negarse a entregar el gobierno. Eso es Venezuela, eso es Nicaragua, y hay que estar atentos a cómo esos países y esos pueblos se deshacen de sus propios dictadores. Yo por el momento me voy a inscribir, a pesar de mis años, en una escuela de karate.

28 de julio de 2018

LO ESTAMOS LOGRANDO

La “unidad” en las filas de la oposición frente a las tiranías civiles, es algo difícil no solo de lograr, sino de imaginar. En Bolivia es casi imposible un programa común entre fuerzas ideológicamente divergentes.

Es lo que pasó con las mujeres entre las Kuña Mbarete que hace algunos meses sembró de pañuelos rojos el país entero, pero cuando tuvieron que sentarse a dialogar y elegir un grupo coordinador, entre conservadoras y progresistas, no lograron discutir ni diez minutos y se pelearon, deshaciendo en pedazos los sueños de quienes pensaron en su momento eso de que “nosotras las mujeres lo vamos a lograr”.

Con esa imposibilidad cuentan los tiranos para sostenerse en el poder y reproducirse pensando en la eternidad. El poder y los privilegios los unen a ellos, y a “las minorías eficaces” que los apoyan recibiendo migajas, sin poner en discusión nimiedades que solo preocupan en democracia.

Por ese motivo, cuando la ciudadanía encuentra un espacio, un tiempo y una consigna que nos agrupa, esto vale más que todo el oro del mundo. “¡Bolivia Dijo NO!” es el lugar y la consigna para sumar, porque bajo ese paraguas cabemos todos y todas, más allá de nuestras diferencias. Hace pocas semanas hicimos huir al tirano del estadio en Cochabamba, mientras miles de gargantas coreaban ese reclamo: la ley se cumple y el voto se respeta.

El régimen de Morales Ayma va a hacer hasta lo imposible por desarticular esa unidad que es un sentimiento que se comparte y se expresa; es un clamor que forma parte de lo cotidiano, y lo vamos a ver el 6 de agosto en Potosí, cuando Morales Ayma y su séquito de aduladores hagan una nueva aparición pública, de las que ya ni se atreven.

Están trasladando policías y militares para reprimirnos, junto a una inédita “policía sindical”, que no es otra cosa que grupos de civiles armados, dispuestos a defender al tirano a como dé lugar, en Potosí mañana y en cualquier otro sitio donde se los necesite en el futuro. Igual que en Venezuela o Nicaragua, el libreto es el mismo y como Maduro y Ortega, aquí lo encarna Morales Ayma.

Ese es el motivo por el que el MAS necesita que los opositores democráticos intentemos hacer pública una candidatura, cualquiera que sea, para que nos enfrentemos entre nosotros. Ahora los masistas proponen a Mesa, y Carlos con madurez y sabiduría convoca a ni pensar en ello; “no soy candidato” –dice– y yo le creo.

El ¡Bolivia Dijo NO! Hay que cuidarlo como el bien más preciado de la coyuntura, nada puede distraernos, nada debe desviarnos. El ¡Bolivia Dijo NO! no es de nadie porque nos pertenece a todos y todas, cada uno de nosotros ha hecho lo que ha hecho para que esto sea posible, no vamos a jalonearlo pretendiendo ser sus dueños, para un lado y para el otro hasta hacerlo jirones.

Más bien es momento de la colaboración, que debe ser el principal valor que enarbolemos. Durante seis u ocho meses debemos callar y mordernos la lengua, si fuera necesario, antes de expresarnos mal de quienes estén fortaleciendo la consigna, y menos hablar de candidatos; sea quien sea, esté donde esté, venga de donde venga, piense lo que piense. Aquí estamos para crecer, para cerrar filas, para acumular fuerzas.

Y a quienes actúen en contra ruta, hay que “bulearlos” hasta que se callen, hasta que se sumen, hasta que comprendan y repitan su propio "¡Bolivia Dijo NO!", que es la unidad invaluable. Primero la Ley, el voto del pueblo, el cumplimiento del 21F, que es irrenunciable, vinculante y obligatorio; eso nos une.

Después competimos entre los diferentes, pero en libertad, bajo reglas democráticas y elecciones transparentes.

11 de julio de 2018

SOBRE CARLOS D. MESA G.

Primero mi solidaridad con él, porque será los próximos meses la victima con quien ensañarse, de este gobierno ebrio de poder y decidido a hacer lo que sea necesario para atornillarse a la Silla Presidencial por los siglos de los siglos, amén. Sin importarles el rol de Vocero de la Causa Marítima ni el impacto que causará sobre el cuerpo de jueces del Tribunal en La Haya, o en Chile o en la comunidad internacional donde Mesa tiene un prestigio incuestionable, la decisión de perseguirlo hasta el último rincón de la tierra has sido tomada, en la línea que anunciaron hace meses, de llegar a 2019 sin que quede una sola voz contraria a la repostulación de Morales Ayma y menos aún, alguien que le pueda ganar con el suficiente margen como para que ni la manipulación o el fraude sirvan para algo.

Segundo, una pregunta inevitable. Cuando el régimen lo pone contra las cuerdas, no quedándole otra que defenderse utilizando todos los medios que le otorga la desportillada institucionalidad democrática que pervive a pesar de todo, ¿estará Carlos D. Mesa dispuesto a dar un paso al frente y decidir liderar la consigna del 21F y asumir sus consecuencias? ¿Entiende Carlos Mesa que golpear ahora la mesa y sacudir la historia, con toda la fuerza de la rabia que produce una acusación injusta y tirada de los pelos, es ponerse en la mira de régimen para crecer con su palabra, como la espuma, y terminar irremediablemente de candidato ganador, exactamente como nos dice que no quiere ser?

Y tercero, sobre la mezquindad de la oposición, ya no de los líderes, sino de la gente, que de pronto hemos desatado viejas broncas guardadas en el baúl de los rencores, despotricando también contra él, como se nos ocurrió hacer con otros, como cuando Samuel Doria Medina salió a defenderse contra otra acusación tan absurda como esta, reavivando su terquedad de querer ser, lo que a estas alturas es en parte un mérito más que una desventaja, que también lo es. Si la ciudadanía no contiene sus ímpetus de negación de quien pudiera tomar una batuta y esgrimirla como una espada cargada de Libertad y Futuro, malos tiempos nos esperan.

No bastan las plataformas ciudadanas, no son suficientes los clamores de unidad, las marchas de juventud y fuerza que salen a las calles exigiendo el cumplimiento de la ley y el respeto al voto mayoritario del 21F. Si no nos callamos cuando se nos da por hablar mal de quienes han sobrevivido a doce años de destrucción y desconcierto, también mal podremos quejarnos de lo que hagan ellos, los que pueden mañana enfrentar efectivamente y en nuestro nombre a la tiranía. No importa que sean Carlos, o Samuel, o Ruben, o Jaime o Luis, o renovando, Soledad, Rodrigo, Christian, María, Juan, Perico o como se llamen. ¡Hay que apoyarlos a todos, para que crezcan! Después les pediremos rendir cuentas sobre lo que vayan a hacer con ese nuestro apoyo.

31 de enero de 2018

CONTRA VIENTO Y MAREA

Uno de los grandes problemas que tienen los partidos políticos en Bolivia es que sus dirigentes no distinguen bien sus roles en el partido de su responsabilidad en las instituciones estatales donde trabajan; los dirigentes no saben diferenciar lo que se tiene que hacer en el partido político, separádolo de la gestión gubernamental bajo su responsabilidad.

Por ejemplo, los masistas insisten en que han construido teleféricos y carreteras, y creen garantizar así el voto de sus seguidores, diez años después, justo cuando la gente empiezan a dudar de mantener a Morales Ayma en el poder. No bastan los teleféricos para revivir la esperanza y menos la credibilidad de los discursos preparados para ganar indefinidamente las elecciones, mentira tras mentira.

Esta no es una deformación masista solamente. Les pasa a todos, según la concentración de poder que les corresponde y los años que la ejercen, sea regional o municipal. Es un defecto de la cultura política nacional, del populismo boliviano que cargamos sobre nuestras espaldas.

En las calles no es tan así. Cada vez más y con insistencia se renueva lo antipartido en el seno de las organizaciones ciudadanas, más espontaneas y poco duraderas que los partidos, pero dispuestas a adaptarse mejor a la realidad gelatinosa de hoy, que cambia todos los días. Estas plataformas son la base de la autoconvocatoria ciudadana que ha logrado épicas victorias contra el autoritarismo masista y que pueden vencer la más importante batalla: hacer respetar el voto popular, expresado en el resultado del referéndum del 21F. ¡Bolivia dijo NO! es la consigna.

Porque estas plataformas se organizan de forma distribuida, lo que les permite expresar con libertad sus consignas e intereses, que pueden ser variados y sorprendentes. Son burbujas en el aire, como en las redes sociales: los vegetarianos y veganos por acá, las promociones de colegios por el otro lado, los católicos de la pastoral del barrio junto a los médicos vestidos de blanco, y en medio, ayudando con todo lo que pueden, los partidos políticos tratando de atraparlos a todos... y no pudiendo.

Y los partidos no pueden culpar de ellos a los ciudadanos; somos los ciudadanos los que debemos responsabilizar de esto a los partidos. Los partidos se creen irremplazables porque la ley impide que ningún otro tipo de organización participe en las elecciones, lo que es un cuello de botella, que impide que las plataformas se proyecten. Los partidos parecen gatos esperando a los ratones, porque saben que los liderazgos emergentes tienen que tocar sus puertas si quieren proyectarse en algo el año 2019.



¿Alguien cree que un partido político, o todos juntos y al mismo tiempo, pueden organizar algo como la Marcha Mundial este 21 de febrero? Que los bolivianos en La Paz, en Roma y ojala que en El Cairo, vayamos a salir a las calles, las plazas y los caminos para defender el 21F?

Los partidos mantienen como forma de funcionamiento la vieja tradición de centralismo democrático, vertical y disciplinado, estamentado y jerárquico y no pueden dejarlo de lado sin correr el riesgo de que se les subleve la base solicitando cambios, de ideas, pero sobre todo de liderazgos; esa es la razón de semejante confusión de roles. Los partidos no quieren cambiar nada, ni un milímetro, porque tienen miedo que los invada el pueblo.

Y allí está la madre del cordero, el partido que quiera proponerle futuro a la sociedad boliviana, tiene que adaptar sus estructuras hacia una mentalidad distribuida, tiene que pensar digital. Los partidos analógicos están muertos.

1 de septiembre de 2017

ANULAR


Ha llegado el momento cumbre del show al que le han llamado la elección de magistrados. El cinismo se ha mostrado sin camuflaje alguno ante el pueblo boliviano, cuando después de la selección trucha y amañada de méritos y saberes, donde vale más ser dirigente del sindicato de heladeros que un probo profesional del derecho, han escogido a mano alzada y obedeciendo una lista redactada en Palacio de Gobierno y enviada a los asambleístas por Whatsapp, a los amigos, los parientes, los parientes de parientes, los masistas obsecuentes y a algun desconocido que se filtró por ahí seguramente... todos masistas del MAS.

Y ahora viene lo mejor. Van a convocar al pueblo a que decida con su voto cual es el sátrapa mayor. A ver, cada uno póngale al menos 1.000.- Bs al Feisbuc (Facebook en inglés), a ver si la gente se entera quienes son, porque nadie va a investigar por si solo, porque a nadie le interesa en demasía si la candidata en mi ciudad es sobrina del diputado que la garantizó ante el Jefazo, asegurándole que tendría su obediencia incondicional cuando se vaya a tratar lo de la re-re-re-relección, que es lo que verdaderamente importa en este caso.

Hay que hacerlos conocer primero, pero ¡oh destino cruel y aciago!... hacer campaña está prohibido; tiene que ser por lo bajo y para eso no les queda sino recurrir al partido que para esos menesteres está; que el aparato se encargue de decir quién es él o la mejor, que tiene una propuesta para la justicia, una reforma para que funcione en bien de la comunidad, y que es magnánimo(a), neutral, salomónico(a), entendido(a) en los temas que llevan a los ciudadanos frente a un tribunal, que sabe de la familia, de lo civil, de lo penal, lo laboral, sabe de todo... y que siempre ha sido justo(a), que se puede confiar; ¡no se puede pedir más!

Que vergüenza. Que bochorno. Esto es impresentable... van a electoralizar la justicia, nos van a prometer el oro y el moro para que votemos por ellos o ellas, van a conseguir dinero entre el propio y el ajeno para hacerse notar, a ver si les conocemos, nos convencen y nos animamos en diciembre a votar. Por segunda vez en nuestra historia, la justicia y sus sentencias estarán empeñadas a los padrinos políticos y financiadores, por adelantado.

11 de agosto de 2017

UN ASUNTO DE TODOS

Morales Ayma y su gobierno se han empeñado en hacernos creer que el TIPNIS es un asunto exclusivo de los grupos indígenas del lugar, y quiere solucionar el problema sólo con ellos, que están divididos, amenazados, cooptados y debilitados en la defensa de su hábitat y sus intereses.

La defensa de la intangibilidad del TIPNIS no es tema de una ley, o del compromiso del Gobierno masista con los cocaleros del Chapare a los que ha comprometido la ampliación de la frontera agrícola de la coca excedentaria que se utiliza en la elaboración de cocaína, cuyos productores están asociados en seis federaciones y mantienen como Presidente de las mismas al propio Morales Ayma, quien se presenta sin caretas, como su máximo representante.


La defensa del TIPNIS es un problema que atañe al conjunto de la humanidad porque abre una puerta de la Amazonía e instala una cabeza de playa para la devastación del más importante pulmón productor de oxígeno del planeta; por lo que debe llamar la atención de los organismos internacionales, las organizaciones ecologistas globales y los gobiernos que defienden la preservación de la naturaleza y la biodiversidad.

El TIPNIS, partido en dos y depredado, está en el corazón de Bolivia y no solo en el plano geográfico, sino en el corazón de cada uno de las y los bolivianos, porque en su resolución se verá nuestra capacidad de proponer una forma renovada y democrática de construir país. Allí se entrecruzan los intereses de las oligarquías y las mafias depredadoras, la defensa y el uso de los recursos naturales, la corrupción de las instituciones gubernamentales, el respeto a las culturas y modelos de vida de los más indefensos y vulnerables... El TIPNIS es un espejo donde podemos observarnos y ver también nuestro futuro.


La resolución de este problema es un asunto nacional, por eso es trascendente sumarse a enarbolar y plantar la bandera de un Referéndum Nacional para resolver la intangibilidad del TIPNIS y frenar la siembra de coca/cocaína en los parques nacionales y los territorios indígenas protegidos. No existen hoy las condiciones para la realización de una consulta semejante, pero debe quedar claro que apenas las condiciones políticas y la recuperación de la democracia lo permitan, el Estado boliviano debe llamar a una consulta de dirima definitivamente este asunto pendiente.

15 de noviembre de 2016

LOS CUATRO PILARES

La oposición en Bolivia tiene cuatro pilares que la sustentan, pero ninguno de ellos sirve (por si solo) para construir una alternativa al etnonacionalismo autoritario que preside Morales Ayma y cuyo único objetivo es perpetuarse en el poder, a como de lugar.

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Están los restauradores, que sueñan con volver a la República como ellos la conocieron (olvidando que hay varios tipos de repúblicas) y en la que seguramente gozaban de algunos privilegios hoy perdidos; este grupo es el más disperso de todos porque no tiene un liderazgo visible que los represente, pero están fundamentalmente incrustados en el Movimiento Demócrata y Social que lidera el Gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas. Rubén no puede subir la cordillera y crecer en Los Andes, no porque sea camba, sino porque en occidente no hay resquicio ni posibilidad alguna para un discurso restaurador.

Doria Medina se esfuerza por ocupar el lugar del "supuesto saber" como le llaman los psicoanalistas al lugar que ocupa el analista; un sitio para alguien en quien confían los demás porque creen que puede intervenir y solucionar los problemas, porque su legitimidad se basa en que dice saber todas las respuestas. Doria Medina y su entorno están convencidos que cuando se agudice la crisis económica los bolivianos vamos a buscar a quien pueda ayudarnos y lo encontraremos a él, guardando las recetas, las fórmulas econométricas y listo para salvarnos.

Hay otra tendencia que es la polarizadora, que plantea que cansados de tanta mentira, corrupción, ineficiencia, desigualdad social, injusticia, abusos, etc., al profundizarse el rechazo al actual gobierno y su deseo de perpetuarse al infinito, los bolivianos vamos a buscar en las antípodas del régimen algo totalmente distinto, que si pastor de cabras el uno, licenciado de Harward el otro. De allí proviene el duro discurso de Tuto Quiroga, quien confía que en esa búsqueda, nadie mejor que él para habitar y trascender desde las antípodas.

Luis Revilla es el mejor posicionado de los renovadores. Ellos consideran que este taponamiento político tiene que acabar algún día. El año 2005 los candidatos eran Doria Medina y Morales Ayma, el 2010 los candidatos eran Morales Ayma y Doria Medina, el 2014 (adivinen ustedes) los mismos dos y algún tercero menos importante. Morales Ayma y Doria Medina se han convertido en los tapones que impiden la renovación, tanto en el oficialismo como entre la oposición, y ambos tienen (desgraciadamente) las condiciones materiales para seguir taponeando el futuro. Los renovadores consideran que esto debe terminar ahora y que el 2019 nos puede brindar la dicha de ver otros rostros y nuevas propuestas.

El problema de estos cuatro proyectos (que en otras circunstancias podrían ser a cada cual mejores) es que son incapaces de generar una propuesta y un relato alternativos, porque están anclados y viven todos los días del puro enfrentamiento contra el gobierno masista. Ninguno de ellos está dispuesta a reconocer rasgos positivos en el gobierno que encabeza Morales, toda su existencia está condicionada y depende de pelear contra Morales Ayma, sin resquicios para pensar, al margen del cocalero déspota y tiránico, en el futuro del país. Todos hacen política para bajar a Evo del trono, para apurar su derrota definitiva, y eso no es una alternativa.

Aclaro que es el régimen masista el principal culpable, porque desde el primer día ha roto todo dialogo y ha envuelto al país en su visión predemocrática, falta de dialogo, incapaz de mirar de frente a los ojos de los otros y hablar de igual a igual. Eso ha generado un ambiente denso, ha impuesto una forma adversa al relacionamiento político, que nos ha retrocedido como país al siglo XIX, sin opciones.

Quien logre romper el sino opositor podrá alzarse con el liderazgo del futuro, pero nadie sabe cómo. A mi se me están ocurrido algunas ideas...

1 de agosto de 2016

SI DE CENTRALISMO SE TRATA...

La huelga de hambre del Gobernador Felix Patzi ha puesto un dedo en la llaga del secante centralismo boliviano, pero a diferencia de la mayoría de los casos, esta vez el reclamo se gesta en la sede de gobierno, en la mismísima plaza Murillo de la ciudad de La Paz.

El reclamo forma parte de la reducción de los presupuestos que impone la coyuntura económica y que afecta a las gobernaciones, los municipios y las universidades, cuyos ingresos dependen de la coparticipación en el Impuesto Directo a los Hidrocarburos, cuyos precios se han venido abajo los últimos años, haciéndonos “tocar tierra” y entender que la realidad no es la jauja que vivimos durante siete años, y que la despilfarró el gobierno de Morales Ayma.

El gobierno que encabeza el presidente Morales, maneja cerca de un 80% del dinero disponible, y ejecuta proyectos municipales y departamentales a diestra y siniestra y sin coordinación con las instituciones locales.

Es ahora cuando se siente el centralismo con más fuerza. La disminución de las capacidades de inversión, ejecución y decisión en departamentos y municipios, ha dejado cada día más vulnerable a la población, siendo el Gobierno interplurimultiple (no sé cómo llamarlo en este país de gobierno sin nación y naciones sin gobierno), ideologizado al extremo y autoritario al límite, quien decide lo que se hace o no, lo mismo en La Paz que en las fronteras con el Brasil, digamos que en Riberalta o Yacuiba.

Una condición del programa de oposición democrática es la descentralización radical y el respeto a las autonomías. A la inversa de lo que sucede, el nuevo pacto fiscal (terminada la era masista, se entiende) debe invertir los porcentajes: un 80% para gobernaciones y municipios y un 20% al Gobierno Central para sus tareas de coordinación y construcción de consensos y cumplir con sus pocas funciones nacionales (porque habrá que restablecer una Nación), como son las Relaciones Internacionales, la Defensa (de la Nación, no del Estado) y la coordinación de la Seguridad Interna.

Es más, soy partícipe de terminar con la recaudación centralizada y pasar esta responsabilidad a las gobernaciones, descentralizando impuestos, aduanas, policías y un sinfín de instituciones corruptas e ineficientes, a tiempo de ir mejorando las responsabilidades impositivas que tienen actualmente los municipios. Esa es la única manera de terminar con estos líderes mesiánicos, que ejercen el poder desde su voluntad, más que para cubrir las necesidades de sus pueblos y de las regiones, para cumplir sus caprichos, dejando al país en la necesidad de complacer lisonjas y adulos vergonzantes ante el mandamás de turno; que como Morales Ayma, para ello, no hay ninguno.

3 de marzo de 2016

LA DELIBERACIÓN

Hasta en el país más inculto y atrasado de la tierra, un Presidente que ha sido pillado con las manos en la masa y al que se le han descubierto antecedentes como en Bolivia a Evo Morales, no puede permanecer como el mandamás por mucho tiempo. Solo una dictadura absoluta, que controle y reprima toda expresión de crítica y descontento, e impida absolutamente la circulación de información desde fuentes emisoras independientes y libres, puede retrasar un estrepitoso final. Es cuestión de tiempo.

En el caso boliviano, el fenómeno Zapata (el zapatazo) ha producido un “swaming” en la Red (no me refiero a las redes sociales, sino a la Red Distribuida del Internet y su correspondiente cultura digital de la abundancia) que es “masa crítica” y funciona por si solo. No es necesario el impulso de personas o grupos que impulsen intencionadamente esta actividad para que funcione. La comunicación ciudadana desde la Red ha dado el salto y ha llegado para quedarse. No se trata de un post más o menos en Facebook, se trata de una cultura que emerge e influye en la acción política, que como en cualquier parte del mundo, si funciona, termina expresándose en las calles.

La preocupación de la política sobre esta actividad es organizar el siguiente salto cualitativo, pasar de la participación ciudadana a la deliberación. Así como no hay resistencia democrática al autoritarismo sin participación directa, tampoco hay propuesta política o alternativa sin deliberación social. Con lo que tenemos nos podemos defender, o como reconocen los regímenes autoritarios, se pueden “tumbar” dictaduras, pero no podemos consolidar propuestas de futuro, para eso hay que pasar de la participación al compromiso, del puro enjambramiento (swarming) a la deliberación.

23 de febrero de 2016

EQUIVOCACIONES

Así como nadie entiende por qué Evo Morales decidió convocar a un referéndum para habilitar su re-re-reelección, con tanto tiempo de anticipación; ahora es inentendible también por qué el Presidente y su partido se niegan a reconocer la victoria del NO, que ya es irreversible.

Alguien le debe haber dicho al Presidente que era mejor un referéndum ahora que la economía está relativamente bien ( aunque todos presienten el bajonazo que se viene) y no más tarde, crisis económica de por medio donde sería mucho más difícil ganar. Nadie le dijo a Evo que estos referéndums no se ganan, que se pierden siempre, incluso en dictaduras como la de Pinochet, porque se trata de enfrentar un principio democrático contra el interés de una persona. Es la sociedad que se libera del Estado que oprime, por eso siempre gana el NO.

Alguien le debe haber dicho al Presidente que las proyecciones estadísticas hechas por empresas “privadas” tienen un margen de 5% de error y que eso haría posible revertir la derrota. Nadie le dijo a Evo que ese margen de error sirve para las encuestas pero que en el caso de las proyecciones a boca de urna se reduce a un 0,5. A Evo lo han vuelto a engañar (yo no entiendo por qué..., dirá él, como siempre). Están manteniendo falsas expectativas con los adherentes y militantes del MAS y eso es una irresponsabilidad que puede provocar inútiles tensiones y enfrentamientos.

13 de enero de 2016

LOS INDECISOS LO DECIDIRÁN

Estoy de acuerdo con los resultados MORI de la encuesta difundida por El Deber y otros medios de comunicación, aunque sea tramposa, al haber camuflado parte del potencial del NO en la categoría "Mi Voto es secreto", que ha distorsionado absolutamente los resultados.

Hace veinte días se informó a la opinión pública el resultado de otras encuestas que no fueron públicas, coincidentes con esta última, donde también quedaba claro que un 20% de los votantes definirán el resultado, porque un 80% ya decidió su voto. Es más, dijimos en ese entonces que esa decisión era "dura", porque la posibilidad de migración de un NO a un SI, o viceversa, es casi imposible. En esas encuestas el SI ganaba al NO con un margen relativo del 5%, que ha quedado ahora camuflado por el "mi voto es secreto", que es una patraña.

También dijimos que la característica más importante es que el 40% de votos que anteriormente decidieron por otras candidaturas que no eran Evo Morales, estábamos todos con el NO y que no se nos escapó nadie, mientras que de los que votaron por Evo ya habían migrado al NO por lo menos un 7%, y esto es relevante, porque permite medir las razones porque esos ciudadanos tomaron esa decisión.

La otra característica es que del 20% de indecisos, todos han votado antes por Evo Morales, y este es el dato fundamental. La gente que duda entre votar SI o NO, puede estar enojada, decepcionada, confundida o lo que se quiera, pero son personas que votaron y eligieron a Evo. Por lo tanto, no se ven afectadas por los estériles insultos que expresa la oposición al gritar que hay que votar NO para que Evo se vaya; los indecisos no quieren que Evo se vaya (a ver si se entiende esto, que es crucial para los próximos días), ESTÁN INDECISOS POR OTRAS RAZONES.

Los indecisos están indecisos por tres motivos, a saber, por la enorme corrupción, por la actitud despótica y egoísta de los dirigentes masistas incluido el Presidente, y porque intuyen que el bienestar económico no es más que un espejismo que pone a Bolivia en el mismo camino que Argentina o Venezuela.

A la inversa, los convence por el SI, la estabilidad que promueve el gobierno, diciendo que es igual a desarrollo e inversiones; y a la repetida pregunta, ¿después de Evo quién?, que tiene un enorme efecto sobre este grupo de votantes indecisos.

O sea que el referéndum se inclinará al NO, de acuerdo a que los indecisos crean más que el perpetuarse en el poder acrecentará la corrupción, volverá más déspotas a los gobernantes y llevará a que explote la burbuja y la economía entre en crisis. O al revés, si los masistas los convencen de que más allá de la corrupción y el abuso, lo que vale es la estabilidad para garantizar el futuro.

Si las campañas del NO, que por múltiples, inasibles, diversas, sin centralidad, ni jefaturas, se mantienen así, ciudadanas como son, y si Sanchez Berzain, Samuel Doria Medina, Tuto Quiroga y Manfred Reyes Villa, se callan la boca por treinta días, hay todas las condiciones de ganar.

Sigamos trabajando.

5 de octubre de 2015

MUCHOS Y DIVERSOS NOs

El 21 de febrero de 2016 se realizará el referéndum sobre la "necesidad" de un cambio parcial en la Constitución Política del Estado, con el solo y único fin de satisfacer las ambiciones personales de un carismático líder, devenido en un Tirano. El pueblo boliviano estará obligado a votar SI o NO a la propuesta de re-re-re-elección de Evo Morales Ayma por cuarta ves consecutiva.

Quienes harán campaña por el SI, con buenas o malas intenciones son los masistas, expresados por la voz de los "Movimientos Sociales" que no son más que un grupo de dirigentes [fundamentalmente] sindicales o de gremios corporativos, que han asumido la intermediación política, desinstitucionalizando la democracia, para gozar de prebendas y privilegios espurios. Junto a ellos -desde luego que si- estarán muchos y muchas militantes de base, convencidos por el sueño de darle continuidad a un sistema que consideran el mejor para el desarrollo y el futuro de Bolivia. Queda claro, que los únicos beneficiarios de una eventual victoria del SI será una rosca corrupta que rodea a un Presidente con pretenciones faraónicas de ser vitalicio.

Hacia el lado del NO habrán muchas y diversas voces. No todas son del agrado de las otras, pero tienen que convivir juntas para lograr una victoria. La propuesta de una sola campaña, una estrategia, un solo discurso, que englobe las razones para el NO es, desde luego, irrealizable. Yo voy a hacer campaña por el NO, y seguro que cerca mío pueden haber otras voces que hagan lo mismo, pero conservadoras, religiosas, pechoñas, con las que yo no comparto ni valores ni expectativas. Haremos campañas diferentes. El mundo del NO es el futuro de la diversidad social, por eso he tuiteado ayer: "Al lado del NO habremos muchos ciudadanos y por diferentes motivos; que no nos encierren en una sola bolsa. Nuestro destino es la libertad".

Pero entre todos hay un NO abierto al futuro. Es el NO que comprende que Evo Morales repetido es un tapón no solo para la democracia y la libertad, sino para la renovación y las nuevas ideas, que estamos necesitando a gritos, porque se cumplió su ciclo y su misión está agotada, solo le queda conservar los privilegios de la rosca corrupta que lo va a sostener hacia adelante, si lograra ganar.

Pero ese mismo NO cargado de futuro, comprende también que al frente hay otro grupo de líderes de oposición, más pequeños pero no por ello menos enroscados. Van a ser quince años cuando lleguen las próximas elecciones generales, desde que empezamos con el proceso de cambio que se promovió revolucionario al principio, luego mutó a "lo mismo de siempre" desde hace setenta años, para caminar a convertirse en una tiranía como lo definió el santísimo Papa desde Roma. Y habrán pasado hasta ese entonces dos o tres Papas vitalicios y seguirán en sus sillas el mandamás del MAS y los otros que están al frente. Porque lo mismo Evo que los otros, que perdiendo elecciones, repitiendo cantaletas desgastadas e incapaces de generar una alternativa viable, tampoco han renunciado, ni han cambiado, ni renovado; igualito siguen enroscados.

Yo quiero votar NO para que se vaya el proyecto de tirano, pero no quiero votar NO para beneficiar a quienes impiden igual renovación de líderes e ideas, desde las oposiciones, desde el otro lado, que es nuestro lado, igualmente taponeado. Por eso he tuiteado con éxito: "El NO es una apuesta de futuro; Bolivia necesita nuevos líderes y nuevos partidos, con la conciencia y las manos limpias".

En esas estamos. Esa será mi campaña. Y debiera ser la campaña de la mayoría de los bolivianos.

20 de septiembre de 2015

NO NO NO

El NO ha ganado contundentemente en el referéndum amañado y tramposo que le propuso el MAS al pueblo boliviano. Esta fue una votación como ninguna otra en la corta historia de la democracia en Bolivia: se realizó con los mismos tribunales electorales departamentales demostradamente parcializados, no se pudo hacer campaña por el NO porque no se inscribieron los interesados y nadie tenía permiso; no existieron observadores internacionales ni independientes; los delegados en las mesas (si los hubo) solo respondían al SI propuesto por el MAS; no se permitió conteo rápido ni boca de urna; a las autoridades departamentales y municipales (los principales interesados) se les prohibió la palabra... y así una larga y vergonzosa lista.

A pesar de ello la población votó NO, en las ciudades principalmente, pero incluso en el campo, donde el MAS está acostumbrado a llenar las actas sin contar los votos. Lo hizo sin conocer los contenidos de los estatutos propuestos, lo hizo sin un criterio formado sobre sus contenidos, lo hizo contra el MAS y contra el Tirano (como les ha llamado S.S. el Papa Francisco a todos los Evos que se atornillan al poder en el mundo). Si los masistas y Evo Morales lo niegan mañana será porque han empezado a mentirse a ellos mismos, a autoengañarse, y ese síntoma, aquí y en cualquier parte, es el principio del fin.

Lo otro es que no aparezcan, de pronto, los líderes de la oposición a ponerse medallitas que no les corresponden. Ni Tuto ni Samuel ni Manfred desde lejos, son autores de este rechazo popular a la tiranía, y es importante que ellos lo tengan claro y que no nos mientan, ni se mientan a si mismo. El NO es producto de una reacción espontanea de la gente, cansada e indignada de tanto abuso, mentira, corrupción, inseguridad... en el límite del fin del ciclo de bonanza económica que se empieza ya a intuir, y que no es de poca importancia a la hora de evaluar este resultado.

Pero tampoco hay que cobijar el futuro en la pura indignación ciudadana. No bastan los indignados, ni han bastado en ninguna parte para derrotar una tiranía. Si la expresión final de la indignación popular no viene acompañada por una deliberación y consenso previos, no habrá alternativa cuando llegue la hora. Eso es lo que hay que construir... el NO definitivo y la victoria en las urnas se darán mañana con mucho trabajo, pero por añadidura.

5 de julio de 2014

RECORDS EN LA RED

El Blog de Carlos y el Feis de Samuel


Habrá que recordar estos días de campaña para saber cuán importante es la Red (con mayúscula) para la información que se transmite desde la Política (también con mayúscula) hacia los ciudadanos y las ciudadanas. Valga decir que hasta ahora, seguidores más y seguidores menos, todos los políticos importantes en Bolivia tienen un lugar en la Red; sobresales las redes sociales, donde no falta nadie, salvo Evo, el inefable.

Destaca y desde lejos Samuel Doria Medina, porque ha logrado batir un récord de visitantes (que no es lo mismo que visitas, un visitante puede haber visitado una misma página cientos de veces). Su página en Feisbuc (Facebook en inglés) ha superado los 100.000 “me gusta”, convirtiéndolo en el político y candidato boliviano que intenta comunicarse con sus electores sin intermediaciones, que es la característica esencial en la web.


Al mirar el Feis de Samuel uno puede apreciar que hay detrás de la pantalla o el smartphone un trabajo profesional, realizado desde alguna empresa especializada, lo que le da una gran ventaja estética, es una página excepcionalmente bien presentada, aunque eso provoca también algunas desventajas. La primera es la moderación (del moderador); solo se ven los comentarios “buenos”, los que alientan y hablan positivamente del candidato, dejando pasar a veces alguna crítica tenue, para equilibrar. El otro problema es lo muy bien trabajado de la página, que le quita espontaneidad, porque está claro que Samuel no tiene tiempo para diseñar y desarrollar algo tan agraciado.

El objetivo de un candidato en las redes distribuidas es conseguir que su sitio se convierta en un lugar de "swarming", que concentre alrededor suyo el debate ciudadano, que aprovecha su posicionamiento en la red, para convertirlo en lugar de encuentro, discusión y decisiones. Así se han construido la más de las veces las ciberturbas que han conmovido al mundo y que tanto bien le hacen a las democracias contemporaneas, mostrando que hay diferentes caminos para renovar y democratizar la política, siempre tendente a la oligarquización partidaria.

Carlos Mesa en su blog (que no debiera ser punto com, sino punto net) ha logrado 450.000 visitas (que no es lo mismo que visitantes), lo que lo convierte en el blog más importante de entre los que hacen opinión, con una influencia innegable sobre la Opinión Pública. Carlos fue siempre un comunicador de vanguardia, desde la televisión con su programa “De Cerca” que mirábamos todos los que nos apreciábamos de saber y estar al día en algo, hasta este su blog, cuando el debate público trasciende de la televisión a las redes de manera inevitable.


En Tuiter (Twitter en inglés) ambos personajes encabezan la lista de los más seguidos en Bolivia, lo interesante es que ambos gozan en ese espacio de la espontaneidad que tienen los que trinan de verdad. Si alguien quiere comunicarse con Samuel o con Carlos, solo tiene que “trinar” (poner un tuit dirigido a ellos, @SDoriaMedina o @carlosdmesag) porque tengo comprobado que ambos leen los tuits y los consideran; más les vale (y este es un consejo para todos) porque como los tuits no pueden borrarse desde el lado del receptor, es bueno pensar en ellos y responderlos o aclararlos a tiempo. En Tuiter, ambos personajes son una delicia, para diferentes gustos, es verdad, pero son hasta el momento, lo mejor que tenemos.


Lo digo porque en el “mundo de la abundancia”, que es el mundo de la Red, donde hay todo lo que uno quiere al alcance de la mano y basta buscarlo en Google para encontrarlo a raudales, el que algunas personas nos hayamos detenido cuatrocientas cincuenta mil veces para leer a Carlos, o que cien mil personas diferentes hayamos marcado como a un preferido el Feis de Samuel, es un éxito de comunicación indudable. Será central en la campaña política que se avecina, sobre todo en el caso de Samuel Doria Medina que es un candidato con posibilidades.

19 de junio de 2014

¡LA UNIDAD POSIBLE!: ¿Y ahora qué?

Lo que veníamos predicando y necesitando sucedió. Samuel Doria Medina logró un acuerdo sustancial con Rubén Costas Aguilera, convirtiendo en realidad la consigna (parafraseando a Gandhi con lo del camino a la paz en India) que le soplara al oído mi amigo Walter Reyesvilla Méndez, el conocido Puka, hace como dos años atrás: “No hay camino a la unidad, la Unidad es el camino”. Luego matizamos y empezamos de arriba para abajo con lo de “la Unidad posible”, porque era impensable meter en una sola bolsa a todos los gatos, por muy democráticos que parecieran; dije: dos de tres hacen la Unidad. Y así nomás había sido.

Es necesario recalcar la renuncia de Rubén Costas (yo insistí que el mejor camino era el paso al costado y la emergencia de nuevos candidatos; Rubén estuvo a la altura), quien consciente de su imposibilidad de sumar el voto de occidente, supo dar paso a un costado para evitar la dispersión. Ernesto Suarez Zattori es un camba que por diversas razones se presenta como uno de los pocos líderes de oriente con capacidad de traspasar la cordillera y subir a Los Andes; desde luego que ha sido una buena decisión. Destacar la perseverancia de Samuel Doria Medina detrás de su consigna “dejemos que la gente elija”; no fue de la manera óptima, pero las encuestas mostraron que él es el dirigente opositor con mayor apoyo, su elección fue justa en ese sentido.

Porque como en ninguna otra elección anterior, de las que ganó Morales, hay un 25% de los y las bolivianos(as) dispuestos a concentrar su voto en un polo opositor. Es decir, con solo lograr que se consolide en el imaginario colectivo que ésta vez un contendor puede aspirar a arrebatarle el triunfo al oficialismo, así sea para una segunda vuelta, existirá ese importante porcentaje de apoyo de partida, es intención de voto duro y sobre eso se puede hacer mucho más.

Recordemos que una segunda vuelta se produce en dos ocasiones, si el ganador no alcanza el 50% y teniendo más del 40% no logra distanciarse del segundo en más de un 10% de los votos; o si el ganador no supera la barrera del 40% de la votación.

Hace dos años que Evo Morales mantiene una intención de voto del 40%, más-menos uno o dos, a pesar de que ha hecho todo lo que podía hacer, presentándole al país cosas tan espectaculares como inútiles, por ejemplo traer las motos del Dakar por 19 horas a territorio nacional, o colgar en el espacio sideral un satélite que nadie sabe bien para qué sirve, o lo de la G17-China+Evo, que fue un carísimo carnaval que pasó por Santa Cruz dilapidando dinero; y no se mueve, sigue zapateando y levantando polvo en el mismo lugar, un 40% más menos uno. Sus posibilidades de crecer están directa y proporcionalmente vinculadas a que la ciudadanía considere que alguien puede derrotarlo.

Este momento de intersubjetividad sustentable puede alcanzarse las próximas semanas gracias a la Unidad Posible, la fuerza electoral de un arco de unidad que va entre el liberalismo y la derecha democrática, hasta el progresismo de centro y el socialismo democrático.

Quedan dos cosas por hacerse en el corto plazo. A saber:

La Convergencia de Unidad Democrática (que así le han llamado, con buen criterio) debe alcanzar una Masa Crítica de apoyo, sumando adhesiones de unos y otros a gran escala, de la manera tradicional, añadiendo expresiones grupales e individuales desde los medios de comunicación y en las calles, junto a la expresión de apoyo desde las redes sociales, que orienten un clima de imparable desarrollo. Si eso sucede se logra una "bola de nieve" que crece por si sola.

Y la lista de candidatos que acompañen la dupla Samuel – Ernesto. No olvidemos que un punto de inflexión para la caída de popularidad de Tuto Quiroga o Manfred Reyes Villa, que en elecciones pasadas quisieron ser los contendores que polarizaran el voto, se produjo con las listas de candidatos a diputados y senadores; el impacto “más de lo mismo” fue devastador en el pasado. Puede volver a suceder, la importancia de elegir el corro de los y las acompañantes será crítica la próxima semana. Como nunca los portadores del mensaje serán el mensaje, o sea que ahora la coalición de Convergencia de Unidad Democrática debe tomar en cuenta este consejo, la idoneidad de los candidatos en las listas deberá ser probada, la consecuencia y honestidad de los candidatos pesará tanto o más que la unidad alcanzada.

¡A tener cuidado!