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3 de febrero de 2023

MAGISTRADOS (otra vez)

Uno de mis bisabuelos se llamaba Francisco Urbano Lairana; nació en la ciudad de Jesús y Montes Claros de los Caballeros de Vallegrande y, hasta donde yo sé, es el único abogado que consta entre mis antecesores; sería de los pocos jurisconsultos que tuvo Santa Cruz a principios del siglo XX y su retrato bien trajeado y de bigotes adorna un salón de la Corte de Justicia cruceña entre los de los magistrados destacados que presidieron ese Tribunal. Dejó su impronta personal, ya que pasando por mi abuelo que creía fervientemente que lo único por lo que valía dar la vida era la Libertad, hasta llegar a mí, la Justicia ha sido un valor central en la tradición familiar.

No me imagino a ese Francisco Lairana compilando papeles, empezando por su título universitario, ni haciendo compulsar las sendas fotocopias para que quede claro que no las ha falsificado en algunas oficinas de por ahí, lo mismo que con sus otros certificados, el de nacimiento, el del servicio militar, su fotocopia legalizada (como no) del carnet de identidad, y llevándolos foliados –del último al primero– en folder amarillo con fástener y en sobre cerrado; ni haciendo fila por horas, para que cuando le toque, entregarlo a un secretario de marras, de los tantos que habrá en la Asamblea Legislativa y que están ahí aupados sin saber ni leer ni escribir, a puro masismo, quien le pedirá sus personales y le dirá que vuelva mañana muy temprano a recoger una constancia de su patriotismo y amor al Estado plurinosequé, que de la república, la nación o el país, ya no queda casi nada.

Una vez que esos papeles hayan sido revisados por algún especialista, mejor si un verdadero Rector de universidad o su encomendado, constatando que no falte ninguno y estén ordenados según los requisitos (lo que bien podría haber hecho un ujier), no me imagino a este mi bisabuelo en una entrevista con un par de diputados o diputadas que tienen ya preestablecida una lista de hermanos y hermanas para elegir, para que le certifiquen si sabe o no sabe lo que sabe, ya que estaba entre los más doctos de la República de su tiempo y que ejercía sus responsabilidades como un profesional respetable. A abogados así, en cualquier parte del mundo, se los invita y se les agradece si aceptan, no se les hace hacer fila para postularse.

Y ni les cuento el examen. Mi bisabuelo delante de una caterva plurinosequé de asambleistas, que de derecho y jurisprudencia no saben nada de nada, que no entienden ni un ápice de lo que le toque responder. Es que solo eso es una afrenta a la dignidad humana, a la que solo pueden someterse quienes no valoran su saber, su profesión, ni sus méritos.

No me lo imagino tampoco después, cruzando sus dedos, pendiente de la votación en una comisión o en el pleno legislativo, en la que seguramente lograría participar como parte de una lista por orden alfabético, donde no constan ni las calificaciones obtenidas por sus méritos, ni en el examen, ni de las entrevistas, después de haber llamado en secreto a alguna o algún diputado o senador (que es lo que hacen los postulantes que quieren ser electos), a ver si logra que resalten su nombre y aseguren por él, que va a ser fiel con su puño en alto y su diestra sobre el pecho, y lograr así los votos suficientes para ser seleccionado, gracias a quien logre asegurar una mayoría parlamentaria para este singular reparto, porque otra posibilidad no hay, entre los que van a salir a solicitar el apoyo popular que los legitime en elecciones.

No creería que es mi bisabuelo, si lo viera prometiendo y comprometiendo cosas, en nombre de la Justicia, ante las asociaciones de vecinos, o a los sindicatos campesinos, para que difundan su nombre y digan que hay que votar por él y no por otro que estará haciendo lo mismo. Menos lo puedo imaginar filtrando su fotografía en las redes del Internet y pagando a Feisbuc (Facebook, en inglés) para que la haga circular entre los bolivianos mayores de 18 que tendríamos que ir a votar si las elecciones se efectúan a tiempo, lo que ya está en duda, a ver si saca como un cinco por ciento del total, con lo cual gana estas elecciones truchas, lo que lo podría coronar Magistrado al fin.

Y menos aún me lo imagino, si después de toda esa indignidad, se viera impelido a dictar una sentencia cualquiera, a favor de alguien con un poquito de poder (poder azul, que es lo que se lleva hoy por hoy) que lo presione porque le debe el cargo, decidiendo en desacuerdo a su saber y su conciencia. Él sabría de antemano y desde un principio (desde cuando presentó los papeles para disputar tan grotesca indignidad), que si no obedece, va a ser acusado, juzgado y condenado en un raudo zipizape en el Senado plurinosequé, donde no valen argumentos sustentados, sino otra vez la mayoría, esta vez contrariada y vociferante, que lo condenaría culpable, a menos que antes él se apresurara a renunciar, confesando su desfasado atrevimiento de solo haber cumplido su deber.

Saben que; con todo el respeto que se merecen los organizadores de semejante fantochada, tengan la gentileza de irse a la mismísima mierda. Lo digo en nombre de mi bisabuelo que debe estar contento que lo escriba de esta manera y de que haga algo para cambiar esta forma comprobada de poner la justicia al servicio del poder. Pongan nomás sus jueces masistas truchos, alguno que haya experimentado siendo asesor en el sindicato de heladeros de Portachuelo o algo así. Un profesional de valía, experiencia y recto como una plomada, que los hay, y que son los que nuestra desportillada justicia necesita, no se va a presentar en este circo; y las universidades nacionales, las carreras de derecho de verdad, no debieran aceptar validar semejante payasada plurinacional (que ahora sí me vine a recordar del tal apelativo).

8 de junio de 2020

LA MEMORIA DEL CORTO PLAZO

Nuevamente hemos reingresado a la discusión de si fraude o no fraude, aunque sea este un debate sin pies ni cabeza, porque la Asamblea Legislativa determinó hace meses la anulación de las elecciones pasadas, entre otras cosas, aceptando la idea de que fueron fraudulentas. Y discutir eso desde fuera del país es un atentado contra nuestra soberanía encarnada en una decisión legislativa que otras terceras potencias no pueden poner en duda. Discutir esto desde dentro, pasa por replantear esa decisión en el seno del Órgano Legislativo, y hasta donde llego a mirar, eso no va a suceder.

O sea que si hubo fraude o no hubo es una artimaña estrictamente electoral, que le permite instalar al MAS esa consigna con la que viene machacando desde hace meses, sobre que en Bolivia hubo un “Golpe de Estado”, porque les da rédito, o ellos piensan que les da rédito. No conozco ninguna encuesta que haya medido realmente el efecto de semejante galimatías.


Todo discusión sobre este tema, o sobre cualquier otro que se agende los próximos meses de campaña, para ser creíble debe partir del detalle insoslayable, de que todo este lío comenzó un 21 de febrero de 2016, cuando la ciudadanía boliviana le dijo a Juan Evo Morales Ayma que no podía volver a intentar una cuarta candidatura, y que en las Elecciones Generales previstas para el año 2019 el MAS debía contar con otros candidatos, porque así lo establece la Constitución Política del estado Plurinacional de Bolivia y cuanta ley que al respecto se pueda encontrar. Todo el bochinche se inició cuando Morales Ayma y su partido decidieron “hacerse pis” en ese Referéndum y saltar por sobre sus resultados.

Todo lo demás deviene en “cuento viejo”. Que si la gente mostró su enojo y se iniciaron movilizaciones para recuperar la Democracia, que si Morales Ayma montó un fraude del tamaño de una parroquia de pueblo o más grande que una catedral, que si la gente paralizamos el país durante semanas para que el susodicho se vaya como que se fue, que si le siguieron el vice, senadores, diputados y cuantos demás fueron necesarios para crear un vacío de poder y restaurarlo en el sillón presidencial, que si olvidaron el sitio correcto y el momento adecuado de una senadora que a la sazón era Vicepresidenta del Senado a la que le tocó presidir la Cámara y luego el país, porque así lo dicen nuestras leyes y reglamentos, lo que fue refrendado por el legislativo y luego por el propio Tribunal Constitucional…


Es cuanto viejo, porque ya nadie puede dudarlo y quien lo cuestione abstrayéndose de las leyes y los procesos, lo hace con mala saña y para beneficio propio, aunque en el tiempo de las redes, líquidas como son, basta subir un poco la temperatura para que las evidencias se tornen vapor y cueste retenerlas hasta en la memoria de corto plazo, más aún cuando uno o dos de los actores juegan con eso de la obsolescencia de lo novedoso, sabiendo que su cantaleta puede hacernos relegar la historia reciente y transferir los males a quien esté responsable del poder en el momento de postearlo, más aún con la gravamen de luchar contra el coronavirus, que se expande sin control como una mancha corrosiva por el mundo, arrastrando consigo la credibilidad hasta del político mejor posicionado.

Entonces escribo para retener la memoria, así sea la del corto plazo. Escribo para que no se pierda entre el maremágnum de consignas y terminemos contándonos y creyéndonos las mentiras de uno y otro lado. Escribo para reivindicarle al olvido la valentía de la Sra. Jeanine Áñez Chávez, su fortaleza y don de mando; porque en noviembre del año pasado esto era de vida o muerte, de quienes ingresaron a Palacio y para la Democracia boliviana y a la boliviana, que según cualquier otro desenlace sería hoy como el humo, al que se lo pudiera llevar el viento. Sin este dato, del del 21-F y su correlato, de cuando comenzó todo, cualquier cosa que se diga es una mentira.

Significado de Memoria: Estructura, Importancia y Clasificación

Pero además escribo porque me corresponde, como parte de la generación que puso los cimientos para la Democracia, para la Libertad, la Solidaridad y la Igualdad entre los bolivianos y bolivianas; y ¡qué diablos!, los pusimos tan bien y llegaron tan profundo que ni el mismo diablo los pudo arrancar hasta ahora. Tan es así que, en sus campañas, unos y otros reclaman democracia; yo sé dónde se encuentra de eso, y no está ni en medio del populismo autoritario que ha sido azote en América Latina, ni en los etnonacionalismos tribales que más bien son africanos, aunque algo de ellos nos toca, ni en los extremos de los arcos ideológicos donde conviven los pocos fascistas y comunistas que quedan, dándose de palos.

12 de agosto de 2019

El eje es el EJE*


El periódico El Deber de Santa Cruz ha confirmado este sábado 10 de agosto un dato que ya conocíamos pero que viene bien recordarlo, para tomar decisiones, políticas y de vida, porque como en cada elección, estamos definiendo nuestro futuro. 

Dice El Deber que el 73% del electorado boliviano vota en el Eje Central, es decir, en Santa Cruz, Cochabamba y La Paz + El Alto. Tres de cada cuatro compatriotas emiten su voto en esos deartamentos, que son decisivos, por lo tanto.



Nadie puede pretender ganar una elección si al menos no cuenta con el apoyo de uno de ellos. Por ejemplo, si la preferencia a una candidatura se concentra solo en el Beni y o Pando, el correspondiente partido no puede darse el tupé de contarnos que pretende ganar las elecciones. O sólo en el sur, entre Tarija, Potosí y Chuquisaca, tampoco le pueden decir a la nación que van a ganar, o que tienen la oportunidad de alcanzar una segunda vuelta en un albur de la suerte, que es el caso del Carlos Mesa, que, al repetirlo y repetirlo, solo nos está mintiendo.

Por eso sostengo que amenazar con que "o votan por mi, o estarán votando por el continuismo ilegal de Morales Ayma" es un chantaje a la ciudadanía, porque no se sostiene en la verdad, desde la que más bien debiéramos votar por quien veamos más conveniente para solidificar trincheras efectivas de resistencia en el próximo futuro. Es más importante decidir, por ejemplo, nuestros diputados uninominales que esforzarnos inútilmente en concentrar el voto en alguien que no lo merece, porque no ha hecho su trabajo de campaña y en ningún caso será parte de la resistencia.

¿O alguien imagina, por ventura, a Carlos D. Mesa, espada o mazo en mano, defendiendo la democracia, encabezando su bancada en una batalla de verdad, frente a los tribunales, en las calles, o en una huelga de hambre, o desde la clandestinidad?

Y no me digan que por decirlo, y aclarar así la percepción de mis lectores, estoy favoreciendo a otros candidatos, y menos a los indeseables que sabemos. En tanto que jubilado e independiente, no me cabe favorecer a nadie, sino decir lo que creo desde mi saber y mi experiencia. Hubiera apoyado, de existir una mínima oportunidad de que un segundo bien posicionado se aprontara a dar batalla a Morales Ayma, pero no es el caso; y apoye o no apoye, reniegue o no reniegue, no soy nadie para cambiar la realidad que viene.

Tampoco esto pretende apoyar a Oscar Ortiz, quien, desde mi punto de vista socialdemócrata, es la derecha y yo no apoyo nunca a las derechas, aunque los partidos en Bolivia, unos y otros, son bolsas de gatos donde caben de todos los colores. Y esto sirve para el MAS, lo mismo que para CC o para BDN.

Lo que si reconozco de Ortiz es que tiene un bastión de entre los grandes que defender, que es Santa Cruz, y no puede perderlo e irse, como le piden los y las mesistas, haciéndole al MAS semejante regalo, porque esa si es una trinchera para resistir lo que viene y proyectar desde allí un futuro mejor y en democracia, para el país entero.

Y miren Uds. que paradoja, lo mismo reconozco de varios candidatos y candidatas a senadores y diputados en Comunidad Ciudadana que van a estar en la Asamblea Legislativa, o en SOL.BO con Lucho Revilla y Pepo Bedregal, o en Juan del Granado, para LaPaz, o de UN con Samuel Doria Medina y Soledad Chapetón en El Alto; o las varias Agrupaciones Ciudadanas no formalizadas aún, que las conocemos como plataformas, inclaudicables con el 21F, que son trincheras democráticas insustituibles. Pero esa es otra historia, que habrá que dilucidar en las subnacionales y tendrá que ser escrita en otra ocasión.

Por el momento es suficiente saber que si alguien no gana al menos en un departamento, entre La Paz, Cochabamba o Santa Cruz, muy poco tiene que ofrecer.


*Nota: Este texto fue escrito antes de conocer las encuestas de la noche del 12.08.2019. Despues de conocerlas ha sido modificado en pequeños detalles de forma, que no hacen a su contenido.

14 de junio de 2018

¡MORALES AYMA ESTÁ EN MOSCÚ!

La diplomacia se ha especializado hace siglos en la recepción de visitantes ilustres que viajan de un país a otro; y cómo no, de la llegada de Jefes de Estado que visitan otro país. Esas llegadas se clasifican en Visitas de Estado, Visitas Oficiales o Visitas Privadas.

Las Visitas de Estado requieren de al menos dos años de preparación, como ha informado la Cancillería boliviana, y se acompañan de un pesado protocolo que conlleva alfombra roja en el aeropuerto de llegada, recepción por el Jefe de Estado del lugar o su Canciller, el embanderamiento de la ciudad visitada, la organización de una cena o comida de recepción y otra de despedida que ofrece al irse el Jefe de Estado visitante, declaración de Huésped Ilustre por el ayuntamiento o alcaldía de la ciudad, intercambio de condecoraciones, firma de convenios bilaterales, encuentros biministeriales o en grupo sobre temas ya acordados, y otras de menos boato. 

Las Visitas Oficiales no requieren tanto protocolo, se preparan con solo meses de anticipación, mantienen un protocolo menor aunque parecido al primero, y culminan normalmente con la firma de acuerdos puntuales sobre asuntos de mutuo interés. Y las Visitas Privadas son como su nombre dice, privadas, cuando el Jefe de Estado visitante arriba a un país por razones personales; en esos casos el Estado receptor provee la seguridad necesaria y todo puede terminar con una visita protocolar al dueño de casa, un estrechón de manos y algunas fotos para el recuerdo.

Por lo visto hasta ahora, sabemos ya qué tipo de visita programó el Kremlin para el Jefe de Estado Boliviano, ni más ni menos que la de otras personalidades que llegan a Moscú acompañando a sus selecciones de fútbol al Mundial, lo que en este caso el encuentro con Putín duró tan poco que podría calificarse como una visita de cortesía.

Será interesante ver cómo ha clasificado oficialmente el Kremlin la visita de Morales Ayma en medio del despliegue de actividades del Sr. Putin por la inauguración del Mundial de Fútbol. Se puede asegurar es que no se trata de una Visita de Estado y que los mil millones era un cuento para justificar el viaje, y que son convenios ya acordados y firmados que Morales exhibirá a su retorno como trofeos, pero que no estuvieron en la agenda Putin en ningún momento.

14 de enero de 2018

EL INEXISTENTE "TRANSFONDO POLÍTICO"

El régimen encabezado por Morales Ayma en Bolivia considera que las protestas contra el Código del Sistema Penal tienen un trasfondo político y acusa a los partidos de oposición de azuzarlas.

El régimen olvida que la discusión de un reglamento penal que establece y tipifica los delitos en una sociedad va a provocar protestas siempre; por ejemplo, decir que el contrabando es un delito va a provocar el descontento inevitable de los contrabandistas, y esto no tiene trasfondo político alguno.

La protesta de los médicos y de los profesionales en salud, tocados en sus intereses, tuvo la virtud de poner sobre el tapete de la disputa, los errores, vacíos y equivocaciones de una Código mal redactado, frente al cual se han generalizado los rechazos tanto por razones de los principios democráticos que están siendo limitados o conculcados, como de intereses sectoriales y particulares de grupos o gremios que en una sociedad altamente informalizada consideran atentatorio que sus actividades se tipifiquen fuera de la ley.

Si a esto le sumamos que quienes están encargados de ejecutar la justicia y juzgar quiénes y cómo están cometiendo los delitos que establece el nuevo Código, es decir, los fiscales que acusan y los jueces que juzgan, no son sino marionetas que responden a la voluntad de lo que quiere y considera correcto Su Excelencia, entronado por ello como un tirano cualquiera, podremos entender el efecto global de la protesta y la simpatía que esta provoca en una gran mayoría de la población.

¡Sigamos movilizados hasta abrogar el Código Penal masista! Esa es la consiga, y puesta así pareciera tener un trasfondo político, aunque en origen no sea así.

Lo que si tiene es una consecuencia política. Cuando Morales Ayma y el MAS decidieron en contra del pueblo y de su decisión expresada en sendos referendos de limitar el mandato del Presidente so pena de convertirlo en un tirano que gobierna por encima de las leyes, cuatro vías para permitirle re-re-re-repostularse, buscando su re-re-re-reelección, culminó toda credibilidad en sus intenciones y llegó el descrédito de su palabra, la Constitución dejó de ser Constitución, la Ley dejo de ser la Ley, y solo quedó la voluntad y/o el capricho del Jefazo, bajo cuyos designios vivimos ya desde hace años.

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En ese entonces, quienes observamos a diario las aristas del poder, dijimos que ante todo ese poder concentrado en esas únicas manos, no habría forma de evitar esa repostulación, que se impondría a sangre y fuego de ser necesario. Pero también dijimos que esa repostulación ilegal tendría un costo tan alto, que la imagen del caudillo llegaría al momento electoral en diciembre del próximo año 2019, hecha jirones. Y así vamos.

La consecuencia política del reclamo popular contra el Código Penal, redactado por el MAS en beneficio de sus propios intereses, es parte de esa caída en picada que nadie ha trazado, ni planificado, ni impulsado siquiera, como quieren ver los masistas en su delirio paranoico, sino que llega como consecuencia previsible, ante la actitud mentirosa del Primer Mandatario, que ha develado ante todos y todas, que lo único que quiere es quedarse en el poder, si posible hasta el día de su muerte.

¡Muera el Código del Sistema Penal plurinacional, carajo!

30 de octubre de 2017

CON LA MISMA PIEDRA



Tropecé de nuevo con la misma piedra... entona la canción, y parece a veces ser nuestra pieza favorita.

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Doscientos años de centralismo democrático en la cultura política occidental no es poco, hace cultura, se convierte en un rasgo cultural y un rasgo es una institución con vida propia. No depende sino de sí mismo; cuando un grupo discute sobre la necesidad de organizarse para la política reaparece con fuerza. ¡El omnipresente Centralismo Democrático!

Ahí está el quid de la cuestión, de por qué los partidos políticos no funcionan y están cada día más lejanos del que hacer y del sentimiento ciudadano. Porque la ciudadanía que hoy por hoy funciona desde la cultura de las redes distribuidas, rechaza el Centralismo Democrático como forma de organización y de acción en la política.

Y en ese contexto, la emergencia de grupos y plataformas civiles que luchamos por defender la democracia en Bolivia y que lo hemos hecho exitosamente ya en dos o tres ocasiones, infringiendo sendas derrotas al oficialismo etnonacionalista y autoritario que preside Morales Ayma, de pronto, al verse fortalecido, decide articularse y coordinar mejor, y la primera de todas sus decisiones es centralizar, decidir un solo mensaje, una sola estrategia, una sola representación y opta, nuevamente por la pirámide. De pronto salen las consignas sobre lo que hay que escribir en la papeleta y la idea de que todos y todas debemos escribir el mismo mensaje…

Y reclama por un solo mensaje. “Hemos decidido la campaña por Voto Nulo”, dicen y claman porque no se diga otra cosa, que confunde, que dispersa. Cuando es justamente que dispersos y diferentes les ganamos a los masistas las anteriores batallas.

Existen seis millones cuatrocientos ocho mil ochocientos un maneras de expresar que vamos a anular el voto y vamos a rechazar la pantomima electoral. Existen 6.408.801 formas distintas de anular el voto, a cada cual más creativa y diferente. Eso es lo que deben expresar las redes y los grupos y las plataformas; si no, estaremos repitiendo la experiencia de los partidos, que resuelven en una mesa lo que se debe hacer y nadie les hace caso.

24 de octubre de 2017

LO MUY IMPORTANTE

La ciudadanía y todos nosotros (los activistas) estamos cayendo en la trampa populista. Los masitas quieren que hablemos de cualquier cosa, salvo de ANULAR nuestros votos en las elecciones amañadas de jueces y magistrados truchos el próximo 3 de diciembre. ¡Solo eso les importa!

Han planificado un bombardeo sistemático desde los medios de comunicación, para informar y convencer al electorado de que debe validar el Sistema Judicial boliviano, porque ellos cuentan con ese su ejército represivo. ¡A los masistas no les importa la justicia!, lo han demostrado con creces durante todos estos años. Ahora han puesto su estructura corporativa a moverse, a lo que llaman sus movimientos sociales, a los sindicatos que controlan, a los funcionarios estatales necesitados de trabajar, y a lo poco de aparato partidario que tienen; van a salir como marabuntas y van a ir casa por casa intentando arrasar con todo.

¿Y los que queremos una justicia sana, idónea, independiente y proba? ¿Los que defendemos la Democracia? ¿Los y las jóvenes que han mostrado su compromiso pero carecen de orientación para hacer lo que deben hacer en estas circunstancias? Estamos discutiendo el nombre de la ciudad de La Paz que el Caudillo amenaza con cambiar, o estamos perdidos detrás del robo de un cajero en un Banco; tengamos por seguro que los masistas van a destapar no dos o tres, sino a cuantos de sus ladrones sean necesarios para que sigamos pensando solo en esto.


Estas semanas, lo único importante, lo único que debe concentrar nuestra atención es el 3 de diciembre. Hay que hacer lo que hay que hacer, y eso es decirle a la ciudadanía que vamos a ANULAR nuestro voto porque no queremos que el régimen se consolide como una dictadura, ni ser esclavos de los designios atrabiliarios de un tirano. Sin confundirnos: este no es un referéndum, este no es un plebiscito, esto no es un 21F; ¡esta es una elección! No se trata de decir si o no a nada, se trata de rechazar la manipulación que quiere imponer a varios abogados masistas como jueces inapelables, para garantizar que el Órgano Judicial resuelva los conflictos y quite las trabas para hacer posible la re-re-re-re del que sabemos.

Quieren hundir la democracia, los derechos civiles de las personas. Quieren seguir robando, quieren seguir aprovechando del trabajo ajeno y del sacrificio del pueblo para el bienestar y el disfrute de unos pocos. Y, ¿si sabemos esto y todavía gozamos de un valioso tiempo...? ¿A qué estamos esperando?

8 de septiembre de 2017

SOBRE LA "NACIONALIZACIÓN" DE LAS AFPs

Las AFPs fueron "nacionalizadas" hace varios años, pero hasta ahora el Gobierno pluritutifrútico no ha podido hacerse cargo de su administración. Entre otras cosas porque no tiene un software que le permita gestionar el volumen de datos que las AFPs generan y aún más grave aún, la alta y permanente movilidad de esos recursos que durante años los bolivianos hemos depositado obligatoriamente como parte de un ahorro individual para garantizar nuestras jubilaciones de vejez.

No hay que olvidar que antes de la "nacionalización" de las AFPs, estas funcionaban bajo la garantía de un fideicomiso en el exterior, fruto del capital reunido por la Capitalización gonista, que duplicó en dinero constante y sonante el valor de las empresas estatales que luego serían "nacionalizadas" aportando así a los 11 años de jauja y despilfarro masista. El MAS lucró de ordeñar una vaca que criaron otros.

Ese fondo generaba los intereses para pagar el Bono Sol a los mayores de 60 años complementariamente a los dividendos del 50% de las acciones de las empresas capitalizadas que eran propiedad de los ciudadanos. Desde la "nacionalización" el Estado asumió el Bono Dignidad para pagarlo con el dinero de todos y, lo que es inadmisible hasta hoy, las acciones de los bolivianos nos fueron confiscadas y transferidas a favor del Estado. En realidad la "nacionalización" se resume a la confiscación de las acciones a los bolivianos a favor del Estado plurinacional, y a la compra de un 3% de las acciones de las empresas transnacionales, que por esa razón se quedaron felices en Bolivia, en contubernio con la maquinaria burocrática de un gobierno corrupto, corrompido y corruptor.

Las AFPs fueron nacionalizadas también, pero bajo otros términos; para transferir su administración a las manos del gobierno masista vence este 15 de septiembre. No se lo ha hecho antes, y seguramente se lo va a retrasar, porque el BBVA se lleva el famosos software (¡que nacionalización, ni que hostias! -habrán dicho los españoles-) sin el cual todo esto no funciona. El Estado plurinacional ha gastado hasta el momento 38.000.000.- (treintayochomillones, que se dice fácil) en construir otro que realice el mismo trabajo, pero no lo logra.
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LA CIUDAD BBVA
La rentabilidad de nuestro dinero (más allá de las transferencias a las que el Estado plurinacional ya ha obligado a las AFPs y la compra de bonos que se intercambian con la banca privada) ha estado a la baja durante los años de administración y decisiones compartidas con el Gobierno de Morales Ayma y es cada vez menor. Por eso antes, quienes se jubilaban tenían (y mantienen) rentas más altas que los que ahora se jubilan con la misma cantidad de aportes y ahorros. De seguir esto así, podríamos volver a tiempos en que entre el Estado y los sindicatos se farrearon los fondos privados (complementarios se llamaban) para nuestras jubilaciones, y dejaron a los mayores en la mismísima calle.

2 de septiembre de 2017

UNA REGLA ESTÚPIDA

Ante la estúpida regla que establece que NINGUN CANDIDATO ni organización política pueden hacer campaña para las elecciones judiciales del próximo 3 de diciembre, quiero aclarar tres cosas:

1. Es una regla estúpida porque gracias a ella nadie se entera de quienes son los candidatos, ni por qué lo son, ni qué pretenden, ni a qué se comprometen en tanto ganaran. Por lo tanto solo sabremos lo que ya sabemos, que son masistas elegidos por la cúpula del MAS gracias a su mayoría en la Asamblea Legislativa plurinosequé. Tampoco sabremos lo que podrán hacer con la justicia, salvo una cosa que no pueden dejar de hacer, que es apoyar la re-re-re-re.

2. Como ningún candidato se va a resignar a no ser conocido y a estar impedido de promover su nombre para conseguir votos y ganar (ya que se inscribió sabiendo que esto era una elección), se darán modos para burlar la estúpida regla, o sea que los especialistas que saben cómo hacerlo desde las redes del Internet deben estar contentos porque tendrán trabajo. Es una ventaja si alguien los contrata porque sabiendo que es algo oculto no hay que dar factura por ello.

3. Que la ciudadanía está impedida de promover el voto nulo es un hecho, está en la ley, y así fue también el 2011 cuando experimentamos con esto por primera vez. No se puede convocar o publivcitar un “¡Vote Nulo!” pero si se puede decir “¡Yo votaré NULO”, o “Mi Voto será NULO!”. Eso no es propaganda, no es publicidad, no es promoción de nada, es el aviso individual que todos tenemos derecho de contarles a nuestros amigos cómo vamos a votar, y tenemos también la obligación a decir por qué hemos tomado esa decisión. Así hay que organizar el trabajo ciudadano.

10 de julio de 2017

EL LUGAR DE CADA QUIEN

¿Dónde estaba Michel Bachelet, la Presidente de Chile, mientras Morales Ayma armaba la conferencia de prensa para anunciar el apresamiento de dos carabineros chilenos despistados que cruzaron sin nuestro permiso la frontera?

Bachelet y Pedro Pablo Kuczynski estaban en Lima celebrando un encuentro trascendental jamás alcanzado entre ambos países en toda la historia, firmando más de cien acuerdos en todas las ramas y materias susceptibles de cooperación binacional, como Estados modernos mirando hacia el futuro y en el marco de la Alianza del Pacífico, con Asia y Oceanía al frente, esperando con sus mercados abiertos para intercambiar desde materias primas, manufacturas, tecnología y conocimiento.


Mientras nuestro magnánimo Presidente debatía si devolverlos o no a su país de origen y montaba con ello otro de sus shows con los que nos distrae a los bolivianos, Perú y Chile estaban acordando su integración energética que permitirá la unión de sus sistemas eléctricos, o  la supresión del roaming en sus comunicaciones telefónicas entre celulares, de manera que marcar en Santiago para llamar a Lima será como hablar dentro del mismo país, superando distancias y fronteras.

Mientras la caterva de masistas le llamaba “estadista” a Morales Ayma por decidir por encima de las leyes bolivianas la extradición de los policías chilenos y devolverlos a casa con sus mamás y sus hijitos (como recalcó Morales para explicar su sensibilidad humanística), Perú y Chile, firmaban la estabilidad y seguridad de las inversiones en el sur y en el norte respectivo de ambos países, solidificando una frontera que cada día crece más y nos deja lejos y apartados, a nosotros, que seguimos esperando embriagados de patriotismo hueco el otro show de La Haya que los invite a dialogar y negociar a los chilenos dentro de algunos años.

¡Por favor! Es que da rabia constatarlo, que en este caminar grotesco y sin destino, en varias cosas, como la relación con los vecinos, hemos retrocedido cien estos últimos diez años.

5 de mayo de 2017

MAGISTRADO

Mi bisabuelo se llamaba Francisco Urbano Lairana, nació en la ciudad de Jesús y Montes Claros de los Caballeros del Vallegrande; era de los pocos abogados que tendría Santa Cruz de la Sierra a principios del siglo XX y su retrato bien trajeado y de bigotes adorna un salón de la Corte de Justicia cruceña entre los de los magistrados destacados que presidieron la Corte de ese distrito para recordar su historia. Dejó su impronta personal, ya que pasando por mi abuelo que creía fervientemente que lo único por lo que valía dar la vida era la Libertad, hasta llegar a mí, la Justicia y la rectitud han sido valores centrales en la tradición familiar.

No me imagino a ese Don Francisco recopilando papeles, empezando con su título universitario, haciendo compulsar las fotocopias en las oficinas de la Gabriel René Moreno para que quede claro que no lo han falsificado, lo mismo que con sus otros certificados, el de nacimiento, el del servicio militar, y llevándolos foliados en folder amarillo con fástener y en sobre cerrado, haciendo fila para que cuando le toque entregarlo a un secretario de marras, de los tantos que habrán en la Asamblea Legislativa y que están ahí aupados sin saber ni leer ni escribir, a puro masismo plurinosequé, quien le pedirá sus personales y le dirá que vuelva mañana muy temprano a recoger una constancia de su patriotismo y amor al Estado plurinosequé también.

Una vez que esos papeles hayan sido revisados por un Rector de universidad o su encomendado, constatando que no falte ninguno y estén ordenados según los requisitos, lo que bien podría haber hecho un ujier del Parlamento, no me imagino a este mi bisabuelo en una entrevista con algunas y algunos diputados que seguramente él no respetaría, para que le certifiquen si sabe o no sabe lo que sabe, ya que estaba entre los más doctos de la República de su tiempo y que ejercía sus responsabilidades como un profesional respetable. A abogados así en cualquier parte del mundo se los invita y se les agradece si aceptan, no se les hace hacer fila para postularse.

No me lo imagino, cruzando sus dedos, pendiente de la votación a la que seguramente lograría entrar en una lista por orden alfabético donde no constan ni las calificaciones obtenidas por sus méritos, ni en el examen, ni de la entrevista, llamando en secreto a algún diputado a ver si logra que resalten su nombre y aseguren que va a ser fiel con su puño en alto y su diestra sobre el pecho, sobre todo cuando toque decidir lo de la re-re-re y lograr así los votos suficientes para ser seleccionado entre los que van a salir a solicitar el apoyo popular en elecciones, gracias a los dos tercios del MAS, porque otra posibilidad no hay. No me lo imagino prometiendo cosas ante las asociaciones de vecinos, o los sindicatos campesinos para que difundan su nombre y digan que hay que votar por él. Menos lo puedo imaginar filtrando su fotografía en las redes del Internet y pagando a Feisbuc para que la haga circular entre los bolivianos mayores de 18 que en diciembre vamos a votar, a ver si saca como un cinco por ciento que lo podría coronar Magistrado al fin, con el engaño del MAS a la ciudadanía, que nos hace creer que con tres o con un uno por ciento de la votación se han ganado las elecciones.

Y menos me lo imagino, si después de todo esto, aceptado y recorrido sólo por un gran altruismo y fervor patrio, se viera impelido a dictar una sentencia cualquiera, que de acuerdo a su saber y su conciencia pudiera lastimar en algo los intereses raídos por desgastados de algún jerarca con alguito de poder, por lo que sería acusado, juzgado y condenado en un raudo zipizape en el Senado plurinacional, donde no valen argumentos sustentados, sino otra vez la mayoría, esta vez contrariada y vociferando diatrivas, que lo condenarían culpable, a menos que antes él se apresurara a renunciar confesando ante todos su desfasado atrevimiento de haber cumplido su deber.

Saben que; con todo el respeto que se merecen los organizadores de semejante fantochada, tengan la gentileza de irse a la mismísima mierda. Lo digo en nombre de mi bisabuelo que debe estar contento que lo escriba de esta manera y de que vote NULO en honor suyo y de la Justicia con mayúsculas. Pongan nomás sus masistas truchos, que hayan experimentado siendo asesores en el sindicato de heladeros de Portachuelo o algo así. Un profesional de valía, experiencia y recto como una plomada, que es lo que nuestra desportillada justicia necesita, no se va a presentar en este circo, y las universidades nacionales, las carreras de derecho de verdad, no debieran aceptar validar semejante payasada plurinacional (que ahora sí me vine a recordar de tal apelativo).

22 de abril de 2017

MI VOTO SERÁ NULO



La única posibilidad de tener jueces y magistrados probos e independientes en la justicia boliviana es, en primer lugar, suprimiendo el sistema electoral para elegirlos; mientras se mantenga, existirá la necesidad de hacer campaña para conseguir el apoyo y el voto ciudadano (¿sabe Ud. cuánto cuesta hacer campaña y quienes tienen el dinero y la experticia para enfrentar eso?). Tenemos que imaginar a los mejores y experimentados abogados caminando barrios y pueblos, distribuyendo panfletos y estíkers para convencer a vecinos y campesinos que hay que votar por ellos, ¿prometiendo qué? Puedo imaginar haciendo eso a unos leguleyos tarambanas vinculados al MAS o a otro partido político interesado en tener injerencia en el sistema judicial, yendo a hacer promesas y estableciendo compromisos en nombre de la Justicia, pero a un profesional de valía, es imposible; el sistema es fallido, en si mismo.

El otro asunto es imaginar a un abogado de primera, con una hoja de vida profesional que lo hace sentir orgulloso, compitiendo con un llokalla (joven, muchacho, chaval, chamaco, quiere decir) sin historia, ante un tribunal sin especialistas que ni entienden lo que preguntan... y que sea el menos competente el que gane porque es primo del diputado tal o cual. Por favor, es imposible que funcione.

De no poderse eliminar ese camino de bárbaros porque son normas constitucionaesl y no hay ni tiempo ni voluntad para cambiarlas, se podría utilizar un parche temporal. Podría llegarse a un acuerdo entre todos los partidos con representación parlamentaria para impulsar un solo candidato a cada puesto, y que esta candidatura fuera acordada con derecho a veto de cualquier legislador participantes, sea de la mayoría o de las minorías, por muy pequeñas que estas sean. Los postulantes serían de consenso, todo el sistema político los apoyaría y podrían actual con independencia.

Con una formula parecida se logró una Corte Electoral eficiente, independiente y honrada cuando el gobierno de Jaime Paz Zamora, y ésta fue ejemplo de idoneidad y alcanzó grados de credibilidad tales que se pensó que la democracia boliviana avanzaba hacia su institucionalización, donde gobernaran las leyes y las instituciones, por encima de los caprichos o intereses de las personas en el poder. Fue ejemplar, hasta que, ya se sabe, llegó Morales y mandó a parar.

Pero esas soluciones se pueden pensar con gobiernos con capacidad de dialogo, negociación y construcción de consensos. ¿Alguien cree que el MAS podría intentar una cosa así? Ni por dentro, porque su cultura no es democrática y no quiere ni debatir, ni dialogar, ni argumentar y menos escuchar a otros; ni por fuera, porque nadie va a creer en sus intenciones, porque todos sabemos que mienten cuando así lo necesitan, ¿o no ha dicho Morales Ayma veinte veces que no volvería a candidatear y veinte veces ha roto su palabra? ¿Quién puede sentarse a negociar con gente así?

No hay solución. Yo votaré NULO.

20 de febrero de 2017

IMPRESIONES SOBRE LA GABRIELA ZAPATA DE AYER EN ATB

Dos nuevos aportes, que de ser verdad, ponen la telenovela, de rosa a granate: Gabriela llegó a la Gerencia de la CAMC porque se fifaba un chino que la puso ahí para agradecer sus favores. Hasta ahora sabíamos que en ese mismo tiempo utilizaba las oficinas del Ministerio de la Presidencia para organizar sus reuniones y alcanzar acuerdos; por ahí desfilaban otros gerentes de otras empresas que buscaban empujoncitos para sus negocios y contratos con el Estado pluritutifrútico este, que encabeza el Jefazo. ¿Quién era el Chino, con ese poder? ¿El Gerente de CAMC? Hasta donde recuerdo el tal Gerente era hijo del Embajador, lo que me permite imaginar una reunión de Estado entre el Presidente y el Embajador, hablando de negocios, que de eso se trata. Desgraciadamente no lo sabremos nunca, porque ese Embajador y su familia, incluido el Gerente de marras, ya han vuelto a la China y vaya a saber quien tiene el poder para traerlos a declarar ante un juez boliviano.

En el primer punto queda recontraconfirmado que la ex-pareja del Presidente Morales Ayma trabajaba como Gerente Comercial en CAMC, empresa con la que el Gobierno presidido por Morales, contrató más de quinientos millones de dólares de manera directa y sin licitación. ¡Envidiable la suerte del chino! Yo la hubiera nombrado Presidente del Directorio.

La segunda cosa es que Walter Chavez, en contubernio oculto con Samuel Doria Medina, hace doce años organizaron el amorío entre Morales Ayma y Gabriela Zapata; y no solo el amorío, inventaron un hijo, tan bien imaginado, que diez años después el Presidente reconoció haberlo tenido, aunque luego no se supo, ni se sabe, ni se sabrá, si si o no, pero tampoco importa. Aquí lo menos importante es ese pobre niño, lo que interesa es que gracias a él, o a su fantasma, o a su recuerdo, diez años después Morales admitió que fue pareja con Zapata; ese es el hecho, porque ahí está el sentido de toda la maniobra y la mentira de los geniales opositores de mirada tan visionaria. Gracias a ellos sabemos, con toda certeza que Morales Ayma tuvo una relación afectiva con la que vendría a ser la Gerente de CAMC (puesta por el chino), empresa con la que contrató quinientos millones de dólares sin licitación.

Lo demás es telenovela granate, para divertir al pueblo. Vamos a divertirnos también, hay espacio para todos los chismosos, que de eso no se salva nadie.

24 de enero de 2017

ESTO ES PERSONAL

Nadie puede concentrarse en tanta cifra mal dispuesta y expuesta sin ningún criterio ni orden, como las del discurso presidencial de este 22 de enero; o sea que escuché las comparaciones del antes y después, quedándome con la cuenta de que sí, algo pasaba antes con mucha menor intensidad que ahora, en "mi gobierno" como ha insistido tantas veces el Jefazo. Se robaba menos, se mentía menos, se trabajaba mejor y con más eficiencia que ahora; también eramos menos racistas, aunque la sociedad discriminaba más, y teníamos mejor educación que ahora. Para qué hablar de la justicia, antes era discriminadora, de los pobres y de los indios, pero ahora es una cloaca llena de masistas sin dignidad ni honradez ni honor, que se venden a cualquier precio y al mejor postor. De la coca-cocaína mejor ni hablar, del antes y el después que es el ahora...

Para no ser injustos, hay que reconocer hoy funciona (subvencionado) un teleférico en la ciudad de La Paz y que forma parte del orgullo de vivir en esta ciudad maravillosa.

Pero hay una cosa en el discurso presidencial que me tocó en lo personal y que no puedo dejar pasar. El Presidente dijo sin dudarlo y con la certeza del que sabe que fue así, que los bolivianos en el exterior antes estaban abandonados a su suerte, que no podían hacer un trámite ni renovar un documento, mientras que ahora, durante "mi presidencia", están atendidos desde excelentes consulados que trabajan de sol a sol; y es mentira. No que trabajen de sol a sol, que eso no me consta, sino que antes estuvieran desatendidos.

Yo fui Ministro Consejero en la Embajada de Bolivia ante el Reino de España cuando logramos la regularización de los migrantes indocumentados en ese país, que eran decenas de miles. Con un Canciller de verdad acordamos un tiempo de amnistía para los indocumentados y un sistema de tramitación excepcional, que no solo benefició a los bolivianos, porque lo hicimos en conjunto con colombianos, peruanos y ecuatorianos. Lo excepcional fue que logramos que 47.000 compatriotas bolivianos que vivían ocultos, escabullendo a la policía y trabajando en los puestos más bajos y marginales obtuvieran sus papeles de radicatoria y permisos de trabajo para vivir tranquilos en la Península Ibérica. Y eso no se ha vuelto a hacer hasta ahora.

El entonces Presidente, Carlos D. Mesa G., ordenó la tramitación de papeles en tiempo record y envió una misión itinerante que otorgaba documentos y certificaciones en todos los consulados e incluso en algunas ciudades donde no habían oficinas consulares. Yo tuve la oportunidad de coordinar y dirigir ese proceso desde Madrid y guardo hasta el día de hoy copia de la documentación que acredita sus resultados. Por eso me molesta que el Presidente Morales Ayma, diga las cosas sin saber de ellas, sin respeto al trabajo de los demás, sin consideración a lo mucho o poco que se hizo bien en el pasado, y en la creencia de que fue con su llegada que se inició la historia del país. No fue así señor Morales, usted llegó cuando todo estaba hecho y supo, en muchos casos y de buena manera, aprovechar el trabajo de quienes le antecedieron. Es de señores el reconocerlo y el no hacerlo se llama deshonestidad.

Cuando llegó el MAS al gobierno, los contratos del gas estaban firmados, los pozos extrayendo y funcionando, las tuberías tendidas, lo consumidores en el exterior comprando. Y así en todo, en la minería, en la manufactura, en la exportación de soya y quinua, en la producción de leche y castaña, de papel y de cartón; del litio no había nada y sigue sin haber, lo mismo que del hierro en el Mutún. Es verdad que ahora se saca un carnet de identidad en menos tiempo, pero eso se debe a que el sistema está computarizado y que antes no existía la tecnología suficiente para hacerlo como ahora, en Bolivia, en la China o en Groenlandia.

Lo mismo que los ingresos, que no expresan un aumento significativo de los volúmenes producidos de cada uno de los bienes que se exportan (que mas bien han disminuido sino desaparecido, como la producción de ENATEX que se vendía en Estados Unidos), sino el crecimiento de los precios. Todos los países de la región nos beneficiamos de esta coyuntura del mercado, unos más que otros y todos redujimos la pobreza, crecieron nuestras clases medias, mejoró nuestro sistema productivo, mejoramos nuestras ciudades, construimos carreteras..., esto no fue Morales Ayma, fue la coyuntura.

Los cuentos que nos cuenta Usted son para consumo interno, para que una parte de la población que no tienen información ni formación suficientes, se crea estas mentiras y siga votando por Usted. Estaba yo cansado de repetir estas cosas y ni pensaba escribirlas otra vez, como un leitmotiv de cada enero, hasta que escuché esto de los migrantes bolivianos, porque me toca a mi de cuerpo entero; por eso decidí poner estas letras, para repetir lo que todos ya saben, que los discursos del Su Excelencia en enero son una tira de inventos para el consumo interno de un masismo enajenado.

22 de agosto de 2016

¿DIALOGAR AHORA?

Como todo poder, cuando se debilita, quienes lo detentan requieren conversar con los que se les oponen o enfrentan: ha llegado la hora de las concesiones. Y desde el gobierno masista que preside Morales Ayma ya hay suficientes señales para entender que ese momento ha llegado, quieren dialogar con los cooperativistas, con los mineros, con los agricultores, con las autonomías y las regiones, dialogar con los alcaldes; a más de ello, claman dialogo con Chile, que ni siquiera les responde.


Los cooperativistas mineros, que ahora están en píe de guerra, no van a dialogar, porque saben de qué se trata; los han visto actuar y planificar múltiples traiciones. Más allá de sentarse a una mesa, exponer posiciones y demandas, de lo que se trata es de CREER que quien tienes al frente va a cumplir con los compromisos que se alcancen y eso es imposible con Morales Ayma y la Rosca masista que gobierna el país. ¡Es imposible creer en ellos.!

El diálogo es imposible porque no hay un mínimo de confianza. La política se construye sobre “acuerdos entre caballeros”, y aquí de caballerosidad, nada de nada.

No se requieren muchos ejemplos. El más claro y que sirve como argumento para todos, es el de la re-re-re-elección, después de tantos compromisos de cumplir, no solo la ley (que sería suficiente), sino la palabra empeñada (que muestra de cuerpo entero el con quienes estamos tratando), que es el colmo de lo demostrado. ¡Quien entre a negociar con el MAS se está engañando a si mismo!

Sabemos que toda concesión gubernamental, todo acuerdo, responde solo a la coyuntura y forma parte de la “estrategia envolvente” que asume el masismo como su ética base de compromiso. Apenas tenga la oportunidad y la fuerza, traicionará lo pactado para volver al camino del “poder total”.

Evo Morales Ayma y sus voceros NO SON INTERLOCUTORES VÁLIDOS para negociar, porque son ladinos y traicioneros, que no creen en lo que pactan. ¡Que nadie se vaya a engañar!

17 de marzo de 2016

LA MALDICION

Lo del niño, conocido o desconocido, visto o no visto, vivo o muerto, de Gabriela y de Evo, está tomado un cariz siniestro. Hay algo así como un garabato dibujado desde el poder con el objetivo de desligar al Presidente de la responsabilidad de que una de sus amantes hubiera utilizado la relación que mantenía con el Presidente para beneficio propio, negociando y acordando en nombre del Estado, con empresas nacionales o extranjeras, contratos o convenios, que significaron millonarios pagos, sin mediar licitación alguna, sino por invitación directa, lo que supone la sospecha del pago de reconocimientos o comisiones.

Aquí lo que importa es que hubo una relación afectiva entre Evo Morales y Gabriela Zapata, porque todo favor o pago de cualquier tipo de compromiso alcanzado en nombre del Presidente se entiende como tráfico de influencias, si existiera entre ambos un vínculo o relación afectiva, durara un día o diez años, con la condición de que Evo conociera de las idas y venidas de Gabriela, recibiera él o no las comisiones, regalos y prebendas. Y ESO ESTÁ PROBADO; más allá del niño, nacido o no nacido, existente o no (que eso de por si es algo tétrico), porque Evo Morales y su entono palaciego lo han reconocido frente a las cámaras y frente al pueblo, y los medios utilizado por su eventual pareja para hacer sus fechorías pertenecen a la Presidencia del Estado plurinacional.

Desde luego que se está armando una mentira teatral, con visos ridículos y declaraciones sorprendentes de ministros y fiscales, que parecen saber de la vida del Presidente lo que nadie. Desde luego que esto va a culminar en que nos contarán un cuento de dimensiones dantescas, por las mentiras y fabulaciones que implica a estas alturas desbaratar una verdad que es del tamaño de una montaña. Van a intentarlo todo, lo que sea necesario y lo que no sea, así esto termine como el garabato que ya es.

Pero más allá del cuento, en algún lugar del mundo debe haber un niño que los está mirando, y que sabe que estas cosas no se dicen ni se hacen, por temor al dios en quien dicen creer, por temor a los antepasados ancestrales que dicen que les importan, por temor al pueblo que quedará vigilante porque quiere saber. Porque hay cosas en esta vida que no tienen perdón, así uno se oculte bajo el manto del poder, que lo invisibiliza todo, menos la maldad en el corazón de las personas.