El MAS ha decidido por la línea dura, los halcones plurinacionales han ganado la batalla interna y han decidido dispararle a lo que se mueva. Se avecinan tiempos difíciles para los ciudadanos y ciudadanas, frente a las minorías eficaces que piensan imponer sus designios frente a quienes se les opongan, cueste lo que cueste y tengan que reprimir, perseguir, encarcelar, o lo que sea necesario.
Sabedores de la infertilidad de los partidos políticos en la oposición, han decidido vencer a la sociedad organizada (sociedad civil, que así se llama) y a sus instituciones, quebrándonos por frustración y miedo, porque están seguros que descabezando todo intento de crítica “acá no habrá pasado nada” y la Rosca Masista Corrupta seguirá reproduciéndose sobre un modelo, que copia fiel del venezolano, terminará hundiendo al país en la anomia moral, la absoluta corrupción, la quiebra económica, la inviabilidad política y la desconfianza.
Estamos al tanto exactamente de lo que van a hacer. Ellos saben que Morales Ayma ha disminuido no solo su popularidad, sino su capacidad de convocar al voto ciudadano, a no más del 35%, y que cualquiera que pretenda reemplazarlo no representará más que un 25% del total de votos posibles el año 2019 (afirmación mía no demostrable porque las encuestas las hacen ellos, no yo). Y quedan aún tres largos años de develar sus corrupciones, sus abusos y, lo más grave, años de deterioro económico que sacará el descontento a las calles con mayor fuerza cada día.
¿Alguien se imagina a Morales Ayma entregando la banda presidencial a quien les haya ganado democráticamente las elecciones que vienen?
Van a hacer lo inimaginable para que eso no suceda; y han empezado. Aquí “no va a quedar títere con cabeza”, se dirán en las reuniones o en los pasillos de palacio, mientras calculan el próximo paso, señalan a sus próximas víctimas, y tratan de ocultar lo inevitable: el que se les ha acabado el tiempo de gobernar a gusto y antojo del tirano.
¿Y al otro lado? ¿Entre las oposiciones descoordinadas, dispersas, con dirigentes del tamaño de un grupo de enanos, que solo piensan en sí mismos y no en el país o en los ciudadanos?
Al otro lado hay que hacer también lo que debemos hacer, y el 21F nos ha mostrado el camino, con ese espíritu democrático, concertador, incluyente, comprometidos con la convivencia pacífica y la reconciliación entre los bolivianos… Y si hemos esperado pacientemente que los dirigentes prometan cosas y quieran ser alternativa desde hace ya veinte años, sin lograrlo, ha llegado el momento de depasarlos por encima y motivar a todos a autoorganizarnos, autoconvocarnos, y ser nosotros mismos, defendiendo la Democracia, el Gobierno de las Instituciones y el respeto a las leyes. Porque si no lo hacemos nosotros, los ciudadanos, nadie lo va hacer por nosotros, está demostrado.
Sabedores de la infertilidad de los partidos políticos en la oposición, han decidido vencer a la sociedad organizada (sociedad civil, que así se llama) y a sus instituciones, quebrándonos por frustración y miedo, porque están seguros que descabezando todo intento de crítica “acá no habrá pasado nada” y la Rosca Masista Corrupta seguirá reproduciéndose sobre un modelo, que copia fiel del venezolano, terminará hundiendo al país en la anomia moral, la absoluta corrupción, la quiebra económica, la inviabilidad política y la desconfianza.
Estamos al tanto exactamente de lo que van a hacer. Ellos saben que Morales Ayma ha disminuido no solo su popularidad, sino su capacidad de convocar al voto ciudadano, a no más del 35%, y que cualquiera que pretenda reemplazarlo no representará más que un 25% del total de votos posibles el año 2019 (afirmación mía no demostrable porque las encuestas las hacen ellos, no yo). Y quedan aún tres largos años de develar sus corrupciones, sus abusos y, lo más grave, años de deterioro económico que sacará el descontento a las calles con mayor fuerza cada día.
¿Alguien se imagina a Morales Ayma entregando la banda presidencial a quien les haya ganado democráticamente las elecciones que vienen?
Van a hacer lo inimaginable para que eso no suceda; y han empezado. Aquí “no va a quedar títere con cabeza”, se dirán en las reuniones o en los pasillos de palacio, mientras calculan el próximo paso, señalan a sus próximas víctimas, y tratan de ocultar lo inevitable: el que se les ha acabado el tiempo de gobernar a gusto y antojo del tirano.
¿Y al otro lado? ¿Entre las oposiciones descoordinadas, dispersas, con dirigentes del tamaño de un grupo de enanos, que solo piensan en sí mismos y no en el país o en los ciudadanos?
Al otro lado hay que hacer también lo que debemos hacer, y el 21F nos ha mostrado el camino, con ese espíritu democrático, concertador, incluyente, comprometidos con la convivencia pacífica y la reconciliación entre los bolivianos… Y si hemos esperado pacientemente que los dirigentes prometan cosas y quieran ser alternativa desde hace ya veinte años, sin lograrlo, ha llegado el momento de depasarlos por encima y motivar a todos a autoorganizarnos, autoconvocarnos, y ser nosotros mismos, defendiendo la Democracia, el Gobierno de las Instituciones y el respeto a las leyes. Porque si no lo hacemos nosotros, los ciudadanos, nadie lo va hacer por nosotros, está demostrado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario