ALTERNATIVAS

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21 de febrero de 2013

RE-RE-RE

La primera disposición transitoria de la extensa Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia dice: “II. Los mandatos anteriores a la vigencia de esta Constitución serán tomados en cuenta a los efectos del cómputo de los nuevos periodos de funciones”. A su vez, la Ley de Régimen Electoral Transitorio, promulgada por el presidente Evo Morales el 14 de abril de 2009, en su parágrafo II del artículo 25 señala: “En aplicación de la disposición transitoria primera, parágrafo segundo, de la Constitución Política del Estado, el cómputo de los mandatos constitucionales se regirá de conformidad a los siguientes: a) se computará como primer periodo el mandato vigente a tiempo de la promulgación de la nueva Constitución Política del Estado. b) Para el efecto del cómputo se considerarán los mandatos correspondientes al mismo cargo electivo”.


No hay donde perderse, los textos son taxativos y claros, poner en duda su afirmación solo puede hacerse desde la mala fe. Este es el caso.



El Tribunal Constitucional, por muy plurinacional que sea, no puede sino fallar negativamente a la consulta que se le ha planteado desde el Senado, so pena de quedar claramente al descubierto su obsecuencia, su dependencia, su complicidad, con la intención ilegal de postular por un periodo más al actual Presidente, Juan Evo Morales Ayma, quien, como el que da y luego quita, ha lanzado su postulación, sin sonrojarse siquiera, a pesar que rompe con su palabra y olvida sus compromisos, lo que no sorprende ya a nadie (ni dentro ni fuera del país), porque vemos y sabemos la calaña de quienes hoy ostentan y se aferran al poder.


¿Por qué los senadores masistas, de improviso y sin precalentamiento alguno, han puesto a disposición de Tribunal Constitucional una consulta que solo puede ser resulta de manera negativa? ¿Realmente creen que basta con la consulta y que con ello Evo Morales estará habilitado para la re-re-elección constitucional? ¿O han calculado el tiempo (y por eso el apuro) para que el TCP les diga que el intento de re-re-elección es inconstitucional y no puede llevarse a efecto, abriendo así la imperiosa necesidad de llevar adelante una reforma constitucional en toda regla, incluido un referéndum que habilite desde la base el clamor popular que exige e impone la re-re-re-re-re?


Imaginemos un TCP que habilita la reelección inconstitucional; entonces el reiterado candidato tendría que luchar contra la imagen empañada de un presidente maniobrero habilitado por el engaño, la imposición y la mentira, lleno de tretas, falto de honor y de palabra; un repudiable dirigente que busca el poder y solo el poder, un líder colmado de avaricia. En tanto que un hombre que a pesar de que la oposición, los medios, los analistas, la ciudadanía democrática, el imperialismo, la antinación y el propio Tribunal Constitucional le dijeron que NO, obligado por las circunstancias le tuvo que preguntar a su pueblo, que lo reivindicó con una victoria en las urnas; ese, es un líder bañado y limpio, claro y trasparente, como agua de vertiente en el desierto.


Y para eso el re-candidato tiene miles de millones ahorrados que gastar, para repartir bonos y satisfacer prebendas, para movilizar a un pueblo exaltado por la honestidad y la valentía probadas en la lucha a más no dar. Y logrado o construido un resultado favorable, empalmar con la campaña presidencial, con la fuerza acumulada de guirnaldas a por miles, de televisión y radios por doquier, junto a otro tantito de millones para seguir repartiendo a manos llenas desde el Estado y todos sus poderes, que para eso están.


Y la oposición gritando por un referéndum amañado. Si queremos referéndum, un referéndum envolvente nos van a regalar.

19 de julio de 2012

Minutos ancestrales en la Web

Me tropecé con una página imperdible, por lo absurda y mentirosa. Me preocupó también que los amigos de @gobernabilidad la hayan promocionado desde su espacio en Tuiter. Miren la página y sigan la crítica.



Ese lugar Web dice que pretende mostrar la “Historia de los Pueblos Indígena-Originario-Campesinos de Bolivia”. En su presentación, los autores afirman que “en esta cronología presentamos los hitos históricos más importantes en el recorrido de los pueblos indígena originario campesinos en la historia boliviana.”


Y empiezan el año 1983 con una propuesta de la CSUTCB, aunque aclaran que estas ideas se remontan a los año 60, en el siglo XX. Es decir, lo milenario, lo ancestral, lo originario, se reduce a cinco lustros, que concluyen el 2009 con la aprobación de la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia, que es donde querían llegar; flameando wiphalas. ¡Final de la historia!


El gran engaño: Un relato que quiere imponerse como versión de “nuestra” historia, olvidando todo el pasado, como si no existiera y haciendo de “lo indígena” una entelequia aislada de lo demás, mirándose solo a sí misma, como si no fuera parte del mundo. Asi se cumple la profesía de que amanecidos de entre las piedras, los Amautas despertarán un día, cuando la llegada del Pachacutec.


El Canciller Choquehuanca acaba de afirmar que este 21 de diciembre, cuando el solsticio de verano y la alineación de no se qué planetas, fenecerá en tiempo de la macha y llegará la era del pacha. Yo digo --pucha, es exactamente así como la han inventado para que algunos se la crean--. La pelea continua en el campo de lo simbólico, y como decía mi abuela, "en ese mundo traidor, / nada es verdad o mentira, / todo es según el color / del cristal con que se mira".


No hay conquista española, ni encuentro cultural entre dos grandes civilizaciones de ese entonces; no hay mestizaje ni sincretismo, no hay riqueza intercultural, que son la base histórica de la bolivianidad en tanto identidad. Tampoco hay la lucha por la emancipación y la independencia, no hay criollos, ni ideales de libertad e igualdad; no hay República, ni Bolivar, ni Sucre, ni Olañeta. Tampoco hay Villarroel y el Congreso Indigenal, el fin del pongueaje y la servidumbre indígena, o el voto universal cuando la Revolución Nacional de 1952; ni la lucha y conquista por la Democracia en 1982, o la transparencia electora, que fueron las condiciones para la existencia y victoria del MAS en las elecciones.


La historia oficial del movimiento indígena/campesino/originario se reduce a 25 años. El único actor social es el campesinado. La única cultura es la de los indígenas. El único actor político es el MAS. El único caudillo es Evo Morales. Lo que hicieron nuestros ancestros españoles, criollos y mestizos, sus luchas por la libertad, la democracia y la construcción del Estado nacional, han sido borradas de la historia.


Evo quiere ser un Pachacutec aimara (el Inca era quechua), que tuvo la capacidad de borrar el pasado y construir un relato centrado en su poderío. La diferencia es que ahora hay lenguaje escrito, hace 500 años que nuestros antepasados europeos inventaron la imprenta y la hicieron funcionar, hace 50 años que hay Internet en el mundo. Por eso el proyecto de manipular la realidad solo sirve para que los más ignorantes e iletrados (quienes no han tenido oportunidad por su marginalidad y su pobreza) crean esos cuentos sin origen ni destino.


La mejor manera de luchar contra el etnonacionalismo autoritario y narcococalero es leer, sirve también para contrarrestar otros populismos y fundamentalismo en cualquier parte del mundo. La consigna para que esto no se repita nunca más en nuestra historia debe ser ¡Educación, Educación y más Educación! Está demostrado que cuanto más cultivada y educada es la persona, sin importar raza, opción sexual, religión, etnia de origen o cultura, es más democrática, más generosa, más honrad, más solidaria, y vota menos por el MAS.

27 de marzo de 2012

Milimasistas

No solo la presencia de los altos comandantes de las Fuerzas Armadas en el VIII Congreso del MAS, sino el comunicado posterior donde los comandantes intentan justificar esa conducta, develan (por enésima vez) el sustrato no democrático y fuera del derecho y las leyes del régimen masistoide. Ya se ha escrito suficiente sobre las características del populismo, los nacionalismos y el indigenismo en América Latina y en los Andes centrales, pero vale la pena recordar en “vivo y directo” la cualidad ácida de esas imposturas, capaces de corromper hasta el alma a las instituciones que se pensaban más protegidas o menos vulnerables.

La tendencia está clara, una promesa de modernización institucional, algo de armamento sofisticado (para estos lares), un rol cada día más intenso en actividades no militares, un discurso patriotero digno de los viejos fascismos europeos, y (no comprobable, pero se dice) sustanciosos bonos de lealtad para quienes comandan esas instituciones.


 



Estas fotografías no solo son una vergüenza para los participantes (para cada uno de ellos, sus familias, sus amigos, las Fuerzas Armadas), que aparecen como voraces “chupamedias” del caudillo, sino la prueba de un delito establecido en nuestras leyes, porque las Fuerzas Armadas de la Nación y la Policía Nacional no deliberan, no se comprometen, ni hacen política. Habrá que juzgarlos.

27 de marzo de 2009

la caida


Hace tres años, en marzo de 2006, se decía del “contenido de clase” del Estado que inauguraba el gobierno de Evo Morales Ayma, afirmando que la visión del mundo de los recién llegados era campesina, agraria; también retrógrada y atrasada, poco desarrollada, para decir lo menos. Afirmar esto no es agredir a nadie, como se piensa desde nuestros ancestrales complejos, es solo decir que las visiones agrarias de la vida y del mundo son atrasadas, acá, en la China o en las Islas Seychelles, desde que la hegemonía de las ciudades inauguró la modernidad hace cinco siglos atrás, en beneficio del bienestar general y de la humanidad.

Tengo que aclarar que cuando escribo atrasado, no quiero sino describir el fenómeno y no valorarlo (debiera habilitar una contextopedia personal para ello). Me refiero a las condiciones de subdesarrollo y extremo conservadurismo de las sociedades agrarias, que inhabilitan a los grupos sociales que las padecen, para incorporarse a los procesos globales de desarrollo en el siglo XXI. Ser pobre, subdesarrollado, atrasado o ultraconservador (retrógrado) no es algo malo en sí mismo, es una condición más, como cualquier otra, pero no la que yo quisiera para los bolivianos de hoy, ni para nuestros hijos.

El resultado (general) es la nueva Constitución Política del Estado, que es atrasada y retrógrada, como sus inspiradores. Una constitución que retrotrae la ciudadanía al origen de la gente, volviendo a poner la etnia, la raza y la cultura, como factores para determinar el valor de las personas, en contra de lo alcanzado por la humanidad (por lo menos en occidente), donde todos somos iguales ante la ley y donde debieramos ser también iguales en oportunidades.

El resultado (particular) es la ley electoral de transición, que es retrograda y atrasada. Que privilegia a la minoría campesina que terminará sobre-representada en la Asamblea Plurinacional (nótese la diferencia conceptual frente a un Parlamento o Congreso Nacional), como ahora se llama. El resultado será una Asamblea pobre y atrasada, aunque espero que no necesariamente retrógrada.

En fin… hacia allá vamos. La sociedad boliviana, pobre y atrasada, tardará años en comprender que el camino que ha escogido la lleva a reproducir la pobreza, a eliminar la estructura de incentivos, a desvalorizar la creatividad individual, el esfuerzo propio, la producción, el trabajo…

Ahora, estos días, todo pasa por la aprobación o no del engendro, pobre, retrógrado y atrasado, que se llama proyecto de ley transitoria electoral. Después será el padrón electoral. Algún momento se producirá el clivaje y empezaremos a frenar esta caída, a detener esta alienación colectiva (no hay dengue que dure cien años, ni pueblo que lo resista). Por el momento hay que seguir empujando el carro de la racionalidad, la modernidad, la justicia, la igualdad y la democracia.

2 de noviembre de 2007

CULTURAS

El 2 de noviembre es el día de Los Difuntos, no hay que confundirlo con el 1º, que es el día de Todos los Santos. Diferenciarlos es difícil porque ya no existe una sociedad militante de los rituales traídos por nuestros abuelos españoles, quienes instalaron estas festividades hace chiquicientos años en el continente americano. Peor aún, antecediendo que entre ambos días está la noche de Halloween, la milenaria fiesta de los druidas celtas, que nos llegó desde Estados Unidos de Norteamérica, ataviada a la boliviana con disfraces de esqueletos mexicanos, de manos de la denostada globalización. Otras variantes: la pervivencia de perdidos rasgos de tradiciones andinas o amazónicas a un lado y otro del país, que han de tener (si de buscar se trata) elementos que nos remitan a sus antiquísimos orígenes asiáticos, traídos por los primeros habitantes de nuestras Américas, que en Bolivia gustan llamarse originarios. Otras variantes más: ritos y festejos de otras culturas asentadas en estos territorios, léase descendientes japoneses, menonitas, árabes y más.



En estos fines de semana largos es costumbre instalar la reiterada discusión sobre lo que es nuestro y lo que es importado, poniendo a pelear las tantahuahuas contra las calabazas, los disfraces de diabólicas brujas y la visita tradicional a los cementerios. Por ejemplo, algunos cultos cristianos, critican las tradiciones católicas (que ahora resultan ser "las nuestras") porque hacen culto de la muerte. Tenemos un cacao mental al respecto; nadie sabe bien lo que practica ni por qué, lo que dice, lo que defiende y menos aún lo que disfruta con convencimiento de que es parte de su tradición.


Lo que a mí me queda claro es que en este lío no hay nada de primigenio puro u originario; como dicen bien "Mujeres Creando": “aquí lo único originario son las papas”.


Una periodista en la Tv observaba enfática y fanáticamente, que los paceños de El Alto practican las tradiciones indoamericanas, mientras que los de Calacoto las anglosajonas, lo que les otorgaba cualidades de verdadero o alienante según su hábitat geográfico. Eso es falso, para empezar, en El Alto y las villas populares en La Paz, las y los jóvenes salen disfrazados a intercambiar dulces y consejos, lo mismo que en el sur de la ciudad, se instalan las mesas y se visita tradicionalmente nuestros cementerios, además de que estas prácticas no son ninguna razón para validar o no un rasgo cultural; ya se sabe, las y los chicos del El Alto bailan rap y hip-hop que viene de lejos, mientras que los de Calacoto se dedican a las morenadas y los caporales que son sincréticos y nuestros, como lo son el Strongest, Blooming o Wilsterman, a pesar de sus nombres tan aimaras, quechuas o castellanos.

Parte de esta descripción es derrotar a los que creen que solo lo suyo tiene validez, mientras que lo de los demás no merece respeto. Somos tan variados y nos hemos mezclado tanto, que parecemos una sociedad del actual siglo XXI en la que no terminamos de reconocernos; hay distancia cultural de una esquina a la otra, entre barrios, entre ciudades. En eso consiste la riqueza del mundo global, en que te toca un chino de vecino, que te hace una fiesta asiática disfrazado de dragón, y al mes siguiente los ves saltando junto a su comparsa en el carnaval cruceño.

Bon Odori, la fiesta japonesa de los muertos que se celebra en Santa Cruz de la Sierra

La riqueza de las culturas está en su capacidad de recepción, de intercambio, de conexión con los otros; si no miremos Nueva York, Madrid, Buenos Aires o el Cuzco. La defensa de la cultura de cada quien no pasa por pelear en la UNESCO una declaratoria de patrimonio intangible, o la declaración de uno o varios parlamentos sobre si el charango o la quinua nacieron en las alturas y son definitivamente nuestros; la defensa de la cultura pasa por producir cultura, por innovar, por expandir lo que nos es propio y llevarlo lejos y saber apropiarse de lo que viene desde ese lejos, en beneficio propio.

Podemos ser nosotros mismos, haciendo rezar la mesa en el Cementerio Central, o disfrazados de calavera en la Casa del Terror que promocionan los supermercados para vender sus calabazas. ¡Sin complejos! ¿Cual es el problema?