El llamado a la UNIDAD de la ciudadanía ha sido una de las consignas de la campaña de Carmelo Lens para la Gobernación del Beni, que se ha alzado con la victoria. Quiero afirmar que cada vez que la ciudadanía logra unificarse alrededor de una bandera democrática y llamar a la acción con una sola voz, es imbatible*; no hay etnonacionalismo ni populismo autoritarios, que puedan derrotarla. Se ha dado ahora en el Beni, pero antes lo hemos visto con el voto nulo en las elecciones judiciales, con la movilización cuando la octava marcha del TIPNIS, o en elecciones cuando la alcaldía de Sucre o en Quillacollo.
La UNIDAD de la que hablamos y que la gente está reclamando, no hay que construirla como un acuerdo exclusivo entre dirigentes políticos, porque al final trasciende como un pacto en la cúpula, una repartija del poder y eso no atrae a nadie; la UNIDAD que se ha sembrado en el Beni va más allá. Se trata de un puente entre oriente y occidente (mirando el futuro incluye también al sur) entre cambas, collas y chapacos; debe ser parte de una estrategia de reconciliación para el reencuentro étnico/racial/cultural entre indios, mestizos y blancos. La UNIDAD, si quiere ser tal, como en el Beni, debe sostenerse sobre una Plataforma común, donde puedan participar indistintamente militantes de una u otra agrupación junto a ciudadanos sin partido; y la UNIDAD requiere un programa alternativo que no sea una pura respuesta a los errores del MAS y miré el horizonte por encima de Evo Morales, una propuesta que vislumbre una nueva agenda para el futuro.
Las semillas están sembradas; Samuel, Rubén, Ernesto y otros dirigentes son los claros ganadores y se han hecho con la bandera de la UNIDAD, que ahora hay que cuidarla como a ninguna. Se trata de un acuerdo que debe reconstruir confianza ciudadana y complicidad (en el buen sentido) política, desde el liberalismo social hasta el socialismo democrático, sin complejos, perjuicios, ni exclusiones.
Hay que trabajar con Juan del Granado, aunque su actitud no sea la mejor; él sabe que se ha equivocado; los resultados marginales en las elecciones del Beni y en Sucre, junto al desastre del NO (por incontabilizable) en las judiciales, lo demuestran. En el seno del Movimiento Sin Miedo tiene que estar aconteciendo algo parecido al descontento, alguien tiene que estar preguntándose a dónde se va a llegar si siguen por este derrotero. Aún son muy importantes, Juan es una opción (así hayan disminuido sus acciones), ya que anticipa la ruptura del bastión paceño, tan importante y definitorio en las próximas elecciones; pero para eso tiene que asegurar su propio liderazgo y una buena relación con Revilla, su Alcalde, que viendo cómo van las cosas se debe estar preguntando si tanto esfuerzo valdrá o no valdrá la pena.
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