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ALTERNATIVAS
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7 de febrero de 2022
12 de julio de 2012
EN BUSCA DEL ARCA PERDIDA
El Movimiento Sin Miedo presentó ayer sus tesis ideológicas, con un documento para abrir el debate. Me gustó eso, porque hasta el momento no hay debate alguno, ni para abrir o cerrar, menos para participar. Lo más parecido a un debate, en estos tiempos plurinacionales, es que alguien diga algo sobre lo que piensa y cree, o publique una noticia, y le respondan con insultos y diatribas, atacando su prestigio personal, antes que discutiendo sus ideas. O sea que impulsar el debate es lo primero bueno que hay que reconocer de estos documentos.
Javier Bejarano, el segundo de a bordo en el MSM, presentó una lectura de la historia nacional, haciendo una tipología de cuatro modelos estatales, diferenciando el Estado Oligárquico, el Estado-Nación de 1952, el Estado Neoliberal y el Estado Plurinacional, al que se adscribe, justificando así la alianza con el MAS y proyectando el futuro del MSM dentro de ese modelo estatal. Pedro Portugal en su comentario final, agregó que hay otro modelo inicial, que los atraviesa a todos, que es el Estado Colonial, con el que se debe empezar, para entender realmente este asunto.
La segunda cosa que hay que apreciar, es el intento de describir la realidad desde su devenir histórico. Sostengo con otros, que de lo que se trata es de reconstruir un relato que explique cómo llegamos a este momento y qué es lo que realmente nos pasó. Sin un relato global e histórico de la realidad nacional, es imposible contrarrestar la falacia masista y racista, que se ha impuesto como discurso oficial.
Al finalizar este su relato, el MSM se asume parte del Proceso de Cambio y al acusar al MAS de haberlo abandonado, dice estar dispuesto a reconducirlo por el buen camino. Yo señalo que se trata de un error táctico, porque eso obligará a Juan del Granado a competir el liderazgo con Evo Morales Ayma al interior del proceso, que tiene asegurado el apoyo y la lealtad de los más pobres, los más ignorantes y más marginales, junto a los cocaleros, narcotraficantes, contrabandistas y demás grupos prebendales, que se beneficial actualmente del poder. En ese espacio, que es el espacio del “Proceso de Cambio”, Juan no le gana a Evo, ni soñando.
Todo intento de construir una alternativa política al MAS pasa por aglutinar a las clases medias urbanas y mestizas, que es donde puede afincarse un liderazgo distinto al construido sobre la razón indígena-originaria-campesina, que es la fábula con la que se ha expandido la alienación ideológica masista, nacida desde el campo y llegando a abarcar parte de las ciudades. Intentar restructurar una alternativa de izquierda, socialista y democrática (como dice ser el MSM) desde ese lugar, es aislarse del resto de la sociedad; en el caso de Juan del Granado, es bloquear su salto fuera de circuito de Oruro y La Paz, y menos aún, permitirse estar presente en la parte amazónica y al sur del país.
Como le pasa a Rubén Costas, pero a la inversa, que está atrapado por su inegable vinculación con las logias cruceñas, que son la Santa Cruz del pasado que no volverá jamás; si Costas quiere ser una alternativa nacional debe romper con las logias; si Juan quiere ser una alternativa nacional, debe romper con el Proceso de Cambio. Es más, la afiliación directa con este desprestigiado proceso, auto-excluye al MSM de constituirse en el centro de un inevitable esfuerzo de unidad desde la oposición progresista y democrática a Evo Morales; puesto así, al final del día, el MSM tendrá que sumarse a otras iniciativas mejor ubicadas, en el centro progresista del mapa político boliviano, abandonando la posibilidad de ser un actor central, para lo que tiene las condiciones en este momento.
El MSM se define demócrata y proclama su compromiso irrenunciable con la Democracia, aunque no dice bien qué entiende por ella, cae en la tipología repetida de las muchas democracias existentes en nuestra realidad multicultural (que habría que ver de dónde devienen discursivamente en ser democracias); nadie les puede negar ese derecho, estuvieron desde el seno del MIR luchando por la democracia, que es una característica generacional, dentro y fuera de ese partido. Lo de la alianza con el etnonacionalismo autoritario podría pasar por un gafe, porque abandonaron a tiempo ese barco.
Se definen también como de izquierda y socialistas, lo que tampoco nadie les puede cuestionar. Entiendo menos lo del ecologismo y la defensa de la biodiversidad, que se anotará en el inventario de las demandas de las nuevas generaciones, a las que se puede responder consecuentemente.
La reivindicación de lo nacional-popular, en cambio, es tardía y me parece más un atavismo que un compromiso, teniendo en cuenta que lo nacional-popular es, hoy por hoy, patrimonio de los populismos autoritarios del ALBA en América Latina.
Finalmente la reivindicación de la democracia al interior del partido (que no creo que se practique realmente ni en el MSM, ni en ningún otro partido boliviano) y ese concepto de un entidad descentralizada, donde puedan coexistir las diferentes formas de organización democrática que se conocen en nuestra diversa y abigarrada realidad, la representativa, la directa, la comunitaria, la asamblearia… ahí me perdí y el discurso me pareció como esos escritos de Raul PradaAlcoreza, que son geniales, pero que de tanto recoveco se hacen incomprensibles. En una época donde las redes descentralizadas son un anacronismo y cuando las nuevas generaciones empiezan a vivir una cultura de la abundancia desde las redes distribuidas, hablar de descentralización en un partido suena a repetir formulas organizacionales como la militancia, las células, las consignas o los delegados, que son formas del siglo XX, que aún no hemos terminado de superar.
Javier Bejarano, el segundo de a bordo en el MSM, presentó una lectura de la historia nacional, haciendo una tipología de cuatro modelos estatales, diferenciando el Estado Oligárquico, el Estado-Nación de 1952, el Estado Neoliberal y el Estado Plurinacional, al que se adscribe, justificando así la alianza con el MAS y proyectando el futuro del MSM dentro de ese modelo estatal. Pedro Portugal en su comentario final, agregó que hay otro modelo inicial, que los atraviesa a todos, que es el Estado Colonial, con el que se debe empezar, para entender realmente este asunto.
La segunda cosa que hay que apreciar, es el intento de describir la realidad desde su devenir histórico. Sostengo con otros, que de lo que se trata es de reconstruir un relato que explique cómo llegamos a este momento y qué es lo que realmente nos pasó. Sin un relato global e histórico de la realidad nacional, es imposible contrarrestar la falacia masista y racista, que se ha impuesto como discurso oficial.
Al finalizar este su relato, el MSM se asume parte del Proceso de Cambio y al acusar al MAS de haberlo abandonado, dice estar dispuesto a reconducirlo por el buen camino. Yo señalo que se trata de un error táctico, porque eso obligará a Juan del Granado a competir el liderazgo con Evo Morales Ayma al interior del proceso, que tiene asegurado el apoyo y la lealtad de los más pobres, los más ignorantes y más marginales, junto a los cocaleros, narcotraficantes, contrabandistas y demás grupos prebendales, que se beneficial actualmente del poder. En ese espacio, que es el espacio del “Proceso de Cambio”, Juan no le gana a Evo, ni soñando.
Todo intento de construir una alternativa política al MAS pasa por aglutinar a las clases medias urbanas y mestizas, que es donde puede afincarse un liderazgo distinto al construido sobre la razón indígena-originaria-campesina, que es la fábula con la que se ha expandido la alienación ideológica masista, nacida desde el campo y llegando a abarcar parte de las ciudades. Intentar restructurar una alternativa de izquierda, socialista y democrática (como dice ser el MSM) desde ese lugar, es aislarse del resto de la sociedad; en el caso de Juan del Granado, es bloquear su salto fuera de circuito de Oruro y La Paz, y menos aún, permitirse estar presente en la parte amazónica y al sur del país.
Como le pasa a Rubén Costas, pero a la inversa, que está atrapado por su inegable vinculación con las logias cruceñas, que son la Santa Cruz del pasado que no volverá jamás; si Costas quiere ser una alternativa nacional debe romper con las logias; si Juan quiere ser una alternativa nacional, debe romper con el Proceso de Cambio. Es más, la afiliación directa con este desprestigiado proceso, auto-excluye al MSM de constituirse en el centro de un inevitable esfuerzo de unidad desde la oposición progresista y democrática a Evo Morales; puesto así, al final del día, el MSM tendrá que sumarse a otras iniciativas mejor ubicadas, en el centro progresista del mapa político boliviano, abandonando la posibilidad de ser un actor central, para lo que tiene las condiciones en este momento.
El MSM se define demócrata y proclama su compromiso irrenunciable con la Democracia, aunque no dice bien qué entiende por ella, cae en la tipología repetida de las muchas democracias existentes en nuestra realidad multicultural (que habría que ver de dónde devienen discursivamente en ser democracias); nadie les puede negar ese derecho, estuvieron desde el seno del MIR luchando por la democracia, que es una característica generacional, dentro y fuera de ese partido. Lo de la alianza con el etnonacionalismo autoritario podría pasar por un gafe, porque abandonaron a tiempo ese barco.
Se definen también como de izquierda y socialistas, lo que tampoco nadie les puede cuestionar. Entiendo menos lo del ecologismo y la defensa de la biodiversidad, que se anotará en el inventario de las demandas de las nuevas generaciones, a las que se puede responder consecuentemente.
La reivindicación de lo nacional-popular, en cambio, es tardía y me parece más un atavismo que un compromiso, teniendo en cuenta que lo nacional-popular es, hoy por hoy, patrimonio de los populismos autoritarios del ALBA en América Latina.
Finalmente la reivindicación de la democracia al interior del partido (que no creo que se practique realmente ni en el MSM, ni en ningún otro partido boliviano) y ese concepto de un entidad descentralizada, donde puedan coexistir las diferentes formas de organización democrática que se conocen en nuestra diversa y abigarrada realidad, la representativa, la directa, la comunitaria, la asamblearia… ahí me perdí y el discurso me pareció como esos escritos de Raul PradaAlcoreza, que son geniales, pero que de tanto recoveco se hacen incomprensibles. En una época donde las redes descentralizadas son un anacronismo y cuando las nuevas generaciones empiezan a vivir una cultura de la abundancia desde las redes distribuidas, hablar de descentralización en un partido suena a repetir formulas organizacionales como la militancia, las células, las consignas o los delegados, que son formas del siglo XX, que aún no hemos terminado de superar.
27 de mayo de 2011
entre dos posturas
Alfredo Barrenechea desde el Perú: "Hay una batalla ideológica por el alma de América Latina. Y las dos ideas en boga son dos ideas equivocadas. Por un lado, la que viene del consenso de Washington y que cree que el mercado resuelve todos los problemas; o sea, más privatizaciones, menos regulación, menos Estado. Por el otro lado, está la respuesta, también equivocada, que podríamos llamar chavista: Gobiernos autoritarios que violan las constituciones, que redistribuyen sin crecimiento. Creo que el gran atractivo de la figura de Lula es que ha tratado de dar, y en parte ha dado, una propuesta alternativa y de transacción entre las dos posturas"
28 de octubre de 2008
DESAFÍO Nr. 1
Algunos conceptos para entender la unidad: Mantener la idea de que es necesarios ir “todos juntos” para vencer al MAS, es hacer de la unidad un instrumento (el compromiso sería instrumental, con lo cual la unidad estaría permanentemente en riesgo); la unidad sería una trinchera de resistencia y no la condición necesaria para construir una propuesta que nos saque del torbellino de irracionalidades en el que estamos. La unidad es entre aquellos que disponiéndose juntos, pueden construir un proyecto alternativo, capaz de involucrar a la nación.
El pragmatismo del pasado dio lugar a un rasgo predominante en nuestra cultura: si la tendencia era liberal, si así lo señalaban las encuestas, había que volverse liberal, o a la inversa; de esa forma el sistema concluyó homogenizando las opciones hasta que era imposible saber quién era qué. ¿Era Goni del nacionalismo revolucionario o un neoliberal a secas? ¿Qué era el Gral. Banzer en definitiva? ¿Era Jaime Paz un socialdemócrata? ¿Y Manfred Reyes Villa? Terminamos con “ni lo uno, ni lo otro, sino todo lo contrario”, devastador para el sistema.
Lo peor que puede suceder ahora es tratar de utilizar la misma técnica. Ante la posibilidad de que los próximos años estén signados por las fuerzas del cambio y que la derecha tenga poco que hacer, lo peor que nos puede suceder es que todos nos volvamos socialdemócratas, o algo perecido. Tuto socialdemócrata, Costas socialdemócrata, Mesa socialdemócrata, Cossío socialdemócrata, Samuel socialdemócrata, los masistas socialdemócratas. La rosa y el puño está de moda, la pone en su web o en su blog, hasta en el facebook, todo el que puede.
Me decía Luis Ayala, Secretario General de la Internacional Socialista, que Bolivia se ha convertido en un lugar de desasosiegos, porque por donde va encuentra siempre algún boliviano con su proyectito, que quiere el apoyo de la Internacional. Típico —digo yo, que no he conocido ningún partido boliviano que proclame y difunda los principios o las actividades de esa Internacional en Bolivia, a tiempo de llamarse socialdemócratas—, eso si, para pedir ayuda estamos los primeros en la fila.
¡Definir quién es quién, para saber con quién uno se está metiendo! No podemos pensar la unidad de un proyecto progresista, de izquierda, inclusivo, democrático y que respete la libertad y los derechos humanos, con Branko o con Costas, por ejemplo, como tampoco podemos intentarlo con García Linera. En ambos casos sería una mentira, a la gente y a nosotros mismos. El trabajo carecería de consistencia programática.
En cambio se podría hacer un proyecto de esas características con Victor Hugo Cárdenas, Samuel Doria Medina, René Joaquino, Eduardo Rodriguez Veltze, Juan del Granado, Germán Antelo, Carlos Hugo Molina, Mario Cossío, Oscar Montes, Carlos Mesa. Hay que decir que el nombrar a estos personajes e invitarlos a participar a todos (no está el tiempo para exquisiteces) sin excepción, otorga identidad (ahorran un año de presentaciones y campaña) al proyecto, aunque también suma un lastre que carga cada uno de ellos por su cuenta, pero eso nos pasa a todos, hoy por hoy; salvo a los más más jóvenes.
Dije nombres y no son todos, pero ninguno debe pretender de entrada el liderazgo del proceso de unidad, porque todos ellos (unos más, otros menos) forman parte del pasado, frente a una sociedad que busca futuro; esto no quiere decir (entiéndaseme bien) que alguno de ellos pueda eventualmente encabezar o participar preponderantemente del futuro. De allí nace esta idea-propuesta que viene a constituir el DESAFÍO Nr. 1:
a) La unidad debe construirse entre identidades próximas, así sean circunstancialmente similares, intentando sostener esta equivalencia por el mayor tiempo posible, por lo menos hasta constituir uno o dos gobiernos en el futuro.
b) La unidad debe hacerse al inicio, con la aquisecia de los dirigentes que se consideran a si mismo presidenciables, pero no con su presencia. Este es un tema de dirigentes, no de candidatos. Si esto no es así, será imposible ponerse de acuerdo.
c) La organización interna, el sistema de relacionamiento, las tareas, las jerarquías, las líneas de comunicación y mando, deben ser democráticas y transparentes. Las reglas del juego deben ser claras, pocas pero claras y todos debemos cumplirlas. La igualdad de oportunidades debe ser un principio rector y no debe haber ni un solo “dedazo” a la hora de elegir los dirigentes. Esto vale más aún para los candidatos, desde el primero hasta el último. Debe encontrarse un sistema de garantías que hagan esto verdaderamente posible.
d) El objetivo tiene que ser de largo plazo. Lo más largo posible. El coyunturalismo nos obliga a intentar sacar ventaja pequeña del próximo momento (cada quien quiere “aprovechar”). Si nuestro objetivo, por ejemplo, fuera ganar las elecciones del 2014, todo lo que se haga en la ruta para alcanzarlo se ordenaría bajo esa meta principal. Así podríamos acomodarnos todos en el referéndum de enero, las generales de 2009, las municipales de 2010, las generales de 2014, etc.
Un objetivo a largo plazo es el elemento que permitirá que cada quien ceda un pedacito “de lo suyo”, a condición de que todos los otros hagan lo mismo, para permitir la construcción “lo nuestro”. Este ejemplo no quiere decir desechar el corto plazo, pero trabajar solo por el 2009 electoraliza el trabajo interno y nos impide avanzar. Se puede afirmar que trabajar a “largo plazo” permitirá mejorar el rendimiento en el corto plazo de manera significativa.
e) La renovación. La mayoría de quienes lideren este proceso tienen que ser jóvenes. Así se hicieron las reformas exitosas en otros países, de manera radical en términos de renovación. No se puede seguir con el estribillo de que se renueven todos menos yo. ¡Menores de 30 años y mujeres! El país debe poder ver que la renovación no es una mentira.
Estoy proponiendo estos temas, como parte de la discusión de fondo para una reunión preparatoria de la unidad. Creo que hay grupos que han ganado el lugar y la confianza suficientes como para intentar convocar y asistir a una reunión de estas características.
Lo dejo para reflexión y para tomar decisiones. Para que alguien se anime.
25 de noviembre de 2006
BOLIVIA ES MAS GRANDE QUE SUS DIFICULTADES
La Asamblea Constituyente está en peligro. El sistema de libertades democráticas está en peligro también. El intento autoritario y dogmático de imposición de un solo camino (trazado por un pequeño núcleo de poder inserto en el gobierno, cuya imposibilidad de concertar y respetar los compromisos, demuestra el limitado desarrollo de sus posibilidades políticas), pone en riesgo los resultados del esfuerzo nacional por superar la crisis de representación y gobernabilidad que arrastramos desde hace varios años. Si hace cinco lustros una huelga de hambre sirvió para conquistar y construir la democracia, que otra huelga de hambre sirva ahora para conservarla.
Bolivianas y bolivianos:
Para salvar y consolidar la democracia, Bolivia reclama nuevamente el favor de sus hijos, sin distinción de razas, credos, grados de instrucción, ni pertenencia cultural; porque en democracia y sólo en democracia, somos todos iguales. Concernidos con el destino de la nación queremos proclamar que Bolivia es más grande que sus tribulaciones, las que se presentan a veces como insalvables, pero que mañana serán briznas en el viento, frente a la voluntad irrenunciable de convivencia ciudadana, que no es otra cosa que la disposición democrática de encontrar un destino que nos sea común y que nos otorgue un principio, una vocación y un rol entre las naciones.
Nuestras diferencias han crecido y han dado paso al ímpetu de los excluidos, que han logrado una importante victoria electoral en democracia, por lo que sus justas demandas deben ser tomadas en cuenta y aceptadas, en nombre de la razón, del bien general y de la convivencia pacífica: ¡La nación clama por el cambio! La pobreza, la discriminación, la desigualdad y la injusticia, nos colocaron en el límite de lo tolerable, pero son también caldo de cultivo para la aparición de fanatismos e intolerancias de toda índole, que no podemos dejar pasar. Una de esas percepciones —actualmente en el gobierno— concibe este momento como un instante de ruptura revolucionaria y provoca condiciones de división y enfrentamientos permanentes, que ponen en peligro las relaciones básicas de solidaridad y confianza, imprescindibles para la unidad de la nación.
Si comparamos el país actual con el que les tocó vivir a nuestros abuelos, veremos cuanto se ha avanzado; no podemos desvalorizar los cambios en un Estado nacido en medio de la exclusión secante, el racismo, el machismo, el autoritarismo y otros resabios del pasado. En las últimas décadas hemos logrado apuntalar instituciones democráticas, estabilizar la economía, garantizar las libertades básicas y alcanzar un nivel mínimo de tolerancia entre las diversas razas y culturas que habitamos este suelo. Pero no fue suficiente, porque en el otro lado, donde habita la derecha conservadora, hay que vencer los complejos de una vieja elite enroscada en si misma que se opone a que cambie nada, bajo el imperio de intereses oligárquicos y una mentalidad falsamente aristocrática, que nos impiden avanzar a la velocidad que los tiempos demandan.
Carentes de proyecto nacional, acostumbrados durante siglo y medio a los golpes de Estado, a la incongruencia de las multitudes exaltadas, a la falta de partidos políticos, a la concurrencia no democrática de los movimientos sociales, a los cuartelazos y a la reiterada presencia de caudillos y dictadores, la Democracia es el gran logro de finales del siglo XX y principios del XXI. Solamente esas recientes instituciones de dialogo y convivencia, nos permitirán construir el futuro, libres de ilusorios “redentores” que siguen trayendo dolor, sangre y pobreza a nuestra historia. La comunidad nacional debe construirse a través del más moderno de nuestros logros: la vida en democracia y sin exclusiones; frente a ello, todo lo demás es pasajero.
Existen caminos bolivianos por los que pueden transcurrir nuestros pueblos y su soberanía democrática, para dotar a) al mercado de aquello que precisamente carece: solidaridad, equidad, redistribución, equilibrio y justicia social; b) al sistema político lo que aún le falta: eficiencia, representatividad, ciudadanía y participación; c) a la sociedad, la capacidad de convivir digna y solidariamente, fruto de una urgente reforma en el seno de nuestras culturas y costumbres predemocráticas; y d) para otorgarle al Estado un rol comprometido con el desarrollo integral en beneficio del pueblo y las mayorías, al mismo tiempo que e) el conjunto de nuestra sociedad se incorpore a los procesos mundiales del desarrollo, el conocimiento global y la modernidad.
Otros temas —que son parte de nuestras debilidades colectivas y que no han sido superados ni por este u otros gobiernos anteriores— también son ineludibles si queremos sobrevivir como nación y como sociedad: la corrupción, la mediocridad y la ignorancia, son asuntos que deben ser abordados con franqueza y valentía, dejando de lado hipocresías que nos impiden mirarnos a nosotros mismos y cambiar en consecuencia. Para salir adelante, para igualar a los pueblos que nos aventajan, asimilemos sus ejemplos: educación, educación, educación y más educación.
Convocamos a todos los ciudadanos y ciudadanas, a todas las instituciones de la democracia y a los partidos sin distinción, a abrazar estas causas ciudadanas, a recrear un compromiso político verdadero, sellado a fuego en nuestras mentes, nuestros corazones y nuestras obras, y a participar ahora para solucionar inteligentemente estos asuntos, y renacer, respetuosos e iguales los unos con los otros, hasta conquistar el futuro que merecemos todos.
En la ciudad de Nuestra Señora de La Paz, al 16 de Noviembre de 2006
Proclama presentada por el Piquete de huelga Nº 7, en la Iglesias de San Francisco, al iniciar la huelga de hambre el día viernes 17, y al concluirla el día de hoy, domingo 25 de noviembre de 2006. El original fue depositado en La Casa de la Libertad en Sucre y allí debiera conservarse.
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