ALTERNATIVAS

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6 de abril de 2016

EL DEFENSOR DEL PUEBLO

El Defensor del Pueblo, está deformado en su concepción boliviana por la visión ultraestatista del equipo político que gobierna Bolivia. Ellos conciben el Estado como el todo que contiene al conjunto de la población y así lo dicen: "el Estado es el pueblo".

De esa manera el Defensor del Pueblo se convierte en un funcionario dentro del Estado que defiende los derechos de la gente, sus derechos universales, sus derechos humanos. No goza de ninguna autonomía, porque el concepto parte del principio que es el Estado en su conjunto que cumple cion esa labor, siendo el Defensor un funcionario operativo que ejecuta esa encomienda.

Y no es así. El Ombudsman (que es su nombre germano de origen) tiene por finalidad defender a la ciudadanía de los abusos del Estado, de cualquier Estado. El Defensor del Pueblo no es un defensor de los Derechos Humanos, eso somos todos, en el Estado o fuera de él. Para ello debiera gozar de total independencia y aunque sus resoluciones no sean de obligatorio cumplimiento, su fuerza moral las hace ineludibles; para ello se requiere una personalidad consensuada entre todos, elegida entre todos y respetada por todos.


El Defensor del Pueblo tiene como tarea el evitar que el Estado y su poder trasgreda los derechos ciudadanos y que cumpla la ley constitucional sin aplicarla en su propio beneficio y en desmedro de los derechos e intereses de las personas. Esa es su función, sino, es innecesario.

29 de mayo de 2015

DESCONFIANZA ELECTORAL

Ya no existe el Tribunal Electoral y cualquier futura elección en Bolivia está a la deriva, en manos de tribunales electorales departamentales, que gozan de tan poca credibilidad como el nacional, al que le llaman "supremo", porque uno a uno se encargaron de mostrar no solo su ineptitud por la incapacidad de sus miembros, sino su falta de idoneidad, porque la mayoría están ligados o comprometidos con el partido de gobierno, el MAS, que no escatima ni escatimará esfuerzos por tener en ellos a personajes obsecuentes, dispuestos a hacer lo que se les mande desde el Poder Ejecutivo del Estado plurinacional. Con una caterva de árbitros de tal calaña es imposible confiar no solo el resultado de los próximos referendos autonómicos en varios departamentos, sino del otro que se viene, la crucial re-re-re-reelección indefinida y perpetua de la rosca plurinacional, tan corrupta como no las ha habido otras en la historia boliviana.

Los mecanismos que estipula la ley para reemplazar a los vocales salientes no otorgan garantías de idoneidad, capacidad y neutralidad; al contrario, son los mismos mecanismos que se utilizaron ya para asegurar el apoyo incondicional del Poder Electoral al MAS y la absoluta sumisión a la voluntad del presidente Evo Morales. De utilizarse los mismos estaremos exactamente igual, con otros nombres, pero con los mismos defectos. Desde un inicio todos los que acepten ser nombrados carecerán de la confianza popular, porque saldrán de una lista de masistas, filomasistas o masistas encubiertos, organizada desde Palacio de Gobierno por su excelencia o por el grupo de parlamentarios masistas que votaran al unisono por cada uno de ellos, sin siquiera saber sus nombres.

¿Habrá alguna persona que sintiéndose capaz, idónea, honesta, para consigo misma, decida postularse? El sistema es centrífugo, expulsa a este tipo de personas, dejando en manos de ineptos amigotes del masismo, obsecuentes desde ya (porque postulan proponiendo su apoyo incondicional para conseguir los votos parlamentarios de la mayoría de dos tercios); a más, el reglamento privilegia la experiencia sindical sobre la académica, valiendo por igual el haber sido dirigente sindical de los panaderos (por decir algo, también podría decir carniceros o mineros), que Profesor en sistemas electorales, o Doctor en Ciencia Política u otras afines, para dar un ejemplo. Para más aún, se tiene que exponer (de salir elegido en una primera selección) un programa de acción en el Tribunal Electoral, delante de un selecto grupo de ignorantes, que poco sabrán de articular tres ideas juntas sin hacerse un lío, quienes van a votar después por su pariente o sus amigos masistas de la misma condición, que también se habrán presentado ¿Se postularía Usted en esas condiciones?

La única solución sería, como se hizo ya (lo que demuestra que los bolivianos si podemos dar una solución efectiva y honesta a este tipo de problemas) hace más de veinte años cuando el Presidente Jaime Paz Zamora, convocar a todas las fuerzas políticas con reconocimiento nacional, desde la más grande a la más pequeña, y entre todas POR IGUAL consensuar seis nombres (que los hay) que gocen del reconocimiento y la confianza de TODOS. Un acuerdo parlamentario para lograr algo parecido entre las bancadas podría ser igualmente efectivo, y lo mismo a nivel departamental, convocar a las fuerzas políticas de cada departamento y proceder en consecuencia, acordando nombres de personas en las que se pueda confiar. ¡NO HAY OTRO CAMINO! Todo lo demás es y será maniobra e imposición.

Se puede hacer, porque ya se hizo y se sabe como. Se puede encontrar personas idóneas para trabajar honestamente y en el marco de las leyes las próximas votaciones. Es más, he visto ensayos de listas de hombres y mujeres, de razas y culturas diferentes, de todas las regiones, de todas las ideologías, que podrían contar con el beneplácito del MAS antes que de nadie (por algo es la primera fuerza, hay que respetarlo, y actuar en consecuencia) y luego con el beneplácito de todos los demás. Solo hace falta voluntad, de unos y de otros para lograrlo.

¿Por qué no se puede hacer, si ya se hizo? Porque el MAS, la rosca plurinacional, el propio presidente Evo, no creen ni confían en ese camino. Para ellos, que solo tienen un objetivo que es la reproducción del poder, una vía como la descrita les es inapropiada, no forma parte de sus estrategias porque son anti-democráticos y cuentan con la fuerza de las organizaciones pre-democráticas del mundo campesino y con las organizaciones sindicales coopadas, donde un grupo de dirigentes cooptados (si no comprados) por el oficialismo apoyará cualquier otra manera de elección, menos la que podría devolverle confianza y seguridad a los electores y los ciudadanos.

Si no se cambian las reglas (los reglamento) nos queda por esperar y ver como sucede lo que tiene que suceder.

6 de mayo de 2010

La Pescadilla (que se muerde la cola)


1. La oposición no existe, sino opositores aislados y sin coordinación entre ellos, frente al gobierno y la gestión de Evo Morales Ayma, el Jefazo, preocupado ahora por conseguir reconocimiento universal, el Premio Nobel de La Paz incluido. Algunos líderes del pasado, acusados de neoliberales y/o vende-patrias están en la cárcel o el exilio, los otros dispersos y callados por las amenazas, los apresamientos y los juicios, otros intentando ganarse la vida en un mundo adverso, que les impide visitar las oficinas de gobierno y encarar una gestión como cualquier ciudadano. No son pocos los inescrupulosos o muy necesitados (en esta vida también hay que comer) que han terminado pasándose a las filas del MAS y se han acomodado por ahí, silenciosos y camuflados para ganarse un sueldo.

2. Los “movimientos sociales” en las calles y azuzados como multitud, han concentrado su fuerza en votar por Evo y movilizarse a favor del cambio (tú me das un millón y yo te doy cien mil de cambio), o mejor, en contra de la resistencia al cambio, llevándose por delante cualquier vestigio institucional que pudiera significar freno o coto a las malas o buenas intenciones gubernamentales; los movimientos sociales han mostrado su organización y su poder ganando elecciones y acorralando opositores; el “pueblo” masista ha conseguido imponer a sangre y fuego una nueva Constitución. En su nombre y bajo ese amparo, Evo Morales ha tomado el control de los poderes del Estado que ahora son serviles y obsecuentes a lo que indique y mande el buen Jefazo.

3. García Linera, como cabeza ideológica del Proceso de Cambio, ha señalado el camino: primero fue el “capitalismo andino-amazónico” que nadie entendió de que se trataba y que duró muy poco como premisa. Luego vino el “socialismo comunitario”, aunque más allá del postulado no hay una sola señal, una institución o alguna nueva empresa, donde poder ver un ejemplo, así sea pequeño, de cómo es eso del “socialismo comunitario” funcionando. La economía, la institucionalidad, las manifestaciones político-culturales del etnonacionalismo, no han mostrado disponer de algo concreto del mentado cambio, que se pueda advertir fuera del viejo modelo productivo del capitalismo de estado. El cambio sobrevive sobre las estructuras del pasado.

Las empresas que sostienen la “nueva era”, la del Estado Plurinacional, incuban una burocracia incapaz y corrupta, que ha llevado a la ineficiencia y al estancamiento productivo. ¿Un ejemplo? Y de los buenos: desde 1954 que Bolivia era autosuficiente en carburantes líquidos (salvo excepcionalmente el diesel oil) y ahora importamos diesel, gasolina y gas licuado. El aumento de los ingresos estatales no se debe al aumento de la producción hidrocarburífera (algo hay de aporte desde la minería), sino de los precios de las materias primas y (detalle importante) la renegociación de los contratos con las empresas transnacionales que no es fruto de la nacionalización, sino de la Ley de Hidrocarburos promulgada por el extinto mirista Hormando Vaca Diez, cuando su fugaz Presidencia en el Senado.

4. El “Estado Aparente” que dicen querer convertir en un estado integral, no camina en esa dirección, lo que si ha logrado es construir una “Democracia Aparente” -como le llama Walter Reryesvilla-, donde las instituciones existen, pero no funcionan. Han servido como espacio de movilidad social, como escalera económica de los otra hora marginados (la apertura de esa puerta de inclusión indígena es lo rescatable, porque es lo único donde hay un verdadero cambio), pero son incapaces de cumplir su rol para mediar y solucionar los conflictos de la sociedad y menos para canalizar iniciativas o inversiones productivas, vinculadas al desarrollo nacional o local.

5. Ahora toca sentir el Cambio en los bolsillos y el resultado es un incremento salarial del apenas el 5%. El planteamiento gubernamental es razonable, porque el crecimiento de los indicadores en la economía no condice con el estancamiento productivo, y sin crecimiento de la producción, cualquier aumento es inflacionario. El Ministro de Hacienda prefiere seguir las recetas neoliberales del libre mercado que subirse al vagón demagógico de lo comunitario (“yo le meto nomás”). Hay que destacar que Arce no es un ministro masista, sino que viene del socialismo ilustrado, más cercano al PS-1 o a la izquierda democrática de antaño.

Pero “el pueblo” no sabe de esas sutilezas. El pueblo cree que este gobierno ha recuperado los recursos naturales y que ha crecido la riqueza a distribuirse, tanto que da para comprar misiles, aviones presidenciales y otros lujos, y quiere su parte. Imaginemos mañana, cuando la discusión y aprobación de los estatutos autonómicos y la transferencia de competencias y r-e-c-u-r-s-o-s a las Autonomías regionales, departamentales, municipales e indígenas, los enfrentamientos y bloqueos de esta semana en Caranavi serán como un te infantil, frente a lo que se siente venir. Hasta los prefectos del MAS, con nuevas competencias en sus manos requerirán lo que dice la ley: recursos económicos para gestionarlas. El pueblo exige, demanda, quiere ver que se cumplen las promesas.

6. No hay dinero para encarar la gestión de los compromisos y expectativas inflacionados por el Cambio, ya que los recursos han vuelto a disminuir (no hay ya los gastos de libre disponibilidad de los cheques venezolanos) al haberse equilibrado el crecimiento internacional de precios y dado que la subvención a los bonos se ha convertido en una nada, frente a la subvención al precio de los hidrocarburos escasos, sumando la  importación que ha crecido hasta llevarse una gran tajada del total de los ingresos nacionales. Y eso no lo controla el gobierno, o mejor dicho lo descontrola, ya que las empresas nacionalizadas están volviendo a ser lo que eran hace décadas, un nido para las pegas de activistas ineficientes, gobernado por unos pocos corruptos de siempre.

7. Ha llegado la hora del conflicto social. La gente sale a las calles a pedir lo suyo, y no hay institucionalidad capaz de frenar esta salida que mañana puede convertirse en un desborde, porque la poca institucionalidad democrática la han hecho pedazos los masistas en este su camino de construcción de la “democracia aparente”. O alguien va a recurrir por ejemplo, al Defensor del Pueblo, cuando, todos sabemos que es un funcionario puesto por Evo Morales a su servicio, lo mismo que los fiscales, los jueces, los tribunos del Constitucional, los diputados y senadores de la mayoría asamblearia plurimúltiple, junto a los chicos del nuevo poder electoral a renovarse en agosto. ¿Habrá alguien que confié en la institucionalidad del etnonacionalismo autoritario, para la solución de los conflictos que se vienen?

8. Y lo más grave. ¡No hay a quien echarle la culpa! Ni neoliberales, ni oligarcas, ni logieros, ni vende-patrias o pro-imperialistas; si están todos exiliados, presos, perseguidos, desarticulados, acallados o comprados.

¡Oh, sorpresa! ¿Y ahora, quien podrá ayudarlos? Ni el Chapulín Colorado.

Esta película ya la hemos visto muchas veces, sabemos cómo es en Bolivia y en muchos países del mundo entre las naciones pobres, aunque no sabemos cuánto dura. Lo que si sabemos es como termina.

O sea que colorín colorido, este cuanto se ha estido.