La única posibilidad de tener jueces y magistrados probos e independientes en la justicia boliviana es, en primer lugar, suprimiendo el sistema electoral para elegirlos; mientras se mantenga, existirá la necesidad de hacer campaña para conseguir el apoyo y el voto ciudadano (¿sabe Ud. cuánto cuesta hacer campaña y quienes tienen el dinero y la experticia para enfrentar eso?). Tenemos que imaginar a los mejores y experimentados abogados caminando barrios y pueblos, distribuyendo panfletos y estíkers para convencer a vecinos y campesinos que hay que votar por ellos, ¿prometiendo qué? Puedo imaginar haciendo eso a unos leguleyos tarambanas vinculados al MAS o a otro partido político interesado en tener injerencia en el sistema judicial, yendo a hacer promesas y estableciendo compromisos en nombre de la Justicia, pero a un profesional de valía, es imposible; el sistema es fallido, en si mismo.
El otro asunto es imaginar a un abogado de primera, con una hoja de vida profesional que lo hace sentir orgulloso, compitiendo con un llokalla (joven, muchacho, chaval, chamaco, quiere decir) sin historia, ante un tribunal sin especialistas que ni entienden lo que preguntan... y que sea el menos competente el que gane porque es primo del diputado tal o cual. Por favor, es imposible que funcione.
De no poderse eliminar ese camino de bárbaros porque son normas constitucionaesl y no hay ni tiempo ni voluntad para cambiarlas, se podría utilizar un parche temporal. Podría llegarse a un acuerdo entre todos los partidos con representación parlamentaria para impulsar un solo candidato a cada puesto, y que esta candidatura fuera acordada con derecho a veto de cualquier legislador participantes, sea de la mayoría o de las minorías, por muy pequeñas que estas sean. Los postulantes serían de consenso, todo el sistema político los apoyaría y podrían actual con independencia.
Con una formula parecida se logró una Corte Electoral eficiente, independiente y honrada cuando el gobierno de Jaime Paz Zamora, y ésta fue ejemplo de idoneidad y alcanzó grados de credibilidad tales que se pensó que la democracia boliviana avanzaba hacia su institucionalización, donde gobernaran las leyes y las instituciones, por encima de los caprichos o intereses de las personas en el poder. Fue ejemplar, hasta que, ya se sabe, llegó Morales y mandó a parar.
Pero esas soluciones se pueden pensar con gobiernos con capacidad de dialogo, negociación y construcción de consensos. ¿Alguien cree que el MAS podría intentar una cosa así? Ni por dentro, porque su cultura no es democrática y no quiere ni debatir, ni dialogar, ni argumentar y menos escuchar a otros; ni por fuera, porque nadie va a creer en sus intenciones, porque todos sabemos que mienten cuando así lo necesitan, ¿o no ha dicho Morales Ayma veinte veces que no volvería a candidatear y veinte veces ha roto su palabra? ¿Quién puede sentarse a negociar con gente así?
No hay solución. Yo votaré NULO.
No hay comentarios:
Publicar un comentario