ALTERNATIVAS

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22 de abril de 2018

LA DIPLOMACIA DE LOS PUEBLOS



Pocas veces se ve en la diplomacia un acto de rechazo político como el sufrido por Morales Ayma y su Cancillería con el tema de UNASUR.

Es el triste caso de un país cuyo Presidente asume la conducción de un Organismo Internacional y a tiempo de estar exponiendo los planes para su gestión, le renuncian las naciones asociadas, dejándolo en la más estricta soledad. No era cualquier propuesta la que se dibujada para esta gestión, sino similar a la que nos hizo a los bolivianos hace una década atrás con eso de que seríamos como Suiza en pocos años; decía Morales Ayma a los pueblos de UNASUR que estaríamos como la Comunidad Europea, con libre circulación de ciudadanos y trabajadores, creando un Mercado Común como en el Viejo Continente. Las cancillerías del área no son como los movimientos sociales de la CONALCAM que andan más perdidos que un masista en biblioteca, es decir, saben algo más y pueden evaluar la demagogia sin límites del Caudillo boliviano.

Con este gesto, contundente y durísimo, está dicho todo. No queremos nada con Usted. Y en lenguaje diplomático esto es fatal, Sudamérica le está diciendo al mundo que en Morales Ayma no se puede confiar, o lo que es peor, es alguien con el que no se debe trabajar, no tiene palabra y miente como una vieja locomotora, echando humo para todos lados.

No es un "no estoy de acuerdo con su proyecto Sr. Morales", que si quiero voto en contra y al ser mayoría no hay proyecto. Le están diciendo "no estamos de acuerdo con Usted", con su gobierno, con lo que viene haciendo en la región; quédese solo dirigiendo una Asamblea vacía, que lo acompañe Maduro, que es su amigo personal y tiene palmas para aplaudirlo.

No sé qué pueden hacer ahora Morales Ayma y su Cancillería ante un hecho tan bochornoso. ¿Pedir? ¿Rogar? ¿Concederlo todo? ¿Clausurar UNASUR hasta que le toque a otro? Y eso sería lo peor, que le toque a otro y que todos vuelvan. Creo que a Sudáfrica cuando el apartheid le toco vivir cosas semejantes.

Por el momento somos un incordio en el continente, un agujero negro en la Comunidad de las Naciones. Y ahora toca lo del Mar y lo del Silala en La haya, donde los jueces han de estar evaluando este mensaje sudamericano que da para muchos comentarios. Quedará en la historia, como las cosas que se cuentan de Melgarejo en el siglo XIX, cuando los caudillos bárbaros; solo falta Holofernes para poner sobre el mapa una huella de pata de caballo.

6 de abril de 2018

TRES TRISTES TIGRES


El exPresidente #Lula en el Brasil pasó de ser un niño lustrabotas en las calles de Sau Paulo, a obrero del metal, dirigente sindical, líder del PT y Presidente del Brasil. Llegó a ser nombrado como el "mejor presidente del mundo" en un par de encuestas especializadas.

El actual dictador en Venezuela, salió del anonimato entre los cientos de conductores de autobuses en Caracas y aupado por el difunto Hugo Chávez llegó a Canciller de su país. Luego, fraude y chicana de por medio, es Presidente.

Morales Ayma era pastor de ovejas, trompetista en una banda de música. Lider sindical de los cocaleros del Chapare, Jefe del Movimiento al Socialismo en Bolivia y de allí en más, el único Presidente que en democracia conquisto más del 60% de los votos, con una popularidad inigualable, que en su apogeo llego a alcanzar a casi el 90% de la población.

Debieran ser Historias Ejemplares, un claro ejemplo de lo que se puede llegar a ser en América Latina, continente de oportunidades democráticas para los más pobres y desarrapados. Desde lo más profundo de la pobreza y la marginalidad, gigantes que se levantan hasta alcanzar la cumbre. Sus nombres debieran repetirse dentro de doscientos o trescientos años en las escuelas.

Pero terminarán su vida en las cárceles, acorralados por la podredumbre de la corrupción y el despilfarro, del narcotráfico también cuando queden a la luz las redes de la cocaína que dicen que los enreda a los tres y a otros menos importantes. Desde la izquierda, desde la igualdad, la inclusión y la justicia social que estos estafadores predicaron, se los recordará como las personas que hundieron las ideologías progresistas, permitiendo que la reconstrucción de las repúblicas que los cobijan quede en manos de la recalcitrante derecha de este continente.

Pero así es nuestra historia, el pendulo catastrófico sigue funcionando.

17 de agosto de 2017

EXILIO


En recuerdo a Roger Pinto, ex Senador de la República (no me van a creer, pero antes aquí había una República), muerto ayer en Brasil, perseguido por el régimen autoritario que preside Morales Ayma, y en honor a todos los cientos de refugiados y exiliados que dispersos por el mundo sueñan en volver a su país, que les ha cerrado las puertas porque piensan diferente, porque no están de acuerdo con lo que sucede, porque quisieran una patria sin exclusiones ni excluidos:


14 de enero de 2016

Recuerdos para el Futuro

Dejemos de decir mentiras y engañarnos a nosotros mismos. En este largo "cruzar el desierto" los bolivianos hemos pasado ya la mitad, estamos saliendo, aunque quede aún largo por caminar. “Salir” significa que la sociedad en su conjunto tiene posibilidades de una nueva escucha, lo que antes era “sembrar en el desierto”, hoy puede ser una nueva prédica. Como siempre estos cambios son “de a poco”.

La Revolución Nacional del año 1952 abrió las puertas, incluyendo por primera vez a los indios y los campesinos al desarrollo económico y a la política; el voto universal estableció en ese entonces que los bolivianos valíamos lo mismo, sin importar orígenes ni razas. Sin ello este nuestro país hubiera sido inviable.

Banzer puso el primer acuerdo, con el Presidente Ernesto Geisel del Brasil, en pleno ciclo militar (la Revolución Nacional tuvo tres tipos de populismos, el democrático, el militar y el corporativo/sindical, y dos modelos económicos, el capitalista de mercado y el capitalista de estado), con quien Bolivia expresó por primera vez su voluntad de producir y vender gas. Contra viento y marea Banzer anunció la venta del recurso natural que hoy nos da dinero y capacidad de gasto.

Siles Zuazo puso la Democracia. Hasta ese entonces el país había vivido regímenes autoritarios (militares y civiles) durante los cuales era muy difícil lograr la confianza de posibles compradores externos. Sin instituciones que avalen este tipo de acuerdos, en el mundo occidental, es muy difícil conseguir compradores.

Paz Estensoro la estabilidad económica. El 21060, demonizado y denostado, fue un gran sacrificio nacional que estabilizó la economía boliviana hasta el día de hoy. Sin esa estabilidad hubiera sido imposible conseguir las inversiones necesarias para la gigantesca estructura (para nuestro tamaño) que habría de construirse.

Paz Zamora perforó el Gas. Es conocida la historia del Pozo Margarita, que sigue siendo hasta hoy "la gallina de los huevos de oro", cuyo encuentro fue posible gracias a la tozudez de ese Presidente que obligó a seguir perforando, cuando todos querían ya parar el enorme esfuerzo allá en San Alberto, en el Chaco.

Goni contrató y construyó los gaseoductos, incluso más allá de la "capitalización" que permitió el dinero para hacer esto posible, y que distribuyó las acciones del petróleo entre los bolivianos mayores de 21 años en ese entonces, y que luego Evo Morales confiscó para devolverlos al Estado, haciéndonos creer que esa confiscación (más un 3% de las acciones de las transnacionales), era la "nacionalización".

Así que llegó Evo Morales y lo encontró todo hecho; es muy importante recordarlo, recalcarlo y difundirlo, ahora que las condiciones permiten una nueva escucha social. Llegó Evo Morales Ayma y lo único que tuvo que hacer fue gastar el dinero que todo lo hecho anteriormente puso en sus manos. Por eso la historia lo recordará como el presidente de la corrupción y el despilfarro.

25 de mayo de 2015

EL TRANSCONTINENTAL

Vista la noticia publicada por los mas importantes periódicos del mundo, con ocasión de la visita del primer ministro chino Li Keqiang a Brasil, donde China realizará gigantescas inversiones y seguirá su camino de copamiento internacional, porque en medio de la crisis, nadie puede resistirse al poder de su chequera; el proyecto estrella que se va a empezar es el ferrocarril transcontinental que permitirá una vía de acceso de Brasil a los mercados asiáticos. Este es un tema estratégico para el Brasil, que mirando durante décadas a Europa, Estados Unidos de Norteamérica y al África, emprendió su crecimiento industrial que lo ha convertido en una potencia económica emergente en el mundo; pero esto no puede seguir sin llegar a China y a los gigantes del Asia, que es allí donde está el dinero y la riqueza del futuro.

Y el diseño del transcontinental atraviesa todo el Brasil desde su centro neurálgico industrial que es Sao Paulo, hasta las costas peruanas donde un megapuerto abrirá el camino de ida y vuelta de miles de toneladas de mercancías al que podrán sumarse países como Ecuador y Colombia, también Bolivia, porque el diseño inicial muestra una ruta que casi toca nuestras fronteras en el norte. Y todo esto estaría bien, si no fuera que esa solución termina muy al norte, demasiado al norte.


Porque el interés boliviano debía ser que el transcontinental no solo pasara por Bolivia, sino que culminara en Arica, para establecer un espacio de integración entre Bolivia, Chile y Perú, integrando desde luego a Brasil y Argentina. Pero lo importante son los tres primeros, porque en un acuerdo semejante se podría sustentar el "retorno al mar", trabajando por un espacio de soberanía compartida, unido por el pragmático interés de los buenos negocios, donde todos los participantes tengan algo que ganar. Mientras esto sucede, los bolivianos estamos en La Haya, peleando por nuestros derechos expectaticios y convencidos de nuestra estrategia, que vuelvo a repetir, se parece a un "saludo a la bandera", porque de declararse la Corte competente en el caso, el resultado final será un llamado al dialogo y la negociación, ya que la Corte no puede fallar en contra de un pedido de negociación y sentenciar "¡no negocien! Pero la resolución estará condicionada a la inviolabilidad del Tratado de Paz y Amistad de 20 de octubre de 1904, sin cuya condición la Corte fallaría una resolución inaplicable. Esto sentará jurisprudencia y cerrará otras alternativas de negociación. Y se sentarán en la mesa Bolivia y Chile, que volverá a decir lo que siempre ha dicho, esta vez de buena fe, como corresponde al fallo de la Corte Internacional; hasta que, cercanos a alcanzar un acuerdo el Perú se niegue a viabilizarlo... y así, hasta las calendas griegas.

Algo totalmente distinto (lo dijo por primera vez Jaime Paz Zamora) sería un acuerdo tripartito entre Bolivia, Chile y el Perú para instalar juntos un negocio con perspectivas, mirando el Asia, vendiendo y comprando por millones. Pero esto no está en la cabeza de los estadistas de hoy, que prefieren, como siempre el show para ganar popularidad y votos, a encarar los problemas en su raíz y de frente, sin mentirse a ellos mismos y sin mentirle al pueblo boliviano.

15 de noviembre de 2013

¿EXPORTACION?

Más perdidos que un “masista en biblioteca” los cocaleros han anunciado la necesidad de otro estudio (el de la Comunidad Europea no les satisface) que investigue la cantidad de hoja de coca que se exporta a los países vecinos, y han adelantado un dato parcial que ellos calculan, con el objetivo de añadir esas cantidades a la suma que posibilitaría la legalización de 20.000 Hs o más de sembradíos, que se producen libres de controles, lo mismo que se comercializan libres de impuestos en nuestro país.


El error está en anunciarlo, porque todo intercambio con el exterior no es exportación, es tráfico, ya que la coca está prohibida de comercializarse internacionalmente, por la Convención  Unica de Viena sobre Estupefacientes; la que Bolivia denunció y a la que tuvo que adherirse casi inmediatamente de nuevo, so pena de quedar etiquetado como lo que parece ser, un Estado vinculado y cómplice del narcotráfico internacional.

Inmediatamente el Brasil y Chile se ha alertado del hecho de que los narco-cocaleros, con el apoyo del Estado plurinacional boliviano, han develado que introducen ilegalmente no solo cocaína sino coca, en los países vecinos. Ahora anuncian que mejorarán sus controles, para evitar que el tráfico de hojas de coca llegue hasta sus sociedades, perjudicando la vida de chilenos o brasileños, que son naciones que crecen y se desarrollan mejor que las otras en el subcontinente.

No se puede utilizar con ningún fin las cantidades de coca para la exportación, porque la exportación está prohibida internacionalmente, la exportación es tráfico, la exportación es un delito. El que sume, es cómplice.

28 de agosto de 2013

¿QUE PASA CON BRASIL?

Brasil ha tenido que recurrir a un sainete teatral para solucionar uno de sus problemas con Bolivia, forzando un equilibrio entre su necesidad de actuar rescatando al Senador Pinto, refugiado por más de 400 días en su embajada en La Paz, y su imposibilidad de mostrar esa voluntad, porque hacerlo significaría exponer un acto de intervención directa sobre la soberanía de un Estado vecino.

La reacción boliviana es elocuente. Si algo parecido hubiera sucedido con la delegación diplomática de Estados Unidos o España, en este momento el Gobierno boliviano estaría ostentando alharacas de guerra, acusando a sendos “imperios”, de irrumpir a obscuras en nuestro territorio, para llevarse a un secuestrado, o algo así. Y los movimientos sociales estarían quemando banderas y pidiendo la expulsión de los embajadores y de sus porteros, si fuera necesario.

Brasil sabe lo que está sucediendo en Bolivia y lo mucho que le concierne. Sus funcionarios no se hacen problema en repetirlo a quienes quieran escuchar en un marco mínimo de confianzas. Ellos saben la cantidad de cocaína que atraviesa la frontera, dicen saber la cantidad de aviones que sobrevuelan su espacio aéreo todos los días para dejar su carga en Caracas, han movilizado más de 30.000 hombres para cuidar la frontera en una movilización militar sin precedentes. Bolivia es el único país entre sus vecinos de tránsito o producción de drogas, donde las agencias especializadas brasileñas no trabajan directamente y en colaboración, como en el Perú o el Paraguay.

Brasil sabe que no puede confiar en los contratos comerciales con Bolivia, por la experiencia que tiene con el gas y con las carreteras, como la del TIPNIS. Sabe de los niveles de corrupción gubernamental que afectan sus negocios. Sabe que no sabe cómo puede reaccionar Evo Morales a sus pedidos de cumplir los compromisos y hacerlo en el marco de los convenios comerciales internacionales.

El único país de la región al que no ha visitado la Presidente Dilma Rousseff es Bolivia, el único Presidente que no la ha visitado personalmente es Evo Morales. ¿Por qué? Se recuerda la última visita a La Paz de la entonces ministra Rousseff, cuando se "nacionalizó" el gas (que no es lo mismo que nacionalizar las empresas y los pozos productores, como se demostraría luego), que llegó apurada y se quedó esperando en antesala poder entrevistarse con el primer Presidente indígena de la historia universal, que no la recibió ni tuvo la gentileza de saludarla, es más, se dejo escuchar por ella, al salir apresurado de su despacho, con algo así como "y encima me mandan una mujer". Esa frase debe recordarse de vez en cuando en los pasillos del poder, allá en Brasilia.

¿Por qué Brasil no reacciona y golpea la mesa, como lo haría cualquier Estado con un vecino molestoso? Algo hay que lo obliga a montar estos actos teatrales tan costosos para su imagen internacional. Para decirlo en lenguaje diplomático, parece que el PT invirtió demasiado en apoyo al proyecto masista y está “atrapado” en ese pecado original de cuando Lula y Evo estaban empezando. Entre ambos han de tener “un muerto enterrado en el sótano” que les impide actuar, so pena que la oposición brasileña adquiera la posibilidad de armar un lío de gran envergadura, imperdonable en etapa preelectoral.

26 de agosto de 2013

El Entebbe brasileño

Si miramos bien y si las noticias que nos informan son ciertas, lo que ha hecho Brasil en Bolivia, ha sido exactamente igual que llegar furtivamente con un helicóptero a la terraza de su Embajada en La Paz, subir y ocultar a un ciudadano boliviano (a decir del gobierno plurinacional, prófugo de la justicia) que estaba arraigado, prohibido de salir del país (sin pasaporte ni salvoconducto) y llevárselo fuera. La diferencia está en que no fue un helicóptero ni un avión teledirigido, sino un auto del servicio diplomático brasileño; es una diferencia en cuanto al grado de espectacularidad.


El que de esto se haga responsable personal un funcionario de la Embajada en Bolivia forma parte del formato. Desde ya que Brasil no puede aceptar que esta fue una acción programada y consultada con meses de anticipación. El gobierno de Bolivia tampoco puede aceptar públicamente que sobre este tema han habido varias charlas, incluidas diferentes propuestas bolivianas de como encarar una huida teatral.



Otra cosa es la ineficiencia de los servicios de seguridad del Gobierno plurinacional que no sólo es incapaz de montar una fábrica de calcetines (para no hablar de una acería en el Mutún o una de litio en Uyuni) o actualizar un contrato, sino que deja pasar un automóvil a lo largo de 1.600 km del territorio nacional, sin preguntarse quién estaba dentro (mira la que armaron otros gobiernos cuando pensaron que en el avioncito de retorno a Evolandia podía eventualmente estar eventualmente Edward Snowden) y dejarlo transitar la frontera sin darse cuenta. ¿O no quisieron? Hace tiempo, cuando un automóvil diplomático de la Embajada norteamericana llevaba un par de ametralladoras que se dijo no podía transportar, ni a Choquehuanca le tembló la mano y los servicios de seguridad interceptaron el auto, lo revisaron, requisaron las armas y armaron el escándalo correspondiente. En el caso de Pinto, o son unos imbéciles o estaban de acuerdo.


Si algo así hubieran hecho los norteamericanos, así se le hubiera ocurrido al portero de esa Embajada, seguro que sería clasificado como un acto de invasión territorial y violación de la soberanía. De la dignidad ni hablar, aunque ésta depende más de lo que diga y haga ahora el gobierno boliviano, que de aquello que ya ha hecho el brasileño para cumplir con un mandato interno, que había concedido asilo a Roger Pinto, aceptando y diciéndole al mundo que en Bolivia se persigue, se amedrenta, se encarcela a la gente por razones políticas, por pensar diferente, por denunciar al gobierno sobre cosas tan serias como las que dice y seguirá diciendo el Senador refugiado, como la complicidad entre el gobierno masista y el narcotráfico, por ejemplo. La nota boliviana de protesta, se queja en cambio, contra "la transgresión del principio de reciprocidad y cortesía internacional”, más suave que tela de gamuza para limpiar lentes.


Brasil ha tendido una estrategia de primer orden, como suelen hacer en Itamaraty, que ha llevado a traslada al propio Canciller Patriota como Embajador ante la ONU, cuando Brasil va a presidir el Consejo de Seguridad, lo que es tanto o más alto que estar de Ministro en Brasilia. El ex-Embajador en La Paz, Marcel Fortunato Biato, se va de Embajador a Estocolmo, lo que no sé si será mejor o peor, aunque en los inviernos hace mucho frío. Y las expresiones de la Presidente Rousseff son de formato estándar para estos acontecimientos, ya que más o menos todos sabemos lo que ella opina de Evo Morales y su plurigobierno.


A más de llenarse la boca con la huida del Senador, lo mínimo que debe hacer Evo Morales, emulando su acción cuando su avión fue detenido abusivamente a su retorno desde Moscú, amparando la dignidad y la soberanía, es exigirle disculpas a la Presidente Dilma Rousseff y demandar a Brasil ante la OEA o llevar el tema al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (aunque eso no es aconsejable, porque lo va a presidir Patriota, el hasta hace minutos Canciller en el Brasil). Los movimientos sociales manejados y pagados por el MAS debieran organizar una manifestación y una cumbre mundial, pidiendo la expulsión de esa Embajada y quemar banderas brasileñas frente a la sede diplomática.


Lo demás es una impostura… pero ya nos tienen acostumbrados.