ALTERNATIVAS

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24 de octubre de 2013

APOLO

No sé muy bien qué sucedió en Apolo. Las noticias son confusas y las acusaciones variadas, pero la muerte y las heridas de tantos compatriotas cumpliendo su deber es algo que indigna y que debe castigarse.

Me queda claro que con el mismo racero debiera tratarse a los cultivos de coca excedentaria e ilegal que proliferan en el Chapare, que igualmente van a parar a la elaboración de cocaína y que están defendidos por las federaciones de productores de coca en ese territorio de nadie.

Si se miran México y Honduras (para dar dos ejemplos destacables) la violencia generada por el narcotráfico es superior y más dañina en los territorios dedicados al tránsito de la droga, que aquellos dedicados a la producción de la coca o su elaboración en cocaína. En Bolivia, desgraciadamente, se siembra, se produce y somos tránsito. La violencia es y será creciente e inevitable.

De no procederse con igualdad de acciones frente a la coca excedentaria del Chapare, y mientras nuestro Presidente del Estado plurinacional continúe presidiendo las seis federaciones de productores, se podrá argumentar protección y encubrimiento, sea justa o mentirosa esta aseveración.

Más aún, las acciones anteriores, como la expulsión de la DEA, la denuncia del tratado de Viena de 1961 contra el tráfico y comercialización de estupefacientes, muestran un país interesado en proteger y promover la droga. Ya he mencionado que la penetración orgánica de los intereses vinculados a la coca en las instituciones gubernamentales es una realidad que otorga “contenido de clase” (como dicen los marxólogos) al Estado plurinacional boliviano.

Mientras esto siga así, se podrá argumentar que todo esfuerzo por destruir los cultivos ilegales solo en otras partes del país y no en el Chapare, no es sino parte de una guerra interna por controlar los mercados ilegales de la producción y tráfico. Una pelea entre mafiosos.



Ya lo escribí hace mucho tiempo, años atrás, cuando todo esto empezó: el narcotráfico y la corrupción son y serán el veneno que va a destruir las buenas intenciones que enarboló en su momento el gobierno del cambio. Corrupción y narcotráfico son fuerzas poderosas, más fuertes que Evo Morales, solo un acuerdo nacional entre todas las fuerzas vivas y activas de la política puede parar esta amenaza, y Evo Morales no puede ya encabezarlo, porque ha lastimado de muerte la confianza y el dialogo entre los políticos del país.

20 de abril de 2012

ETNONACIONALISMOS

El ultranacionalista noruego Anders Behring Breivik, famosos por atentar contra un campamento de jóvenes socialdemócratas del Partido Laborista Noruego el pasado verano europeo, matando a 77 compañeros, se ha presentado a juicio y ha sorprendido con su postura de que "lo volvería a hacer de nuevo", porque defiende la cultura originaria de su pueblo contra las doctrinas extranjerizantes del multiculturalismo.

 

Y esto no merecería una mención tan larga, si no fuera por el acápite al final de la declaración en su comparecencia, cuando al declararse inocente de la masacre, argumentó que su lucha es similar a la de los indígenas bolivianos o tibetanos, que buscan proteger su condición cultural de origen, ante el avasallamiento colonial de la globalización; también mostró su extrañeza sobre el por qué un etnonacionalismo como el boliviano es tan bien visto y considerado allí al norte del mundo, mientras que su etnonacionalismo noruego es vilipendiado y tan poco comprendido.

Breivik no se equivoca cuando compara ambos extremos. Los etnonacionalismo de hoy son todos la misma cosa, como los nacionalismos de antaño lo eran también, emparentando fascismos, exiliando a musulmanes o eliminando a millones de judíos. La defensa de una identidad de origen y su valoración como algo superior, separado o diferente, que merece un  tratamiento o cuidados especiales, sino preponderancia, son y serán la semilla de una vocación autoritaria, capaz de intervenir, pelear por tomar el poder y tomarlo, convirtiéndose en una pesadilla al imponer su visión del mundo, y capaces de matar, si fuera necesario. Esa semilla está sembrada en el corazón de Breivik y en la Constitución plurinacional, impuesta en Bolivia a sangre y fuego. Esa semilla está esparcida en los surcos del populismo plurinacional que predica el MAS, creyendo como dice cada día, que hay que ser algo así como indígena y originario para gozar de la condición de ciudadano en las tierras del altiplano (porque en los llanos, ni con eso).

A diferencia de Anders Behring Breivik, yo, que tampoco encuentro grandes diferencias entre el etnonacionalismo noruego que asesina y el etnonacionalismo aimara que nos gobierna, puedo comprender como el segundo es aceptado con simpatía en Noruega, mientras se condena al primero; porque los noruegos no viven aquí, y lo que hacemos y decimos los bolivianos ha de parecerles un simpático juego de indiecitos tercermundistas, y eso es siempre divertido de ver, si se mira desde lejos.

4 de abril de 2012

¿CASUALIDADES o CAUSALIDAES?

¿Usted cree en las casualidades? Hay muchos que no, que interpretan los acontecimientos buscando razones o causas, porque algún significado oculto tiene que haber. Hay quienes van tan lejos que encuentran relaciones cósmicas entre el universo y las pirámides egipcias, o los trazados en la Puerta del Sol. Umberto Eco escribió una novela (“El Pédulo de Foucuol”) sobre estas exageraciones siempre posteriores a los eventos, donde muestra que si aplicamos las mismas reglas especulativas que a las pirámides, podremos encontrar las medidas del universo y hasta el nombre de dios, ocultos en las rendijas del kiosco de periódicos de la esquina.

Pero a veces dan ganas:



¿Qué hacen unos PIRATAS somalies secuestrando un barco IRANI de carga, que navegaba por el océano INDICO con bandera BOLIVIANA, llevando AZUCAR desde BRASIL hasta Teherán, la capital mundial del terrorismo? ¿Qué hace IRÁN rescatando a cañonazos el azúcar (?) y llevándose el barco, los piratas y la tripulación, cuando la bandera es boliviana y eventualmente se rige a nuestras leyes y no las de Alá el Todopoderoso? Es más: ¿Qué hace un barco que figura en la lista negra de los barcos, por ser habitual que en él se transporten mercancías no permitidas por convenios internacionales o países, con la bandera boliviana?

Y lo peor: ¿Cómo es posible que ante el anuncio de que un barco que navega bajo nuestra bandera ha sido tomado por un grupo de piratas, el Ministerio de Relaciones Internacionales de Bolivia diga que ese es un problema exclusivo de los propietarios del barco, deshaciéndose de sus responsabilidades de una manera tan tosca, como solo pueden ser quienes así actúan? ¿Qué clase de Estado, sino el plurinacional, puede desprenderse de su responsabilidad de salvataje de la tripulación bajo bandera nuestra, sean chinos o marcianos, al margen de lo que pueda o no interesar la sospechosa carga en las bodegas o contenedores del barco?

Hasta hace tiempo Bolivia era un país de indiecitos y folclóricas tribus antiguas, muy parecido a los países del Africa central; un país pobre, con muchos problemas, dirigido por élites corruptas que agrupaban a pocas familias haciendo de las suyas. Pero llegó por fin un indio de verdad y mandó a parar; empezó con una nueva historia, y ya era hora. Pero resulta que ese singular país –el de Evo Morales– se está convirtiendo en un problema para todos. Bolivia es ya un punto de alerta frente a la comunidad internacional.

2 de mayo de 2011

apuntes apresurados sobre Osama †

Detrás de Osama Bin Laden está un atentado terrorista de dimensiones extraordinarias e inaceptables; puesto en su dimensión (al otro lado del mundo y de la historia), este atentado execrable puede ser visto, como parte de un enfrentamiento en el que potencias occidentales están involucradas detrás del petróleo y sus enormes negocios, si uno es, por ejemplo, ciudadano iraquí, o pakistaní, o somalí, entre quienes ha de haber un sentimiento de legítimo rechazo a la invasión y ocupación extranjera de sus países (no Libia, que tiene otro origen, más bien de entre los levantamientos populares árabes pro-democráticos del momento).

También detrás de Osama esta Al Qaeda –la base o la red, según se quiera– que no ha dejado de existir tras la muerte de su referente (no su centro, porque las redes no tienen centro). Se trata de una experiencia innovadora en términos de organización, que aprovechando la cultura organizacional de las redes de comunicación contemporáneas, supo y sabe organizar núcleos sin conexión aparente, independientes y autónomos en todas partes del mundo, que a la sola señal desde cualquier punto de su estructura reaccionan porque cada quien sabe “lo que tiene que hacer”. Esa realidad no ha cambiado y perdurará más allá de la muerte de Osama Bin Laden.

Finalmente está el recuerdo boliviano, de un 11 de septiembre de 2001, cuando Evo Morales Ayma, entonces dirigente cocalero y candidato en Bolivia, fue uno de los primeros dirigentes latinoamericanos en pronunciarse y felicitó a Osama Bin Laden por su certera capacidad de herir al imperialismo en su corazón nuevayorkino. Los norteamericanos han de tenerlo archivado en su memoria institucional, porque ha de ser algo que por lo menos yo, no olvidaría.

Pero de ahí a poner a Evo como un símil de Osama, de Gadafi o de Idi Amin Dada, es un poco como demasiado. Y menos desearle una suerte similar a los nombrados, que veo en muchos lugares en las redes sociales, donde se ha producido como una catarsis de la oposición boliviana y sus aristas poco democráticas, expresando rencores y resentimientos desde este otro (nuestro) lado, que tampoco debiéramos permitir, ya que se supone que es el lado ilustrado y con mayor capacidad no solo de entender lo que nos está pasando, sino de buscar una solución pacífica, dialogada y democrática, que beneficie a todos los bolivianos sin excepciones.

Aclaremos en contra de estos excesos y exabruptos: Evo Morales es un Presidente boliviano, democráticamente elegido por una gran mayoría de su pueblo (eso es incontrastable) y ha de ser por ello, uno de los liderazgos más legítimos en América del Sur. Otra cosa es que este liderazgo y sus seguidores sean incapaces de gobernar por ignorantes e ineptos (que lo son) y que estén alineados discursivamente con los grupos más radicales del mundo y de nuestro subcontinente. Son el producto (igual que los otros ya nombrados) de lo más triste, pobre, retrasado y miserable del planeta, y eso quiere decir, que una parte de ese tipo de población está asentada en nuestro país y que se expresa así, con sus evos y sus lineras, sin salidas ni horizontes de futuro. Es un deber de quienes podemos comprender y leer esta realidad, el construir, de una vez por todas, una alternativa histórica que nos saque de esta miseria y nos integre a los procesos de desarrollo democrático global, para que nunca más hayan binladens, ni gadafis, ni chavez, ni (ahora sí) morales en el mundo.

23 de abril de 2009

¡SOLO LA VERDAD!


Lo escribí hace pocos días, las autoridades y los líderes de oposición debían haber empezado condenando toda posibilidad de que en Bolivia se organicen grupos armados clandestinos, sean del lado que sean. Todo intento de construir grupos armados, que no respeten las normas y los procedimientos democráticos, promoviendo la violencia, debe ser condenado drásticamente y sin contemplaciones. Si no se hace así, por uno u otro motivo, se es y se será cómplice de los resultados.

Las declaraciones de uno de los aparentemente asesinados (antes de morir, se entiende) a la televisión húngara, no hacen sino mostrar que en Bolivia existen estos grupos, o la voluntad de crearlos, con una limitadísima comprensión de lo que está sucediendo. Actitudes así, lo único que hacen es estigmatizar injustamente al conjunto de la oposición cruceña, sus líderes y sus instituciones.

La dirigencia cruceña debe coadyuvar en la identificación, la acusación y la penalización de estos hechos y de sus autores, reales, intelectuales y morales… para erradicar por siempre del seno de la sociedad más dinámica del país, estas anacrónicas visiones, que no condicen con la expectativa cruceña, de ser la vanguardia de la Bolivia moderna y progresista. Esto no quiere decir que deba ceder o posponer su legítimo derecho a expresarse, a organizarse, a oponerse y a resistir, en su caso, las decisiones abusivas, autoritarias e ilegales, de un gobierno que no respeta las mínimas condiciones del juego y la convivencia política en democracia.

Peor aún, un gobierno que posiblemente esté organizando cosas parecidas a las que condena, en nombre del pueblo y de sus supuestos derechos a avanzar sobre la ley, en busca de una revolución étnica, peor aún que las muchas fracasadas que conocemos. Si los dos bandos están haciendo lo mismo, solo el dolor y la muerte cubrirán el futuro horizonte de bolivianos y bolivianas. ¡Cuán inmerecida suerte!

Bien haría el gobierno callándose sobre estos temas y dejando que la justicia actúe libremente, así sea para ahorrarse tanto ridículo, como el de los "juegos de guerra" del ministro de gobierno (yo renunciaría de solo vergüenza). Ya han manchado y manipulado suficientemente los hechos, como para haberles quitado toda credibilidad. Un manto de confusión y dudas ha cubierto el asesinato de tres ciudadanos en Santa Cruz, a manos de la policía nacional. Y los policías debieran ser eso, policías, no esbirros o criminales al servicio de la voluntad de unos pocos. Las cosas no pueden quedar como en Pando, ni como en Yacuiba. Un día los bolivianos tendremos que saber la verdad. ¡Exigimos la verdad!

El mismísimo Presidente no comprende que se exija la verdad. ¿Por qué el Estado irlandés se atreve a poner en duda las explicaciones del gobierno boliviano? Los irlandeses tienen una larga historia de terrorismo y contraterrorismo que ha asolado, como a ningún otro país europeo, esa isla dividida por el encono y el fanatismo nacionalista y religioso. Por eso son muy sensibles a estos temas y Evo Morales debiera comprender que están en todo su derecho de preguntar y de saber, si se trata de un ciudadano irlandés; tan exactamente igual como el derecho que asistiría a Evo Morales, de preguntar y saber, cuando un ciudadano boliviano es muerto en cualquier lugar del mundo, más aún si fuera acribillado, durmiendo en un hotel, por la policía; y peor aún si se tratara de un Estado cuestionado por poco democrático e irrespetuoso de los derechos y de la verdad, como es actualmente el nuestro.

Y si los irlandeses quieren saber la verdad, si los húngaros quieren saber la verdad, los bolivianos también, queremos y necesitamos la verdad.

¡SOLO LA VERDAD!


18 de abril de 2009

¡Quiero la verdad!



Las declaraciones alrededor de los supuestos terroristas muertos o asesinados en el hotel las Américas en Santa Cruz de la Sierra, están mal hechas. Todas están mal dichas. Solo muestran poco interés por la vida de los otros y la preocupación por detalles colaterales, frente al hecho central: la gente está muriendo y está matando en la Bolivia de hoy, como no se vio antes nunca.

Lo que debieron hacer las autoridades y dirigentes del gobierno y la oposición, es condenar los hechos y denunciarlos. La existencia de grupos armados (sin importar de que lado sean), fuera del control institucional de los organismos estatales especializados es algo inaceptable. El mínimo resquicio de duda que quede al respecto, es la demostración de la falta de una cultura de paz entre los bolivianos.

Y luego vienen las mentiras, el acomodar los datos de acuerdo al interés propio, en un asunto tan grave. La falta de transparencia, la mala información, la desinformación, la tendencialidad de las noticias y los execrables aspavientos de quienes se pronuncian, de un lado y del otro, solo confunden, siembran dudas y ocultan la verdad.

Exactamente como exigí y exijo hasta hoy con lo que sucedió en el departamento de Pando, quiero saber la verdad sobre lo que está pasando.

22 de junio de 2008

¡Y eso sería todo!



Fue atrapado por la policía un oficial del ejército boliviano, asignado a la seguridad presidencial, huyendo después de hacer detonar una bomba contra un canal de televisión en la ciudad de Yacuiba, en el jeep que conducía se encontraron armas y explosivos, a más de información sobre personas a quienes amedrentar, lo que devela lo que todos temíamos: tras el gobierno de Evo Morales Ayma hay una organización que no parece ser el MAS, sino algo mucho más turbio, que considera que la revolución  debe ser fruto de una victoria e imposición militares sobre la sociedad nacional y sus instituciones.


Por lo tanto son dos los problemas de fondo que hacen a esta situación patética de crisis estatal y de gobierno: la obcecación del MAS y del Presidente por imponer a sangre y fuego el texto de un proyecto constitucional redactado y aprobado solo por ellos en Oruro, y la existencia de un núcleo alrededor del Presidente, de personas no democráticas, dispuestas a apoderarse de "todo el poder", sin importarles los medios a los que deban recurrir para lograrlo.


Luego de la encarcelación del oficial de ejercito, funcionario de la Casa Militar de S.E., y habiendo declarado y revelado su participación en el atentado, se han apresado otras personas trasladadas a Tarija bajo su coordinación; también con armas, explosivos y materiales especiales para atentados u otras actividades de esa índole. Las investigaciones se han iniciado, pero hasta donde se puede ver, esto es el dasacierto más grave de todos los que hasta el momento ha cometido el gobierno.


Cerremos el círculo: la factura de alquiler del coche ponebombas a nombre de la embajada de Venezuela.


¡No hay más que decir! ¡No hay nada más que hablar! Lo que debe hacer la ciudadanía y quienes dirigen o lideran lo que queda de las instituciones democráticas, es protegerse contra esta situación inmoral de abuso y fuerza, ejercitada desde el Estado, para que mañana no sean víctimas inocentes del poder en manos de esta caterva de inaprensivos e irresponsables.


Tres preguntas necesarias, a manera de hipótesis para el terror:


¿Sabe el Presidente que con los recursos y utilizando a los funcionarios de la Presidencia, bajo su mando directo, se está apoyando la actividad de grupos, con capacidad material y moral para atentar contra la vida, la libertad, las personas y las instituciones, en el país cuyo gobierno preside? ¿O se habrá enterado hoy del asunto al leer la prensa o ver la televisión?


¿Conoce la Cancillería Venezolana que su Embajada en La Paz se dedica a alquilar coches para que la seguridad del Presidente boliviano se traslade de un sitio al otro, colocando un explosivo en el camino, a ver si ayuda al clima de inseguridad que ya vivimos todos en este nuestro país que el Presidente Chavez ha amenazado con convertir en un otro Vietnam? ¿Conocia la Cancillería boliviana de estos recursos de la cooperación y las diplomacia del hermano país de Venezuela?


¿Hasta donde es este un hecho aislado, o forma parte ya de una red capaz de matar a sus próximos y lejanos prójimos, cuyos santuarios internacionales están políticamente cada vez más cerca de quienes gobiernan hoy la República de Bolivia?