ALTERNATIVAS

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14 de diciembre de 2021

BLANDENGUES PALOMAS *

La palabra “blandengue” aparece cada vez más en las redes y se hacen post y memes dedicados a lastimar la imagen de quienes así aparecen buscando el dialogo en tiempos de polarización y odios. Pareciera que lo más ensalzado es el grito de enfrentamiento y el ataque inmisericorde a los enemigos, a los que hay que denostar, si no eliminar apenas se pueda.

Y esto se ve acentuado por los "filtros burbuja" que se han normalizado en las relaciones en red, que permiten escucharse cada quien a si mismo, ocultando toda opinión contraria que cuestione nuestras creencias, o lo que es peor, nuestros prejuicios. Ese es el caldo de cultivo de la intolerancia y la pérdida de capacidad crítica, de reflexión, de escucha a quienes están al frente.

Acudiendo a las palabras de un buen amigo, Walter Guevara Anaya, cabe decir que un tercio de la opinión política considera que a las y los masistas hay que envenenarlos con raticida, mientras que el otro tercio cree que a los “pititas” de la derecha hay que fumigarlos con insecticidas varios. Y así estamos.

Existe un tercer tercio entre ambos bandos, que se mueve desconcertado hacia un lado y hacia el otro, como demostró la última elección nacional el año 2020, cuando de estar convencidos de votar por unos, un buen sector de ese centro migró hacia los otros, aunque posteriormente, en las municipales reculó hacia sus orígenes, en el blandengue centro de la población urbana, mestiza, de clases medias, boliviana antes que plurinacional por raza y por origen.

En los extremos, en ambos polos, están los halcones. Son personas y grupos que creen que solo un enfrentamiento definitivo puede saldar este entuerto; y nos están llevando a un callejón sin salida, porque sin dialogo no hay entendimiento, sin entendimiento no hay negociación, sin negociación no hay democracia. Es a esos halcones a los que hay que derrotar. La vida se nos va en ello.


Las democracias en el mundo son duraderas y sostenibles desde la emergencia de las clases medias, donde están los profesionales, los comerciantes, los emprendedores, las y los trabajadores que desean mantener y consolidar sus empleos… Entre los polos de burgueses contra proletarios, de mestizos indios contra mestizos blancos, de campesinos contra citadinos, de cambas contra collas, y a la inversa en todos esos casos, no hay democracia posible.

Y mientras la pugna continua y se acrecienta, no hay ley que valga, institución que gobierne, poderes que puedan actuar con independencia. No hay democracia.

Por eso quiero resaltar el papel de las palomas, en esta vieja clasificación de halcones y palomas, entre duros y blandos, a los que la ciencia política ha clasificado como arquetipos de una forma de ser y de actuar en toda confrontación política. Quiero resaltar a las palomas.


Conquistar el centro quiere decir, en primer lugar, olvidar los insecticidas y los raticidas, y reconocer que las y los del otro bando algo bueno tendrán, algo bueno habrán hecho, y por eso ha de ser que parte de sus propuestas recogen el reconocimiento de una parte de la población. En segundo lugar, conquistar el centro es hacer hasta lo imposible por encontrar lugares para el encuentro, por mínimo que este sea; tender puentes para el diálogo, por poco fructífero que parezca.

Hay que ser muy osado y muy valiente para ser una paloma en tiempos de escopetas, de una guerra no declarada. Hay que tener mucho coraje y perseverancia para ser blandengues en momentos de dureza. Y no se trata de dejar de pelear (entiéndase bien), de abandonar la presencia y el reclamo callejero; no se trata de abandonar las trincheras.

Quiero ser una paloma y trabajar con todo el palomar. Porque nuestro es el futuro, que si no (que quede claro) no va a haber futuro. Democrático, al menos.

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* Original publicado en https://talcual.bo/analisis/blandengues-palomas/ Se aconseja leer esto con espíritu navideño,


1 de noviembre de 2019

PARADOJA II

Como el mundo es redondo, quienes terminan a la derecha de la derecha suelen aparecer, de pronto, al otro lado. Eso es lo que ha pasado con los cabildos y sus líderes antidemocráticos. Nadie le ha hecho mejor favor a Morales Ayma, en el momento justo del naufragio.
Han renegado del voto desconociendo de plano las elecciones, sin esperar culminar el resultado. Han rechazado ante el mundo el complejo ejercicio de una auditoria electoral de la OEA y varios otros países que se han comprometido con la neutralidad de ese trabajo. Han pedido que el Presidente renuncie ahora (cuando faltan meses para concluir con su mandato). Están vetando a Morales Ayma y Mesa Gisbert, que juntos hacen el más del 80% del electorado. Le están negando a los nuevos senadores y diputados el derecho de representarnos. Un camino así solo puede terminar en la toma de Palacio. Que el próximo cabildo decida la toma del poder por el asalto, y como no se puede, que vayan los cabilderos a golpear la puerta de los cuarteles, a ver si hay algún general que se anime a ayudarlos. Esto no es una Bolivia democrática y renovada, ¡es la Bolivia de siempre!, la del siglo pasado y del antepasado. Es decir, le han regalado la coyuntura a Morales Ayma, que en diez días va a poder levantarse renovado, va a clamar por la Democracia y el Estado de Derecho, y con el apoyo de medio mundo nos va a poder majar a palos.

30 de octubre de 2019

AHORA o NUNCA

Hemos llegado a un punto crucial que señala el límite. O se llega a un acuerdo que pacifique el país, o tiramos leña al fuego y encendemos las hogueras para un incendio que algunos piensan definitivo. Y cuando digo algunos, me refiero a los talibanes de uno u otro lado, que creen desde ambos extremos que esto debe tener un desenlace más bien militar que político, imponiéndose una parte de las y los bolivianos sobre la otra, de manera incuestionable y definitiva.


Denuncio un racismo extremo, regionalismo fanático y el deseo de llevarnos a una guerra fratricida entre bolivianos y bolivianos. Los dogmáticos están a ambos lados, en el oficialismo y entre las y los opositores; si ellos se hacen con la hegemonía del proceso, vamos a vivir unos días muy amargos. Insto, en cambio, a reconocer que también en ambos bandos existen personas más dúctiles, mejor formadas, abiertas a escuchar al menos, y esos dirigentes debieran intercambiar criterios y tratar de impulsar acuerdos que sean útiles para todos. Ayudemos en esa dirección. Quiero el predominio de la política sobre la violencia.

El único acuerdo posible es recontar los votos y saber si hay o no segunda vuelta. La oposición debe poner condiciones que otorguen confianza en el grupo de auditores reclutados por la OEA entre especialistas electorales del continente. Esto implica también reconocer la validez de las elecciones pasadas y sus resultados. Aclarar que una treintena de especialistas tendrían que contar con mecanismos y la experticia para darse cuenta que las actas han sido manipuladas, cambiadas, cercenadas, mal copiadas… o lo que fuere. Existe material y condiciones disponibles para ello y los profesionales sabrán, ya que no pesa sobre ellos ni amenazas ni coerciones.

Si fruto de esa auditoria se descubriera ante el mundo que esto ha sido un monstruoso fraude, entonces será legítimo pedir anular las elecciones, pero no antes, no sin un veredicto confiable. Sin ello querer pasar por encima y desconocer los casi tres millones de votos que tiene el MAS es hacer exactamente lo mismo que ellos hicieron con el 21F, que está a la base del problema y es el pecado original. Pero de ello habrá que saldar cuentas en otro momento.

Esa opción, que viene tomando cuerpo, obliga a renegar de las elecciones, anularlas e intentar volver a fojas cero. Esto significa prorrogar a Morales Ayma más allá del 22 de enero del 2020 (estoy calculando un año al menos), porque es imposible en tres meses cambiar el Tribunal Electoral, construir un nuevo padrón, convocar a elecciones con todo el calendario que ello supone; a menos que alguien piense que morales se va a ir por la buenas y quede a cargo Linera o Salvatierra o Borda, que para el caso puede ser de Guatemala a guatepeor. ¿Una Junta Militar? ¿Un gobierno de notables escogidos en un Cabildo bajo la sombra del Cristo Redentor? ¡En esa sí que estamos todos locos!

Es ahora, ¡oh! -agoreros del desastre- podrían hacer que realmente fuera nunca.

28 de octubre de 2019

IMPOSSIBLE


BOLIVIA: Esto está muy difícil y puede generar un cuadro de violencia en poco tiempo más. Ninguna de las partes quiere ceder desde una postura que aplicada a ambos en discordia es mitad verdad, mitad mentira.

El gobierno del MAS, encabezado por Morales Ayma sostiene que ha ganado limpiamente las elecciones y que le lleva una diferencia al segundo de más de un 10%, lo que legalmente lo habilita sin más trámites para un cuarto mandato. Para demostrar ese hecho desafía a revisar los resultados electorales acta por acta y voto por voto, en una auditoría presidida por organismos neutrales de procedencia internacional. "Presenten una prueba de fraude" –dice Morales Ayma– y asegura convocar a una segunda vuelta en ese mismo instante.

Ni yo ni nadie le cree, porque el Presidente sabe que una segunda vuelta es su derrota, ya que, si bien las encuestas previas a las elecciones le daban una victoria en primera vuelta que podía culminar o no en un balotage, en segunda vuelta no hay encuesta que le otorgue la victoria, frente a Mesa Gisbert, el candidato que ha quedado segundo, con más de medio millón de votos de diferencia.


La tensión en las calles está subiendo, más aún cuando desde hoy, lunes 28 de octubre, los sectores campesinos y quienes apoyan a Morales Ayma en las ciudades, que estuvieron contenidos por el propio MAS para mostrar una imagen de tolerancia y tranquilidad, han recibido el permiso para movilizarse y empiezan a bloquear caminos y tender un cerco a las ciudades, lo que acrecienta las posibilidades de un enfrentamiento civil de imprevisibles consecuencias.

Mucho me temo que en la interna masista, los más radicales estén viendo la oportunidad que esperaban para resolver de un solo golpe la tensión acumulada en lo que ellos conciben como los quinientos años de colonialismo y opresión, buscando una victoria militar de una parte de la sociedad sobre la otra.

Al otro lado la oposición, donde se ha logrado que la ciudadanía que no votó por Morales y que quiere que este se vaya, tiene el convencimiento irreductible de que ha existido un escandaloso fraude y que sin recurrir ni a recuentos ni otras "argucias–repiten , la segunda vuelta debe ser convocada en este mismo instante. Para ello moviliza a las y los ciudadanos que bloquean calles, sorprende con manifestaciones  espontaneas que se repiten todos los días en uno y otro lado, que incluso tienen paralizado el departamento más importante del país que es Santa Cruz. "Aquí no se mueve una mosca –dicen– hasta que no esté asegurada una segunda vuelta".

La oposición (la democrática al menos) tiene razón en una cosa, y es que viene arrastrando el peso de un referéndum (21F de 2016) en el que ganó y que fue desconocido por una maniobra artera de los gobernantes, que reclamó el “derecho humano” del Presidente para postularse por cuarta vez e indefinidamente por encima de la Constitución y las leyes. Si no respetó los votos en el pasado no hay razón para pensar que respetará los votos del presente. Y están en lo cierto, porque Morales Ayma no va a ir a una segunda vuelta así tenga que incendiar el país para evitarlo.

Otras alternativas han surgido en el horizonte: NUEVAS ELECCIONES, claman quienes por haber quedado en tercer o quinto puesto electoral, no tienen nada que perder en una segunda vuelta que los dejaría a un lado. "Si hubo fraude hay que anular estas elecciones, porque hasta los curules de senadores y diputados están en entredicho". Tiremos para atrás y a empezar de cero. Esta postura está ganando adeptos todos los días. Los hay más radicales aún, quienes dicen que, si bien Evo Morales debe irse, también debe irse Carlos Mesa, y así se contaría con una carta de negociación que abriría además las puertas a una nueva generación que está pujando y reclama por que se le ha limitado su participación.


El gran problema es que todas esas propuestas son inviables, dado que no hay quien las acepte y menos quien las ejecute. Todos los poderes y las instituciones están copados por el MAS; eventualmente la ciudadanía puede paralizar las ciudades durante semanas, pero no hay Presidente, Asamblea Legislativa, Órgano Judicial, Poder Electoral, Defensor del Pueblo, Director de un Instituto cualquiera, Jardinero de Palacio... que escuche sus reclamos y actúen en consecuencia. La opción sería que la muchedumbre tire abajo las puertas e ingrese al asalto a Palacio, pero eso es imposible de imaginar porque no hay fuerza para ello, dado que Palacio está bien custodiado por las Fuerzas Armadas y las policiales, a más que esto tiene que solucionarse en libertad y democracia.

13 de septiembre de 2019

VIOLENCIA

Si justificamos la violencia de unos, estamos justificando la violencia de otros; la violencia de todos. La violencia es violencia, venga de donde venga (salvo si es en defensa propia).

No hay salida, si creemos que unos son los violentos buenos y otros son los violentos malos.


Parafraseando el viejo dicho que se hizo famosos en boca de Franklin Delano Roosevelt: “Serán unos hijos de puta, pero son nuestros hijos de puta”. Eso me da asco.

Lo que ha sucedido anoche en Santa Cruz no tiene justificación alguna. Le regala al MAS, en plena recta final de las elecciones generales, la posibilidad de relanzar un discurso que en sus labios yacía muerto: el odio blanco, el separatismo cruceño, el racismo colonial; hasta ahora se habían cuidado de repetir eso solo entre los suyos en el campo, evitando las clases medias urbanas que se consideran mestizas sin importar su origen. Ya no, ahora podrán racializar la campaña, reavivando la indignación de los que se estaban yendo de sus filas y pensaban votar por otros.

¿Y la oposición? Yo quiero ver a Mesa Gisbert y a Oscar Ortiz condenando drásticamente la actitud vandálica de quienes sembraron la violencia en las calles de Santa Cruz. Si no dicen nada, o si dicen poco, sabremos que estamos en lo mismo de siempre, lo que durante doscientos años nos ha mantenido en la ignorancia y el atraso.

Se tenía que decir…
Y he dicho

3 de febrero de 2019

SOBRE EL CONTROL ELECTORAL

El día de las elecciones “primarias”el MAS sólo pudo obligar a votar a un 35% de sus militantes inscritos. Si sumamos esto a sus anteriores derrotas, hablo de las judiciales, de las autonómicas, y del 21F que es trascendente; el MAS está obligado a recurrir a maniobras sucias que le permitan quedarse en el poder.

Igual que pasado el 21F de 2016, los masistas se reunieron para aprobar una estrategia que pudiera burlar el voto ciudadano; hoy les quedan cuatro caminos peligrosos, porque suponen poner en cuestión lo que queda de la Democracia en Bolivia, y caminar tras los pasos de Venezuela.

La primera opción es inhabilitar a los candidatos opositores o al candidato opositor que más fuerza tenga, porque puede derrotar a Morales Ayma. Van a hacer todo lo posible porque las encuestas dicen que hay un candidato que les puede ganar. Nosotros, los ciudadanos, tenemos que apoyar a ese candidato y concentrar en su candidatura toda la fuerza de la Democracia, así quien se presenta no sea de nuestro mayor agrado.

El otro camino que tiene el MAS es organizar un bochornoso fraude electoral, de tal magnitud, que supere el 4% o 5% al que están acostumbrados, porque el sistema boliviano no permite un fraude más grande, si hay un buen control electoral. Si logran organizar un mecanismo que les permita hasta un 20% de fraude, lo van a hacer. Si los miramos bien, ya no les importa su prestigio ni su legitimidad.

Si no pueden inhabilitar a los candidatos, hacer un bochornoso fraude, ni postergar o suspender las elecciones, lo que les queda es no reconocer los resultados; para ello cuentan con todo el poder para no entregar el gobierno. Si lo han hecho con el Referéndum, pueden hacerlo con las elecciones.

Tenemos que estar preparados para ello, tenemos que ser conscientes de lo que pasa y aportar en lo que podamos, para evitar que se cumplan sus designios y nos embarquen rumbo al desgobierno, el enfrentamiento, la división y el odio, como estamos viendo con gobiernos que son iguales al MAS en otros países.

Tenemos que incidir en la opinión Pública para hacer que las personas sean conscientes de esta realidad

Tenemos que lograr la capacidad de organizar reuniones, conferencias, publicaciones y formación digital, generando eventos locales, regionales, y nacionales, para capacitar a las y los ciudadanos que quieran colaborar.

Es necesario visibilizar nuevos liderazgos de ciudadanos consecuentes, inteligentes, comprometidos, que se requieren para impulsar una nueva camada de líderes con renovadas ideas, que permitan dar contenido profundo a esta larga pelea.

Debemos denunciar la violencia política y el abuso de poder, ante el país y el mundo; para eso tenemos que disponer de herramientas que nos permitan dar un testimonio y denunciar estos hechos.

Y finalmente tenemos que coadyuvar al Control Electoral; tenemos que capacitar 25 mil personas; ese es un desafío enorme, al margen de lo que hagan los partidos, porque tenemos que disponer y preparar una persona para cada mesa electoral. Las ONGs y las Fundaciones van a gastar mucho dinero en un esfuerzo para tener un conteo rápido, un sistema que permita resultados veloces, que disuadan y disminuyan el fraude, pero ninguno de esos instrumentos es el Control Electoral.

Para un Control Electoral efectivo se necesita el duplicado original del acta de cada mesa de votación, que solo se entrega al delegado del partido político presente en el momento. La preclusión que establece la ley boliviana es muy útil y buena, porque permite que con el acta en la mano un delegado ante la Corte Departamental pueda defender sus votos, y ahí es donde tenemos que llegar.

Los invito a organizarse conmigo en esa dirección; somos gente interesada, con experiencia, tenemos herramientas digitales que pueden hacer todo esto y más.

Hay que visitar http://www.tiranofobia.net e inscribirse con confianza*. Nosotros (Bolivianos en la Red) vamos a procesar nombre por nombre, lugar por lugar, y les vamos a hacer llegar a todos y cada uno, un lugar y una tarea en este esfuerzo conjunto.

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NOTA:
* Al inscribirse les vamos a pedir dos datos necesarios, su referencia Facebook (perfil o página) y su Nr. Whatsapp. Lo primero es para ver que no se nos infiltren muchos guerreros digitales azules, el segundo dato es para ponernos en contacto directo.

8 de diciembre de 2018

PRESOS

Ahora la represión va a empezar metiéndonos a todos presos. Los opositores vamos a ir a la cárcel, exactamente como se hizo en Venezuela. El libreto se copia y se repite, ya que desde Caracas alcanzó buenos resultados.

Hace dos años, cuando el Referéndum del 21F, el MAS llegó a una conclusión, consecuente con curarse de semejante error y de la derrota que los ha metido en un callejón sin salida, porque el país les espetó en la cara, un rotundo ¡Bolivia dijo NO! Primero habilitar a Morales Ayma (ellos le llaman Evo) -dijeron- y después barrer con los opositores; cuando lleguemos a las elecciones el año 2019 no debe haber nadie en Bolivia que hable mal de Evo. Así lo expresaron, esa es una consigna.

La receta Venezolana es sencilla. Esperar y fomentar que líderes y lideresas de la oposición democrática llamen al pueblo a protestar en las calles, ahora que hay furor y rabia. Y provocar enfrentamientos hasta que se produzcan uno, dos tres... cien muertos. Y entonces tomarnos presos, bajo la acusación de haber incitado a la violencia y ser culpables de los muertos.

Mientras tanto, con los ciudadanos de a pie, uno a uno según su influencia, según el malestar de quienes toman decisiones, según la consideración que tenga el tira encomendado para seguirte y perseguirte: Primero amenazas, amedrentas, le haces dar una pateadura y te encargas de que se sepa, lo metes preso unos días, algo de tortura a alguno sentaría bien, lo desapareces de ser necesario. El miedo, hay que instalar el miedo, pero el miedo de verdad.

El miedo genera ansiedad, incita a defenderse, a rebelarse antes de tiempo, a golpear sin tener la fuerza suficiente. Eso es lo que quieren ellos.

Ellos saben que la única ruta de resistencia democrática posible son las elecciones. Ellos quieren que los grupos radicales, normalmente de gente joven y sin experiencia, que busca soluciones rápidas y que piensa que puede soliviantar al pueblo con cuatro consignas irresponsables, nos arrastren lejos de las urnas y allí nos dispersemos; mientras las y los masistas cuentan votos azules en su Tribunal Electoral.

No hay camino de unidad si no es el de las urnas. Las otras opciones, violentas y no democráticas pasan por las armas y yo proclamo hoy, como siempre, un rotundo NO A LAS ARMAS, NO A LOS GOLPES MILITARES, NO A LA GUERRA. La resistencia es pacífica y es democrática. Vaya por donde vaya, tiene que terminar frente a una urna de votación y con una papeleta multicolor y multisigno en las manos. Eso construirá la Unidad en grande y coronará la lucha con una rutilante victoria.



¡RESISTIR SERÁ VENCER!

21 de marzo de 2013

ANTES MUERTOS

Lo de Oruro no tiene parangón, la gente ha estado en las calles  tirando piedras, o se ha integrado a un piquete de huelga de hambre de los que se tenían nuevos cada día mientras duró el conflicto; las oficinas y colegios cerraron, los maestros y universitarios bloquearon calles y caminos, la producción paralizada, mientras un grupo de campesinos dijo amenazar con cercar la ciudad y llevar las cosas al extremo del enfrentamiento. Me recuerdo la Edad Media europea, cuando las ciudades se movilizaban en defensa de su libertad, frente al poder de los príncipes feudales que imponían sus designios desde fuera de los burgos, desde el campo y con el apoyo de los campesinos, sus vasallos; una batalla superada hace siglos en el mundo, pero que mantiene atávica vigencia en la estepa altiplánica boliviana, perdida en medio de los Andes.

[ACLARACIÓN: escribo esto de “perdida por los Andes”, en un esfuerzo por recalcar la marginalidad de estos rencores, en un mundo que ha encontrado caminos para superar pasadas rencillas coloniales y camina, como nuestro subcontinente, hacia la modernidad, la democracia, la igualdad, la integración y el desarrollo; proceso del cual seguimos siendo marginales.]

Todo porque a un grupo de asambleístas plurinacionales del aquel departamento se le ocurrió, sin que nadie los llamara (según versión del propio interesado), cambiarle el nombre al aeropuerto de esa ciudad y ponerle, cómo no… ¡Evo Morales Ayma! Se les han dicho de todo y quiero sumarme a los gritos e improperios que se han hecho escuchar en los rincones patrios, para calificar a esa caterva de llunkus.

De allí en más fueron las protestas y las agresiones. Protestas contra el abuso y agresiones contra la historia y la memoria colectiva de una ciudad. Hemos escuchado a los masistas denostar la memoria de Juan Mendoza, que vaya uno a saber bien quién nomas sería, pero que por voluntad y reconocimiento de sus contemporáneos, terminó con su nombre identificando el aeropuerto orureño y siendo parte constitutiva de su identidad urbana. Han borrado su nombre argumentando que este es otro aeropuerto y que ahora es internacional, aunque dicho apodo no se si le sienta bien, porque habrá que esperar algún vuelo internacional que llegue y veremos desde donde; mientras tanto es pura demagogia gubernamental, sigue siendo el aeropuerto de siempre, con unos ladrillos más, y algún avión, de vez en cuando.

Pero en el Estado plurinacional nada es de sorprender y todo puede pasar, se suma este conflicto absurdo en la Villa de San Felipe de Austria. Lo que indigna es la actitud del Presidente de este estado de cosas, quien no se conmovió siquiera ante la posibilidad de que los ciudadanos orureños estucieran a “un pelo” de agarrarse a pedradas por su nombre. Ese es Evo Morales Ayma retratado de cuerpo entero.

¿Y es a ese déspota insensible, que le importa poco la suerte de su pueblo, que miente, maniobra, engaña, incumple lo que dice y vaya uno a saber cuántas otras cosas más que no se saben, al que le estamos pidiendo que cumpla su palabra y de un ejemplo de honorabilidad dejando su candidatura en las próximas elecciones, para cumplir con la democracia y con las leyes y para el bienestar de la nación?

Antes muertos… no él… todos nosotros, si fuera necesario.


Claro que Oruro ya dijo su palabra y el autócrata y sus obsecuentes seguidores fueron derrotados. No podía ser de otra manera, ha sucedido ya cuando la subida de precios de los hidrocarburos, cuando el apabullante voto blanco y nulo en las elecciones "truchas" que consolidaron el actual Poder Judicial (ilegítimo a todas luces), cuando las victorias democráticas en Sucre y el el Beni. Se suma Oruro que nos muestra que cuando el pueblo tiene una causa común y está unido, no puede ser derrotado ni vencido.